Pensar las batallas por venir. En Francia la Red por la Huelga General volvió a reunir a cientos de trabajadores

"Lo que venimos exigiendo a las centrales sindicales, la huelga general, no es algo que caiga del cielo, es algo que se prepara, de manera consciente, yendo a ver a los trabajadores de los diferentes sectores, construyendo organismos de autoorganización desde abajo, y levantando reivindicaciones que van más allá de las simples reivindicaciones defensivas": así arrancaba la reunión Laura, trabajadora ferroviaria de Le Bourget. Sus palabras expresan los principales elementos estratégicos que la Red se plantea para construir la huelga general.

La Red se reunió por quinta vez desde el inicio del movimiento, con la presencia de militantes, sindicalistas, estudiantes y trabajadores, tanto presencialmente en París como en forma remota en varias ciudades del país, como Burdeos, Toulouse, Montpellier, Le Havre, Metz, Saint Avold, Mulhouse, Estrasburgo, Rennes, Nantes, Savoie, Marsella y otras ciudades. Estuvieron presentes trabajadores de varias refinerías, recolectores de residuos de París, Île-de-France y Rennes, trabajadores del sector de la energía (centrales eléctricas de Paluel, Nogent, La Bâtie y Le Havre), ferroviarios, empleados de la RATP (empresa pública de transporte), Transdev (empresa multinacional francesa que opera el transporte público), Suez (grupo que opera el tratamiento y distribución del agua), Sidel (empresa manufacturera para el envasado de líquidos), Safran (multinacional francesa de equipamiento y seguridad aeronáutica) y PSA (grupo Peugeot-Citroen), así como empleados de los sectores de la sanidad, la cultura y entretenimiento, el trabajo social, la industria espacial, la industria alimenticia, el sector educativo, la logística, jóvenes y trabajadores de varias escuelas, activistas de Soulèvements de la Terre (Levantamientos de la Tierra) y Coordination Sans Papiers 75, abogados, artistas e intelectuales.

Un encuentro para intercambiar sobre los primeros balances de la lucha contra la reforma de las pensiones, pero también para reflexionar sobre cómo repuntar la movilización y ampliar la Red en lugares de trabajo, estudio y organizaciones sociales para las batallas venideras.

Los resultados de una lucha solamente centrada en la retirada de la reforma

En el centro del debate de la Red, está la cuestión de las reivindicaciones del movimiento. Para los huelguistas, si el movimiento contra la reforma de las pensiones no ha conseguido incendiar a todo el mundo laboral, a pesar de que el 93% de la población trabajadora rechaza la reforma, es sobre todo porque las direcciones de las centrales obreras que integran la intersindical (en particular las principales como CFDT y la CGT) se negaron a integrar las reivindicaciones salariales en la lucha en curso.

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"Tenemos que trabajar sobre reivindicaciones claras y definidas", afirma Guillaume, trabajador del alcantarillado de la ciudad de París. La reforma de las pensiones es el árbol que oculta el bosque. Hay que revalorizar los salarios, luchar contra la precarización de la sociedad y la destrucción de la seguridad social. Si se quiere reunir a estudiantes, desocupados y empleados precarios del sector privado, no se va a lograr con el único tema de las reformas de las pensiones, porque para ellos ya actualmente pensar en una jubilación digna es algo inalcanzable, entonces termina siendo una tomadura de pelo.

Desde los primeros días en que se inició el movimiento contra la reforma de Macron, éste ha sido uno de los ejes políticos de la Red: la necesidad de ampliar las reivindicaciones para permitir que todos los trabajadores se unan a la lucha. Durante la reunión del 13 de marzo, Frédéric Lordon (intelectual que adhiere a la Red por la Huelga General) insistió en este sentido en la tribuna: "¿Cuándo podrá la intersindical añadir a la lucha contra la reforma la lucha por el poder adquisitivo? Esta es la reivindicación ganadora, transversal, unificadora". Una estrategia reafirmada en las dos tribunas lanzadas por la Red, una a finales de enero, publicada en el JDD, y otra a principios de marzo, publicada en Politis.

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Después de tres meses de lucha desde la primera manifestación del 19 de enero, las huelgas salariales siguen demostrando que una de las claves del movimiento estuvo en estas reivindicaciones. “En las estaciones de servicio Total los compañeros solo lograron un día de huelga por pensiones, y por salarios lograron movilizarse 4 días cerrando 36 relevos de autopistas . Por eso tenemos que hablar de salarios", explicó Adrien Cornet, de CGT Total Grandpuits. Ocurre lo mismo con los trabajadores ferroviarios de Le Bourget, que forman parte de la Red y que acaban de obtener una victoria tras cuatro meses de lucha por la mejora de las condiciones laborales y salariales, o incluso con los recolectores de basura y los trabajadores de tratamiento de residuos de SIVOM, presente en la reunión de la Red y en huelga renovable por tres semanas por salarios y pensiones.

La misma observación hizo Pierre, empleado en una empresa de logística donde los empleados suelen compaginar su trabajo con trabajos en Uber para terminar el mes: “Negarse a hablar de salarios impidió que muchos compañeros se movilizaran. Acotar el discurso solo a la edad de jubilación, impide que muchos compañeros se movilicen, porque la gente no puede perder tanto salario por tan poco”. Siempre la misma historia para Alban Azaïs, subsecretario del sindicato SNRT-CGT, al hablar de la huelga de los videotécnicos en la Ligue 1 y el Top 14 (ligas de fútbol y rugby respectivamente. NdT): “Entraron en la lucha por cuestiones de salarios, y si nos limitamos a consignas sobre pensiones, estamos perdidos. La inflación preocupa a la gente. El próximo fin de semana habrá paros por salarios y pensiones”.

La estrategia de la intersindical es la estrategia del apaciguamiento permanente

Más allá de la cuestión reivindicativa, son también los métodos de acción y de huelga propuestos por la intersindical los que son cuestionados por numerosos trabajadores. "Oigo a la gente decir que los trabajadores no están suficientemente movilizados", dice Anasse Kazib (trabajador ferroviario, militante de Révolution Permanente). "Pero, qué quieren? Hubo 3 millones de manifestaciones los días posteriores a la aprobación del 49.3, más que en 1995 o 2010, nos dicen que es histórico desde 1968, y a pesar de eso la gente dice que no hubo suficientes huelguistas. ¿Pero qué pasa en las refinerías, en el sector energético, con los ferroviarios? Hubo todas esas huelgas, más las jornadas interprofesionales, había bastante que hacer, ¿y cuál es el problema? ¿Es la gente? No, es que no hemos puesto en marcha la metodología para ganar". Frente a los que empiezan a poner el peso de la derrota sobre los hombros de los trabajadores que no han hecho suficientes huelgas, es la estrategia de la dirección del movimiento, la intersindical, la que es cuestionada por la Red.

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"Planteamos la única estrategia que nos parece posible para ganar, la huelga renovable (por tiempo indeterminado, donde por asamblea se define su continuidad), que es lo contrario de la política que sostiene Laurent Berger (líder de la CFDT, la central obrera más conciliadora), que no para de decir que está en contra del bloqueo del país y de las huelgas renovables. Estuvo en contra de la huelga de los recolectores de residuos y de los refinadores el pasado mes de octubre", prosiguió Adrien Cornet. Frente a la estrategia de la intersindical que consistía en limitarse a convocatorias de huelgas por 24 horas y aisladas, impidiendo cualquier aumento de la relación de fuerzas, es la convocatoria de una huelga generalizada y renovable lo que defiende la Red. Evidentemente, este llamamiento debe ir unido a la ampliación de las reivindicaciones, para abarcar al mayor número de personas posible.

En este sentido, muchos sindicalistas militan para que el movimiento se recupere, sobre todo después del 1° de mayo: "No debemos rendirnos, aunque se promulgue la ley. La lucha es un maratón, no ha terminado. Hay que dar impulso, en la base, porque las confederaciones no están a la altura. Están más para canalizar y gritar, y no realmente para ampliar el movimiento en la base", explicó Jenny Grandet, de la CGT Safran Le Havre. "Tenemos que hacer del 1° de mayo un día de lucha contra este sistema podrido: Macron no es legítimo, y no nos gustaría que nuestra decisión se exprese sólo cuando metemos una papeleta en la urna, y luego durante el resto del mandato los elegidos hacen lo que quieren. No es así como debería funcionar", continuó Grandet.

Lo mismo lamenta Laura Varlet, señalera ferroviaria en Le Bourget, para quien la intersindical intentó despolitizar la lucha al máximo: "el mínimo denominador en torno a los 64 años se unió a una estrategia de jornadas aisladas. Cuanto más duraba, más difícil se hacía. La misma noche del 49.3 (cuando Macron firmó el decreto que avalaba la reforma. NdT.), la intersindical explicó que había que contemporizar, sin convocar manifestaciones los días de las mociones de censura. Impidieron la expresión de la rabia e indignación política contra el gobierno".

A pesar de estas observaciones, los militantes de la Red son conscientes de que querer pasar por encima de la intersindical sin luchar contra ella no es posible: "Si pudiéramos hacerlo mejor sin ellos, lo haríamos", explica Mathieu, ferroviario. "La importancia de la intersindical radica en que, cuando hubo una huelga renovable el 7 de marzo, la estación estuvo cerrada tres días porque la UNSA (Sindicato de controladores aéreos) convocó una huelga. Si no hay convocatoria de la CFDT y la UNSA, algunos compañeros no van a la huelga, y muchos empleados siguen estas convocatorias. Por eso tenemos que hacer un llamamiento a estos sindicatos, para que movilicen a sus bases".

Frente a una intersindical verticalista, la organización de comités de base para la huelga general

Frente a la política de la intersindical, la red defiende la necesidad de crear comités de acción en toda Francia. Jahan, estudiante de Burdeos, da testimonio de la construcción de un comité en Gironda: "con los militantes de la CGT Energie, organizamos la lucha de sus habitantes, manifestaciones con pancartas, una acción en el peaje para que sea gratuito, así como la distribución de alimentos para los estudiantes precarios. El objetivo: apoyar la huelga de los trabajadores de la energía, pero también intentar desarrollar la movilización en las universidades".

"La red adquirió una dinámica para poder movilizarse rápidamente en los bloqueos, y vimos que era potente. Lo vemos por los compañeros recolectores de basura del SIVOM, si hubieran estado solos esperando al sindicato, habrían perdido hace tiempo. Tenemos que trabajar en la coordinación local y nacional. La Red tiene un gran papel que desempeñar: con las redes sociales, tenemos que densificar la Red Nacional para tener acciones rápidas y eficaces" explica Guillaume. Apoyar las huelgas en curso, coordinarlas, llenar los fondos de huelga para que puedan mantenerse: éste es uno de los principales objetivos de estos comités de acción, que se crearán en todo el país.

En Le Havre, mientras que el partido de Marine Le Pen, Rassemblement national, tiene previsto celebrar un mitin el 1° de mayo, los activistas de la Red por la Huelga General ya se están organizando para que no pueda celebrar dicho mitin. "No deben poner un pie en Le Havre", advierte un empleado de Enedis en esa ciudad. Tantas acciones para organizar y coordinar que, para muchos, debería haber iniciado la intersindical: "La intersindical debería haber hecho exactamente lo que hace la Red: coordinar, ayudar a los que están en lucha, ir a todos los piquetes. Yo no habría ido a la refinería de Normandía a ayudar a los refinadores frente a las requisas si no hubiera sido por la Red", dice Alban.

Pero no hay oposición entre la Red y los sindicatos de base y otras Asambleas Generales interprofesionales: la construcción de la red debe ser, para los participantes, complementaria de las herramientas preexistentes. "Mantener una Red es muy importante para nuestro sindicato", explica Charles Carlhant, de la central nuclear de Nogent. "Intercambiar sobre el terreno, compartir lo que ocurre en otros sectores, es un arma de motivación y un arma de preparación porque los ataques no se detendrán ahí. Construir esta Red no es una oposición a la organización sindical o a la organización federal, sino una herramienta complementaria para intercambiar con otros sectores y ser más fuertes en todas nuestras luchas".

Frente a los ataques antisociales que Emmanuel Macron subrayó en su discurso, la Red por la Huelga General pretende anclarse a largo plazo, y para ello ha creado un comité de acción de una treintena de militantes de todos los sectores, diferentes ciudades y sindicatos. En cuanto al 1° de mayo, los militantes de la Red prevén organizar una gran columna durante la manifestación parisina y llaman también a participar en todas las concentraciones de apoyo a la agrupación "Levantamientos de la Tierra" y contra la ofensiva autoritaria y reaccionaria del del ministro de Interior de Macron, Gérald Darmanin.

Para luchar contra la desmoralización y la desmovilización que siembran las direcciones sindicales y luchar por una estrategia alternativa a la que sigue imponiendo la intersindical, la Red llama a todos los trabajadores que no estén satisfechos con la estrategia de esta última a unirse a ella. Construir esta coordinación entre los sectores en lucha, mantener todos los vínculos que se han creado en esa lucha y ampliar la Red Nacional a través de los comités de acción: ese es el camino.