Los números presentados por el INDEC reflejan que la desocupación superó los dos dígitos llegando al 10,4% a nivel nacional. San Nicolás y Villa Constitución se encuentran entre los lugares que presentan los índices más elevados.
Jueves 25 de junio de 2020 20:12
El INDEC dio a conocer nuevos datos acerca del desempleo. Los números reflejan que la desocupación superó los dos dígitos llegando al 10,4% a nivel nacional.
Cabe aclarar que estos números corresponden al primer trimestre del año, es decir que sólo habían transcurrido diez días de aislamiento obligatorio. Seguramente las cifras son más elevadas en lo que respecta a la actualidad.
San Nicolás y Villa Constitución son unos de los lugares que más padecen esta situación con un 11,5%, superando incluso el promedio nacional.
Otro dato alarmante que arrojan los indicadores socioeconómicos es que la desocupación golpea con más fuerza a las mujeres, alcanzando un 12% en esta región.
Si bien existe una creciente participación de las mujeres en el mundo del trabajo, se da en condiciones específicas: alta precariedad, inestabilidad y desigualdad. Pero esas condiciones se agudizan en cada crisis, siendo las mujeres las más afectadas con bajos salarios o empleos precarios, si es que los consiguen.
Otro sector que es duramente golpeado según los datos del INDEC, es la juventud trabajadora que también vienen siendo el último orejón del tarro para todos los gobiernos porque si no los precarizan, los despiden. Tal es así que en Argentina la desocupación en este sector llega al 18,5%.
Esta es la realidad que viven los trabajadores gastronómicos, un rubro que presenta uno de los más altos índices de informalidad en todo el país, representando el 60% de trabajadores informales en el que la gran mayoría son jóvenes. Lo vemos también en el sector de Comercio, uno de los mayores rubros de jóvenes precarizados que ven como sus condiciones laborales son atacadas y con salarios miserables que no alcanzan.
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El gobierno otorgó el Ingreso Familiar de Emergencia pero por un monto que es realmente insuficiente -$10.000 contra $43.080 que se necesitan para cubrir la canasta básica familiar según el INDEC- para llegar a fin de mes y además dejando afuera a 4 millones de personas. Mientras, las patronales aprovechan la crisis desatada por el COVID-19 para despedir, suspender y recortar salarios atacando directamente las condiciones de vida de los trabajadores.
Esto no es ninguna novedad, lo vimos hace dos meses atrás cuando Acindar Villa Constitución sacó un comunicado informando la decisión de suspender personal con rebajas de salarios. Otro ejemplo de esto es Siderar, que en su haber de los últimos meses cuenta con 1500 despidos, suspensiones y rebajas salariales al 75%, además de la implementación de 12 horas de trabajo atacando a la conquista histórica de las 6 horas laborales por insalubridad. Se trata de empresas que nunca dejaron de producir por ser consideradas esenciales, incluso durante los momentos críticos de la pandemia. Además, reciben millones de pesos por parte del Estado pero eso tampoco les es suficiente, y su sed de ganancias los lleva a poner en riesgo la salud de los trabajadores ya que existe un alto nivel de concentración y las medidas básicas de seguridad e higiene brillan por su ausencia.
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Esta situación también se hace eco en Motomel que sigue manteniendo el ritmo de su producción mientras que a los trabajadores les ofrecen puros contratos basura y salarios de miseria.
La desocupación, la pobreza y la desigualdad son problemas estructurales que ningún gobierno se encargó de resolver y que se profundizarán por la crisis si no se toman medidas urgentes como lo es el salario de cuarentena de $30.000 mediante un impuesto a las grandes fortunas, licencias pagas al 100% para los sectores que no se consideran ’esenciales’, prohibición de despidos y suspensiones con rebaja salarial y que toda empresa o fábrica que cierre o despida sea puesta a resguardo de sus trabajadores para que no sea nuevamente el pueblo trabajador el que pague la crisis.
En todo el país, trabajadoras y trabajadores precarios de todos los rubros se vienen organizando en La Red de Trabajadores Precarios e Informales para fortalecer su lucha por mejores condiciones de trabajo y para que nadie se quede sin un ingreso en esta cuarentena, exigiendo IFE para todos y salarios de emergencia para precarios y desocupados, entre otras demandas.
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En los últimos meses vimos como los despidos, las rebajas salariales y el incremento de la pobreza atravesaron a millones de trabajadores a lo largo y ancho del país. Tenemos por delante el desafío de prepararnos para hacer frente a los ataques en curso y a los que se avecinan. Por eso invitamos a participar e impulsar un plenario de trabajadoras y trabajadores que logre unir la fuerza de la juventud que empieza a rebelarse contra la precarización de la vida con las y los trabajadores industriales, de servicios, de la salud, estatales, etc. para que la crisis económica y sanitaria no recaiga sobre nuestras espaldas, sino sobre las de los que la generaron: los empresarios y sus gobiernos.
Las y los trabajadores pueden darle una salida a todo esto. Este sábado, como vienen haciendo en otros puntos del país, trabajadores de la provincia de Santa Fe y de la ciudad de San Nicolás van a participar del Plenario Abierto de Trabajadores y la Izquierda que se realizará vía zoom.
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