La Izquierda Diario entrevistó a Lorenzo Rodríguez, secretario general del Sindicato Independiente Nacional Democrático de Jornaleros Agrícolas del Valle de San Quintín.
Miércoles 12 de abril de 2017
Lorenzo Rodríguez tiene 27 años. Es el dirigente del SINDJA: el Sindicato Independiente Nacional Democrático de Jornaleros Agrícolas del Valle de San Quintín. La organización encabezó uno de los más importantes movimientos en defensa de la libre contratación sindical en el país.
LID: ¿Qué dejó la pasada Caravana Por un Salario Justo que partió del Valle de San Quintín hacia la Ciudad de México en marzo pasado?
LR: La caravana, del 4 al 17 de marzo, nos permitió levantar varias demandas como la del salario justo y la seguridad social, demandas que iniciaron nuestra lucha. La diferencia es que nuestras demandas ahora ya no son exclusivas del Valle de San Quintín. Lo que encontramos en la caravana es que nuestras demandas son las mismas que los trabajadores en toda la república pues las condiciones laborales son las mismas o peores que en San Quintín. Nuestras demandas no sólo van por San Quintín, sino por todos los estados. Empezando por nuestras secciones en Morelos, Ciudad de México, Aguascalientes más los que sumamos con esta caravana, Sinaloa, Sonora, Michoacán y Guanajuato.
El primer paso ahora tras los acuerdos con el gobierno es empezar a trabajar en otros estados. Acordamos que nuestra próxima parada es un foro el proximo 25 de junio en la ciudad de Guanajuato para tener un Encuentro Regional con diferentes grupos que trabajan con jornaleros y con académicos que se especializan en el tema del campo. Queremos reflejar las condiciones reales de trabajo y explotación en cada lugar, dónde se violan los derechos laborales y las características de la lucha en cada estado.
Vamos a darle seguimiento al trabajo que hemos empezado con organismos de derechos humanos, pues la queja que presentamos abarca hasta el 2015. Pero ahora hay que darle continuidad a estos dos años para que se de una respuesta convincente desde el gobierno para resolver nuestras demandas a nivel nacional.
LID: ¿Cómo se plantean la unidad con el movimiento migrante y otras luchas?
LR: Retomaremos el tema migrante porque no se le puede dejar de lado. La mayoría de los jornaleros tienen que dejar su hogar para trabajar, la mayoría son migrantes. Y sus derechos son atacados todo el tiempo, no sólo los laborales sino todos sus derechos humanos en el traslado y el desplazamiento al que los fuerza la violencia y la falta de trabajo.
La Red de Jornaleros que aglutina a diferentes grupos que apoyan nuestra lucha nos permitió identificar diversas situaciones y problemáticas que enfrentan los migrantes en el traslado hacia otras regiones, como la violencia y el hostigamiento por parte de migración.
Tuvimos reuniones con la comisión nacional de salarios mínimos para fortalecer la lucha por el aumento salarial, que afecta mucho a los jornaleros porque hoy el salario está entre uno y dos salarios mínimos, según el tipo de trabajo y las horas que se trabajen, que van entre 10 y 14 horas.
Pedimos un salario profesional además del salario que percibimos como jornaleros, pues nuestra preparación y especialización nos permite exigir hoy ese aumento, cosa que estamos peleando como sindicato. También peleamos la gestión de becas para hijos de jornaleros o incluso apoyo a pequeños productores.
El pasado 10 de abril estuvimos trabajando en un Encuentro con El Campo es de Todos, que nos ha apoyado en múltiples ocasiones discutiendo una posible coordinación y participación futura.
Nuestra idea es acercarnos a otros sindicatos y trabajadores con quienes podamos colaborar en la lucha por mejores condiciones de trabajo en todo el país, haciendo una suma de los que luchen, buscando una unidad con la propia sociedad y el pueblo, al que llamos a unirse con nosotros.
Con todo lo que está pasando no podemos enfocarnos simplemente en nuestro sector porque es lo que ha permitido el gobierno avanzar, ha sido su fortaleza.
LID: ¿Cómo se plantean la unidad con trabajadores en lucha del campo y la ciudad?
LR:: ¿Cómo se plantean la unidad con trabajadores en lucha del campo y la ciudad?
Ahora está el problema que enfrentan los trabajadores telefonistas que luchan contra el intento de quebrar en dos el sindicato, que agrupa decenas de miles de trabajadores. Es un sindicato que busca mejores condiciones laborales y se solidariza con otros sindicatos y sectores en lucha apoyando de dsitintas maneras. Eso es lo que quiere destruir el gobeirno, por lo que hacemos tambien el llamado a solidarizarnos con los trabajadores telefonistas desde los distintos estados y acompañamos su lucha.
Si buscamos justicia, si somos de izquierda, tenemos que enfocarnos en todas las luchas y hacemos un llamado a reaccionar frente a lo que está pasando también contra los distintos pueblos originarios que defineden el agua, la tierra, un sector olvidado como sociedad desde los sindicatos y las organizaciones democráticas y populares que tiene que ser abrazado.
Despues de Nochixtlán y la represión en Arantepacua, Michoacán, es necesario unirnos. El gobierno siempre trata de acabar con movimientos que quieren defender lo que es suyo, que no permiten que lleguen empresas extranjeras que se llevan nuestra riqueza.
Hace falta mas foros, más espacios de intercambio y coordinación de organizaciones e invitar a la sociedad en general para platicar estos temas y encontrar formas de trazar un camino para seguir luchando, sin dejar nuestras luchas y respetando la autonomía de cada espacio pero coordinados, trabajando juntos para lograr el cambio que buscamos.
Un México con oportunidades para todos, donde los hijos de los campesinos no tengan que dejar las escuelas para ir a trabajar los campos para ayudar a sus padres porque a sus padres nos les da lo que ganan para sobrevivir.
Hay que voltearnos a ver y trazar un plan real no sólo en discursos -muy bonitos como los de los partidos patronales de “izquierda” o de derecha- así como de grandes dirigentes de sindicatos democráticos y de protección, incluso de organizaciones populares pero que se quedan en palabras. Las palabras se las lleva el viento y si no actuamos y trabajamos el gobierno avanza.