En medio de la crisis sanitaria, vecinos del barrio platense denuncian que la empresa distribuidora ABSA y el municipio no dan respuesta. Sufrieron cuadros de intoxicación con fiebre, vómitos y diarrea por la contaminación del agua corriente.
Miércoles 30 de septiembre de 2020 19:48
Foto: 0221
Durante las últimas semanas, numerosos vecinos del barrio platense de Los Hornos vienen denunciando problemas de salud vinculados al consumo del agua corriente. El contexto sanitario agrava el malestar, ya que los síntomas son similares al Covid-19, lo que generó una gran confusión, en medio de una crisis sanitaria, dónde el acceso al agua potable es fundamental.
Vecinos de la zona afectada aseguran que el cuadro de vómitos, fiebre y diarrea, con casos de internación, es producto de la contaminación del agua a consecuencia de la filtración de materia fecal. En contacto con este medio, un vecino de la zona céntrica de Los Hornos, relató su caso y el de su abuela: “Fue un bajón, me sentía muy mal. Tres días sin comer. Dos días más descompuesto y a los cinco días me fui a hisopar, pensando que eran síntomas de Coronavirus”. Por el caso de su abuela, contó, “mi abuela, lo mismo. Luego de tener fiebre, se fue a hisopar y le dio negativo. Ahora sabemos que fueron muchos los casos de contaminación en Los Hornos y que fue por el agua".
Por su parte, la Autoridad Del Agua (ADA), difundió en redes sociales que el pasado sábado equipos técnicos “verificaron la calidad del agua en distintos puntos del barrio de Los Hornos, los resultados in situ arrojaron que tanto los parámetros bacteriológicos como de cloración se encuentran dentro de valores aceptados por la normativa vigente”.
🧪📈El sábado 26/09 equipos técnicos de ADA verificaron la calidad del agua en distintos puntos del barrio de Los Hornos, los resultados in situ arrojaron que tanto los parámetros bacteriológicos como de cloración se encuentran dentro de valores aceptados por la normativa vigente pic.twitter.com/uUYPnWDs0s
— Autoridad del Agua (@adelaguaBA) September 29, 2020
No obstante, un estudio realizado por vecinos de la zona en un laboratorio privado, difundido por redes sociales afirma lo contrario y concluye: “Agua bacteriológicamente NO APTA para el consumo humano, de acuerdo al Código Alimentario Argentino”.
Fuentes de la comuna confirmaron que han tenido al menos 14 casos puntuales con síntomas de gastroenterocolitis, para lo cual los vecinos no tienen duda de que el hilo conductor es el agua contaminada.
Tanto las autoridades municipales, con el intendente Julio Garro a la cabeza, como las del agua afirmaron que seguirán analizando muestras y viendo el causal de las intoxicaciones, no obstante, hasta el momento no hubo respuesta alguna frente al grave problema que tiene a vecinos de la zona céntrica de Los Hornos y al rededores en estado de alerta.
Por otro lado, la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata publicó un formulario para recabar información sobre lo sucedido y darán los resultados en las próximas semanas.
En el barrio los problemas con respecto al agua son frecuentes, el uso de bombas es común en cada casa, o directamente la ausencia de la red en los barrios más precarios. En un momento en el que la crisis sanitaria exige medidas de higiene constantes, a lo que se le suma la crisis económica, que dificulta la compra de agua envasada diariamente más el pago de los impuestos, la exigencia del acceso al agua potable como derecho humano, es fundamental.
Mientras todo el arco del gobierno insiste en que para enfrentar la pandemia es es esencial la responsabilidad individual, el Estado no garantiza que se puedan dar las condiciones mínimas de seguridad e higiene en cada casa o lugar de trabajo.
Por su parte, la empresa ABSA que desde 2002 volvió a estar en manos del Estado, luego del desguace de los años 90, actualmente es responsable de la distribución del agua en 79 localidades y 52 municipios de la provincia de Buenos Aires. Desde entonces la desinversión y la negligencia son moneda corriente, una empresa que se llena los bolsillos con el aval de los gobiernos de turno, sin importar el bienestar y la salud de la población.