Repasamos los resultados en tres de los principales distritos obreros de la capital catalana y las tres mayores ciudades del área metropolitana.
Jueves 30 de junio de 2016
Foto: EFE
El incremento de la abstención en las pasadas elecciones es uno de los fenómenos a tener en cuenta para examinar la verdadera sorpresa del 26J. Parece que ahí estarían muchos de los votos que le faltaron a Unidos Podemos para llevar adelante el anunciado “sorpasso” al PSOE. La pérdida de votos de la coalición entre Podemos, IU y las llamadas confluencias habrían perdido 1.962.704 votos. Una cifra que se acerca mucho a los 1.189.000 de votantes que decidieron no ir a las urnas.
Se trata de un descenso de 3,23 puntos. En este artículo queremos analizar de qué manera se expresó este fenómeno en los principales barrios obreros de las grandes ciudades, en especial en aquellas en las que hay ayuntamientos del “cambio”. Queremos examinar si el desencanto con una candidatura que basó su estrategia en la moderación del programa y en la voluntad de pactar con el PSOE se ha expresado en los trabajadores y sectores populares.
Barcelona, continuó siendo un importante granero de votos para el nuevo reformismo, así como el histórico cordón rojo, arrebatado al PSOE ya en las anteriores selecciones y que se ha teñido nuevamente de morado. En la gran mayoría de los municipios y barrios obreros la candidatura que encabezaba Xavier Domènech fue la primera fuerza.
La abstención en la periferia urbana y los barrios más humildes de la capital catalana siempre ha sido elevada en comparación a los opulentos barrios de Barcelona, como Sarriá. Esta vez no ha sido distinto, con un 72% de participación para este barrio de la llamada zona alta que contrasta con la de Baró de Viver, uno de los que mayores índices de pobreza sufre, con un 52% de participación en estas elecciones.
No obstante se podría decir que la abstención se va moviendo en el cordón rojo según las expectativas que genera la izquierda, por ejemplo la entrada de Podemos en el panorama político en Barcelona hizo pasar de una abstención de un 32% en las elecciones del 2011 a un 27.30% en las anteriores elecciones del 2015 20D, para volver a subir hasta el 32.4% en los comicios del domingo.
Si analizamos los resultados los barrios del distrito de Nou Barris, una de las zonas donde se puede ver la cara más dura de la crisis con 15 ejecuciones hipotecarias por día y con las rentas más bajas de la ciudad, la abstención pasó de 36.828 el 20D a 43.066 el 26J. En este caso la bajada en votos se repartió entre todos los partidos. ECP, con 2.300 votos menos, Cs, con 2911, el PSC bajó 1.304, CDC 772 y ERC 300.
El único partido que mejoró sus resultados fue el PP, con casi 1.000 votos más.
En el vecino distrito de Sant Andreu, un emblemático barrio popular con un fuerte movimiento vecinal y asociativo en el que está el barrio de Baró de Viver, la abstención aumentó otros 5.252. Igual que en Nou Barris la formación morada perdió cerca de 2300 votos, casi la misma cantidad que C’s. El PSC se dejó 344 y CDC 1.400. En este caso tanto el PP, con 795 votos más, y ERC, con 794, mejoraron el resultado.
En el distrito de Sants-Montjuic la abstención también se ha hecho notar aumentando un 4,5 % (5.610 votos) y los “damnificados” han sido igualmente ECP, con cerca de 2200 votos menos, y C’s, que le sigue con 2000. En este caso parece que también hay un trasvase parcial de Cs al PP de 850 votos. Mientras el PSC se deja 432 votos y en el bloque soberanista ERC mejora en 850, mientras CDC se deja 1793.
A medida que seguimos analizando otros municipios del área metropolitana encontramos el mismo fenómeno, la “nueva política”, tanto la que se presenta por izquierda como por derecha, ha sufrido un retroceso en las principales poblaciones obreras.
En la ciudad de Badalona, con un 6% más de abstención, ECP volvió a ser la primera fuerza con 28.485 votos, 4.139 menos que el 20-D. En la misma tónica el PSC perdió cerca de 1300 votos y el PP, en el que fuera el baluarte del racista Xavier García Albiol, pasó de 15.981 votos a 16.483 votos. Las formaciones independentistas, que mantienen las últimas posiciones, pasaron de 10.676 a 12.402 en el caso de ERC y de 6.409 a 7.518 en el de CDC.
En Santa Coloma de Gramanet ECP obtuvo 15.615 sufragios, frente a los 17.463 de diciembre. En este caso Cs también pasó de 8.125 a 6.353, y al contrario el PP pasó de 7.525 a 8.025. El PSC salió perdiendo 1000 votos, pasando de 15.708 a 14.750. Y entre las formaciones independentistas se siguió una dinámica similar a otros municipios parecidos, ERC pasa de 2.809 a 2.929 y CDC pierde votos pasando 1.441 a 1.185
En Hospitalet, feudo histórico socialista por excelencia, ECP fue por primera vez primera fuerza con 36.973 votos el 20-D. El 26J volvió a serlo con 32.354, casi 4.500 votos menos. Sin embargo en esta localidad es de las pocas en las que el PSC logra remontar con 1.623 votos más. En cambio, Cs salió más perjudicado, al perder el tercer puesto y pasando de 18.455 a los 13.906 actuales, con un trasvase escaso hacia el PP, que pasó de 17.085 a 18.381 sufragios. Finalmente ERC ganó en votos pasando de 9.000 a 9.450 y CDC a la inversa, de 5.603votos a 4.582 votos.
Se dibujan así algunas tendencias a tener en cuenta. Por un lado el pinchazo de Cs en la ciudad de Barcelona ha contado con menos trasvase de voto al PP que en el resto del Estado en el que Cs ha bajado 400.000 votos y el PP ha subido 600.000. Además es posible también que parte de esta bajada haya “vuelto” al PSC, sobre todo allí donde éste ha tenido subidas como en L´Hospitalet, pues no olvidemos que el partido naranja venía atrayendo a la parte más moderada y españolista del tradicional electorado socialista.
Por el otro lado aquellos votantes de ECP que no han optado por esta opción parece que han elegido mayoritariamente la abstención. No se vislumbra un pase al PSC, que en términos generales sigue bajando. ¿Qué expresa estos síntomas tempranos de “desencanto” con los “comunes”? ¿Ha tenido impacto los incumplimientos de Ada Colau en su primer año y su política contra los “manteros”, los trabajadores de TMB y el acuerdo con el PSC?
Por último, una tendencia que transcurre en paralelo al resto de Catalunya, en el frente soberanista el “sorpaso” de ERC a CDC tiene una especial importancia entre los sectores populares.