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Red Internacional
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No se mata la verdad. En México asesinan a un periodista cada quince días

De 11 periodistas asesinados en 2022, tres son mujeres. Suman 36 comunicadores asesinados en lo que va del sexenio de AMLO.

Martes 10 de mayo de 2022

El asesinato de las comunicadoras Yesenia Mollinedo Falconi y Sheila Johana García Olvera ocurrido en Veracruz este lunes, encendió las alarmas en medio de una nueva oleada de violencia en contra de las y los periodistas en México. En Veracruz, actualmente gobernador por Morena con Cuitláhuac García a la cabeza, en los últimos tres años y medio han sido asesinados siete periodistas. Según reporteros sin fronteras, en México asesinan, en promedio, a un periodista cada quince días.

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Mientras la Fiscalía General del Estado atrajo el caso —sin que hasta el momento haya algún avance o pista sobre los perpetradores—, la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas de Veracruz se pronunció en exigencia de que la actividad periodística de las comunicadoras sea la principal línea de investigación del crimen. Se han pronunciado asimismo otros organismos como la Comisión Nacional de Derechos Humanos y Artículo 19. Esta última destacó que con Mollinedo y García suman tres las mujeres periodistas asesinadas en 2022.

Según Artículo 19, en lo que va del sexenio de Andrés Manuel López Obrador se han registrado mil 945 agresiones contra la prensa en el país, entre ellos 33 asesinatos y dos desapariciones. Un 85% más que los crímenes de este tipo registrados en el mismo lapso en el gobierno de Enrique Peña Nieto. En lo que va del año suman 11 comunicadores asesinados. Uno de los crímenes más recientes es el de Luis Enrique Ramírez, asesinado en Culiacán, Sinaloa el pasado 5 de mayo.

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Esta situación cada vez más grave, ha sido aprovechada por intereses ajenos a los de la clase trabajadora. Ahí están los pronunciamientos injerencistas e hipócritas del Parlamento Europeo y de la Casa Blanca, quienes piden cuentas a México por la violencia contra los periodistas como si no tuvieran responsabilidad en el curso que ha seguido la llamada "guerra contra el narco" y su descomposición. Por su parte, el gobierno mexicano, como parte de sus largas controversias con representantes de los empresarios opositores en los medios de comunicación (como Carlos Loret de Mola), ha contribuído con distintas declaraciones al clima de estigmatización y criminalización del periodismo crítico, así como del movimiento de mujeres o de defensores ambientalistas. La impunidad es el común denominador de estos crímenes.

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