Esta mañana el ministro del Interior y Transporte en conferencia de prensa mostró fragmentos de videos supuestamente grabados por las cámaras del tren que descarriló el 30 de diciembre en Haedo. Acusó a los obreros filmados de adulterar pruebas y anunció suspensiones y despidos para ellos.
Daniel Satur @saturnetroc
Martes 13 de enero de 2015 13:00
Foto: DyN
“Yo no creo en las brujas, pero que las hay las hay”, dijo Florencio Randazzo ante los periodistas que lo escuchaban en la Casa Rosada. Se refería a la posibilidad de que en plena campaña electoral, de la que él es protagonista como precandidato presidencial del Frente Para la Victoria, haya sabotajes contra los trenes. Justamente contra uno de sus caballitos de batalla y sobre el que deposita gran parte de sus “éxitos” de gestión.
Pero no habló ni de los otros precandidatos del FPV ni del massismo ni del macrismo. Acusó directamente a los obreros de vía y obra del Ferrocarril Sarmiento por haber adulterado las pruebas del descarrilamiento de una formación que se dirigía llena de pasajeros a Once el pasado 30 y de diciembre. Un accidente que provocó heridos, un gran susto y la indignación de los pasajeros y puso en cuestión una vez más justamente los “logros” de Randazzo con los que hace campaña.
El ministro mostró en la conferencia de prensa recortes de unos videos, editados y con graphs que ponían entre círculos a los obreros ferroviarios que estaban realizando tareas al costado de la vía al momento del descarrilamiento. Esos videos son los que se registran desde las locomotoras de los trenes chinos importados por el gobierno. Y los recortes, según el mismo Randazzo, corresponderían a la mañana del 30 de diciembre.
Dijo que, según los movimientos que se ven de los obreros antes y después del descarrilamiento, se puede inferir que adulteraron la escena del hecho poniendo tacos de madera entre las vías para que no se descubriera una supuesta “negligencia” de los operarios al no realizar las maniobras necesarias para que el tren circule sin problemas.
Y anunció que esos operarios fueron identificados y ahora enfrentan una suspensión y serán despedidos, previa instancia judicial en la que se pedirá que se los procese. Así intentó mostrar que su gestión es “implacable” con quienes no quieren que los trenes anden bien y atentan contra los “grandes esfuerzos” que hace el gobierno para mejorar el ferrocarril día a día.
A partir de las preguntas de los periodistas que pedían más especificaciones sobre la acusación, Randazzo delineó un argumento acorde a su campaña electoral. Dijo que siempre en años electorales (año por medio en Argentina, vale aclarar) se producen hechos en los trenes que dan para pensar en sabotajes y ataques interesados para desprestigiar la gestión de las autoridades. Un despropósito, claramente, al ser los trenes argentinos uno de los focos de corrupción, negligencia estatal y negociados criminales que arrastran décadas de accidentes y muertes.
Lo que sí dejó en claro es que los obreros filmados haciendo maniobras tras el descarrilamiento serán castigados con todo el peso de la ley.
Ningún periodista le preguntó a Randazzo qué opinaba sobre el coeficiente intelectual de los obreros. Una pregunta pertinente ya que los trabajadores del Sarmiento saben perfectamente que las cámaras puestas por el gobierno adelante y atrás de cada tren están puestas para grabarlos y controlarlos justamente a ellos. Ya fueron varias las ocasiones en las que Randazzo recurre a esos registros audiovisuales para culpar a los empleados ferroviarios de accidentes, choques y descarrilamientos. Si todo fuera como el ministro dice, además de negligentes saboteadores, esos trabajadores son bastante ingenuos.
Si lo que plantea Randazzo fuera verdad, el gremio ferroviario sería uno de los que más cantidad de saboteadores, delincuentes y asesinos tendría. Eso sí, en esa banda de criminales Randazzo no incluiría a José Pedraza y el “Gallego” Fernández, quienes tan buena relación mantienen hasta hoy (incluso en la cárcel por el crimen de Mariano Ferreyra) con el gobierno kiechnerista.
Así Randazzo sumó esta mañana otro episodio a su campaña electoral, haciendo un uso ingenioso de su aversión a los trabajadores ferroviarios, quienes mal que le pese junto a los usuarios son los que vienen denunciando desde hace años la decadencia de este transporte público, usado mayoritariamente por el pueblo trabajador. Un pueblo al que Randazzo no pertenece.
Daniel Satur
Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS).