Luego de la elección de delegados en Shell, Gustavo Michel y Fernando Luna, trabajadores de la multinacional, hablan sobre el fraude y los pasos que seguirán para pelear la impugnación.
Miércoles 28 de septiembre de 2016 00:00
Hace poco menos de un mes se realizó la fraudulenta elección de delegados en la refinería Shell de Dock Sud. En ese momento, integrantes de la lista Celeste-Naranja, opositora a la actual conducción del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Avellaneda que dirige el diputado Alberto Roberti, denunciaron un fraude electoral porque, entre algunas cuestiones, no pudieron inscribir la lista por una maniobra del gremio. Gustavo Michel y Fernando Luna, integrantes y referentes de esa lista opositora, nos cuentan en detalle lo ocurrido durante ese proceso y los pasos que seguirán para pelear la impugnación de la elección.
Nos enteramos que, otra vez durante las últimas elecciones a comisión interna en la refinería Shell, el sindicato que dirige Roberti llevó adelante un nuevo fraude, ¿cómo fue eso?
GM: Si, otra vez Roberti se lleva un premio por no respetar la decisión de los petroleros. Decimos otra vez, porque en el 2012 proscribieron a nuestra lista Naranja y para las elecciones del 2014 la empresa, con Aranguren como CEO, nos despide a mí, a Fernando Luna y a varios compañeros más, por nuestra actividad sindical y política. Una clara práctica antidemocrática y antisindical, y otra demostración de la alianza entre la multinacional Shell y el número uno del sindicato del petróleo de Avellaneda, Alberto Roberti. Gracias a la lucha volvimos a ser reincorporados y seguimos peleando por recuperar la comisión interna para los trabajadores.
FL: Estas últimas elecciones fueron la expresión de un fraude terrible. En primer lugar porque el sindicato se adelantó y convocó a elecciones con tan sólo una semana de anticipación y, a esto hay que sumarle que, dos días antes del escrutinio se oficializaban las listas. Ese día fuimos con toda la documentación que te exigen, así inscribíamos a la lista Celeste-Naranja, ¡nos encontramos con que el sindicato estaba cerrado! Nadie nos abrió la puerta, ¡estuvimos dos horas esperando! Obviamente nosotros hicimos una denuncia pública porque generó mucha bronca entre nuestros compañeros en la refinería. Esto también lo denunció Myriam Bregman, diputada del PTS-FIT, en una sesión de la comisión que preside Roberti, el día que se discutía la ley de primer empleo. Fue en este marco que recibió las amenazas telefónicas.
Pero ¿la elección se llevó adelante?
FL: Si, se llevaron adelante, pero fue un escándalo. Desde la noche anterior había un operativo que armó la empresa "para buscar armas". Revisaban todos los autos y la combi que lleva a los trabajadores a la refinería. Durante la madrugada, Shell dejó entrar a la refinería una patota de más de 15 personas. No hay registro de quienes fueron, porque ingresaron sin fichar; cosa que es muy rara porque hay muchas medidas de seguridad en lo que hace a la entrada y salida de la planta, tanto del personal como de cualquier otra persona ajena a la empresa.
GM: El sindicato llevó una patota para obligar a la gente a votar. Los compañeros con más de 25 años de empresa nos decían que nunca habían visto nada parecido. Marcaban, seguían, y amenazaban a todos los que hablaban con nosotros o nos saludaban. En el cambio de turno armaron una especie de pasillo humano en la entrada al vestuario por el que tenían que pasar todos los trabajadores, para seguir metiendo miedo porque no votaba casi nadie. Con esto no hay dudas de que son la mafia sindical amiga de Shell. De todas formas, la gran mayoría de los compañeros no votó o quienes lo hicieron, por las amenazas votaron en blanco o impugnaron. La frutilla del postre fue que dibujaron los números de la elección de una manera totalmente absurda. Dicen que votó más del 75 por ciento de la gente y que solo hubo cinco votos en blanco y dos anulados. Son tan cara duras que le siguen mintiendo a los compañeros después de todo lo que hicieron. Como venimos diciendo: Basta de mentiras, lo que triunfó fue el repudio al fraude.
Volantes de la lista Celeste-Naranja utilizados en las distintos etapas de la campaña
¿Cómo sigue esta pelea?
GM: Hemos presentado una denuncia en el Ministerio de Trabajo para que se impugne esta elección y se llame a una nueva donde se garantice una votación limpia.
FL: También estamos lanzando una campaña por la democracia sindical. Hacemos un llamado a todo el arco político, a los organismos de derechos humanos, a personalidades públicas, a centros de estudiantes, a que nos den su apoyo. Principalmente porque creemos que son prácticas antisindicales que hay que acabar, que van más allá de Shell. Este tipo de manejos mafiosos también existen en otros gremios. Por eso creemos que es una pelea que hay que dar entre todos. Esto es un problema que afecta a muchísimos trabajadores. Por eso, en Shell no bajamos los brazos, vamos a seguir peleando.