Con el fin de la conciliación obligatoria que la empresa incumplió, el Ministerio de Trabajo y el Sindicato Vitivinícola quieren dar por terminado el conflicto.
Miércoles 6 de abril de 2016
Sin embargo estos jóvenes trabajadores que siguen luchando por su reincorporación llevan en sus manos una bandera contra los abusos de las patronales. Jamás esclavos!
Desde La Izquierda Diario los entrevistamos, nos cuentan la situación, la importante campaña que vienen desarrollando, sus primeras conclusiones y los pasos a seguir.
No contenta con mantener en condiciones casi esclavas de trabajo a sus obreros, que tenían que comer en la vereda, tomar agua de una manguera, trabajar turnos de 24hs y con sueldos de $6000, la empresa Menoyo despidió a casi la mitad de los trabajadores de planta por afiliarse. Así comenzó el conflicto.
La semana pasada una audiencia en el Ministerio de Trabajo puso fin a la conciliación obligatoria. En la completa ilegalidad, permitida por el Ministerio, la empresa negó la entrada a los despedidos mientras militarizó la fábrica y hasta apeló a patotas armadas con una picana. El sindicato miró para otro lado e incentivó arreglos. Sin embargo luego de dos meses de intensa lucha cinco despedidos se mantienen peleando su reincorporación y llevan su ejemplo a miles de jóvenes en medio del ajuste y los tarifazos.
¿Cuál es la situación actual?
Pablo: La lucha viene bastante complicada, porque la patronal se sigue parando dura, se presentaron amparos por cada uno de nosotros y estamos esperando el fallo, y sino seguiríamos a juicio. La empresa apostó al desgaste, la economía, y por esa causa hubo compañeros que tuvieron que bajarse, hoy seguimos cinco compañeros en la lucha. Además la empresa nos hizo una causa penal. Para ellos lo trabajadores que queremos mantener nuestro trabajo somos delincuentes.
Chino: Tenemos que evaluar cómo queda todo el tema legal, si nos sale algún fallo a favor, mientras seguimos difundiendo nuestro caso y moviendo el fondo de lucha para bancarnos.
Cuéntenos de la campaña contra los despidos y por su reincorporación
Luquitas: Hicimos un afiche, para escarchar a Menoyo, que estamos pegando en todo Vicente Lopez y en universidades. Cuatro mil afiches sacamos.
Diego: Menoyo no cumplió la conciliación obligatoria, y estaba la policía ayudando a no cumplir lo que decía la ley, y eso lo denunciamos en el afiche. Cuando recién se dictó la conciliación obligatoria, en una asamblea se discutió si nos metíamos a la fábrica y hacíamos cumplir la conciliación, pero nuestros mismos compañeros dudaban en entrar, al final se decidió otra cosa.
¿Están recorriendo las facultades?
Diego: Fuimos a la UNGS, la UNPaz, la UNLu, pasamos por los cursos y contamos nuestra situación. La gente escuchaba y aportaba al fondo de lucha, hay un apoyo muy grande, la última vez que fuimos a la UNGS juntamos 1500 pesos, y en cuatro cursos de la UNSaM 900 pesos.
Chino: A los estudiantes les interesa el conflicto, les interesa la lucha, porque la mayoría son trabajadores y se ven afectados.
Diego: Pienso que la mayoría se siente identificado con el tema de ser laburante o hijo de laburantes, deben pensar cuando nos ven despedidos, de que “a mí me pasó” o a algún familiar.
¿Y la campaña en otras fábricas del S.O.E.V.A?
Luquitas: También movimos la campaña en otras fábricas del gremio, fuimos a Tres Plumas en Bella Vista. También a sidra Del Valle en San Fernando, la gente del gremio no había contado nada de nuestro conflicto, estaban sorprendidos, se quedaban a hablar, agarraban la carta, en esa fábrica laburan por temporada, hay efectivos temporarios, que se quedan sin trabajo 4 o 5 meses en el año.
Chino: Las condiciones de trabajo que vimos son similares a las de Menoyo.
Diego: En la carta desmentíamos lo que dice el sindicato, que por 3 personas no se consiguieron las reincorporaciones, eso lo dicen para lavarse las manos, porque el sindicato nos dejó re tirados. Les pedimos a los afiliados, a que nos ayuden, que nos den apoyo. En Branca hicieron una colecta para nosotros por ejemplo.
Luquitas: Los del sindicato siempre estuvieron ahí para debilitar las medidas de fuerza y ayudar a la empresa.
Más allá del abandono del SOEVA ¿Qué pueden contar de la solidaridad que recibieron?
Diego: Estoy sorprendido de la gente que está por los derechos que estamos reclamando hoy en día, vinieron trabajadores de Mondelez, Madygraf, Branca, la 60, Stani, Pepsico… Perdón si me olvido de alguno. Fue todo sorprendente. El sindicato no quería que se meta ninguna organización porque sabía que ahí se les iba a complicar.
Chino: Antes del conflicto nunca me interesó el tema político, creo que el PTS tiene mucha gente solidaria, sinceramente he encontrado gente honesta. Comparto la oposición al pago de los buitres y hay muchas cosa que también comparto, estoy agradecido con Nico y con Myriam Bregman.
Diego: Yo no le daba bola a la política, con todo esto conocí a Nico Del Caño en persona, hay otros pelean por los empresarios, lo que tienen plata, Macri, Cristina, todo lo que sea derecha, todos políticos que van por la parte de plata y no se fijan en la clase trabajadora, cosa que hace Nico.
¿Qué les deja el conflicto y todo lo que vivieron hasta ahora?
Chino: Mi manera de pensar cambio totalmente, demostramos que no es bueno quedarse callado y con la cabeza agachada, una buena experiencia, más allá de lo que se logre o no.
Lucas: A mi esta experiencia me demostró muchas cosas lo que lleva una lucha, cómo es realmente la burocracia del sindicato, el Ministerio de Trabajo… contamos con ayuda de gente del PTS que se solidarizó con la causa, nos bancó desde que empezó el conflicto hasta el día de hoy. Esta mancha le va a quedar a Menoyo para siempre y le demostramos que no tenemos precio.
Chino: Si tengo que buscar trabajo y entró en otro lado, sin ninguna duda repetiría “la gran Menoyo”, pero mucho mejor organizados, obviamente.
Luquitas: Estoy contento por todo lo que hicimos, ojala salga todo positivo y volvamos a entrar, y si tengo que ir a otro trabajo voy a hacer lo mismo que con Menoyo, pero mejor, con más experiencia.
Diego: Yo me siento bien, con ganas, está difícil, pero sí, a seguir hasta lo último!
La cosas se pueden aunque se la vean difícil, y creo que se pueden lograr muchas cosas que antes no veía así, porque veo la gente que nos apoya y que estamos unidos. A mí me quisieron hacer una oferta económica, el dueño en persona me llamo para “conversar” pero ni fui. Lo mío no pasa por el tema de la plata, quiero volver a trabajar y cambiar todo lo que es adentro. No descartamos nuevas medidas de lucha, si es necesario lo vamos a hacer.