OPINIÓN. En Presidente Perón el intendente Regueiro despilfarra mientras se sufre la crisis

No hay nada que festejar en Presidente Perón mientras miles de trabajadores, jubilados, jóvenes y mujeres la pelean y se la rebuscan para que no le falte el pan de todos los días. Chicas y chicos día a día la pelean para poder estudiar, viajar y comprar los apuntes, mientras los jubilados con la miseria que cobran ven si compran los remedios, la comida o pagan los servicios, porque no pueden pagar todo. Esta situación, que es muy similar a la de gran parte del conurbano, viene siendo denunciada por el precandidato a presidente por el FIT Unidad Nicolás del Caño, así como por Christian Castillo que se postula a la gobernación y trabaja como docente. El peronismo, que forma parte de tres de las fórmulas presidenciales en estas elecciones, habla de terminar con la pobreza, pero gobierna nuestro distrito hace 25 años -con el intendente Aníbal Regueiro en el mismo puesto desde 2003- y las cosas están cada vez peor.

Miles de desocupados ya no saben cómo hacer para conseguir laburo y alimentar a sus familias, mientras hay escuelas que no tienen calefacción y los chicos y los trabajadores de la educación sufren el frío en sus aulas. La situación no es mejor en el ámbito de la salud pública: en el Hospital Cecilia Grierson faltan médicos, enfermeros e insumos, mientras miles de familias sufren los tarifazos y los cortes del servicio eléctrico. No van a extender la red de gas y para colmo aumentaron las garrafas, dejando a muchas familias como único recurso calefaccionar a leña o carbón, con el peligro que esto conlleva. Los barrios más olvidados sufren la falta de infraestructura básica y esto, entre otras cosas, provoca inundaciones, además de que no llegan los servicios esenciales a muchas zonas.

A pesar de la marea verde que sacudió al país y la enorme lucha de las mujeres contra la violencia, nos sigue faltando Diana Colman y no existen refugios ni verdadera contención para las mujeres que sufren la violencia machista y para sus hijos.

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En el lugar donde todo eso sucede, se gastan millones aportados por los vecinos mediante sus impuestos en un evento con fines electorales, disfrazado de "festejo patriótico".

¿Cuándo en el distrito se hizo un festejo de tal magnitud para un 9 de julio? ¿Es casualidad que sea durante un año electoral? De ninguna manera estamos en contra de la difusión y realización de eventos culturales y de la recreación de los vecinos, pero creemos esencial en este momento priorizar las verdaderas necesidades de los habitantes del municipio. Hay que dar vuelta las prioridades. Ni el despilfarro en festejos, ni mucho menos el pago de una deuda externa que es ilegítima y dejará entre la espada y la pared a varias generaciones de argentinos, pueden ponerse delante de la salud, la educación, el trabajo y de cubrir todas las necesidades de nuestros viejos.

Nos encontramos en una crisis nacional de magnitud por el gran endeudamiento con el FMI a donde nos llevaron las políticas de Macri y Cambiemos, sumado a el aumento exponencial de la deuda provincial a la que nos llevó María Eugenia Vidal -con la complicidad de sectores del massismo y el PJ (entre ellos Blanca Cantero) que le votaron en la Legislatura el endeudamiento en dólares- que recaerá sobre las espaldas del pueblo trabajador empeorando sus condiciones de vida; es una tomada de pelo hacer tal evento con los recursos del municipio y de un total cinismo por parte del jefe comunal Regueiro. Los propios trabajadores municipales, como en toda la provincia, están precarizados y mal pagos y son los primeros damnificados por estas políticas.

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Ni Juntos por el Cambio ni el Frente de Todos son opción para salir de la crisis, ya que ambos plantean renegociar la estafa de deuda con el Fondo Monetario a costa de seguir sus recetas de flexibilización laboral, recortes, privatización y empobrecimiento del pueblo, mientras que unos pocos se la siguen llevando en pala. Tanto estos sectores políticos como los medios masivos de comunicación quieren mostrar que solo existen estas dos opciones para votar en estas elecciones. Ya que hablamos de espectáculos, montaron un gran escenario de polarización para engañar al pueblo, utilizando un discurso del miedo a volver o a seguir como estamos, para ocultar que en estas elecciones hay otra opción que no es votar al “menos malo”.

Es hora de fortalecer al Frente de Izquierda Unidad para buscar una salida diferente a la que plantean el resto de los partidos, una salida que ponga como prioridad la salud, la educación, la infraestructura, la vivienda, el cuidado de los recursos naturales, el trabajo. Votando a esta coalición que ya cuenta con 40 puestos de lucha en distintos ámbitos legislativos, estamos reforzando además que la izquierda que defiende a los trabajadores sea más fuerte aun en todas las legislaturas, concejos deliberantes y en el Congreso. Es en esos lugares donde tanto Cambiemos como las distintas variantes del PJ negocian leyes contra el pueblo trabajador, gobierne quien gobierne, y hay que ponerles un freno. Pero las elecciones no resolverán las problemáticas acuciantes del pueblo y pronto veremos desaparecer las promesas de campaña como humo, así que nuestro llamado es a organizarnos. De la mano de referentes como Nicolás del Caño, Romina del Plá, Christian Castillo y Néstor Pitrola podemos prepararnos para el golpe más duro de la crisis, que no ha llegado aun, en el camino de avanzar hacia otra perspectiva muy distinta que dejar que nos gobiernen los mismos que nos oprimen y nos explotan.

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