La marea blanca vuelve a las calles después de la enorme Jornada del 21N con un abrazo a la Escuela Superior de Enfermería Cecilia Grierson. Será este miércoles 28/11 a las 15hs frente a la sede de Ambrosetti 601, en rechazo al cambio precarizador de la currícula por parte del gobierno de Rodriguez Larreta.Trabajadores y estudiantes en defensa de la educación y la salud pública.
Martes 27 de noviembre de 2018 20:39
Enfermería está de pie y ya no se calla se anda diciendo y no es un rumor. Hace una semana, en el día de la enfermería, la “marea blanca” de miles y miles de trabajadores y trabajadoras de la salud con sus ambos, colmaron las calles de Buenos Aires y otras ciudades del país en solidaridad contra la reforma precarizadora y flexibilizadora de la carrera profesional que el gobierno de Larreta logró aprobar en la Legislatura porteña, excluyendo a profesionales de Enfermería, Bioimágenes e Instrumentación quirúrgica.
Fue una nueva jornada de lucha en el proceso que se inició al estallar la olla que contenía la bronca de los y las trabajadoras del sector. La salud es una de las áreas que más viene siendo atacada, a nivel nacional y provincial, con despidos y persecución en el Posadas, con el proyecto de traslado del 5x1, con el cierre del Ministerio de Salud, y con un presupuesto para el 2019 que anuncia la profundización del ajuste de un sistema de salud pública que ya se encuentra colapsado.
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En el marco de este proceso, docentes y estudiantes de la Escuela Superior de Enfermería Cecilia Grierson, se encuentran defendiendo su formación profesional. Desde la Dirección de Formación Docente de la Ciudad, quieren reformar la currícula (https://www.laizquierdadiario.com/Escuela-de-Enfermeria-Cecilia-Grierson-dice-no-a-la-reforma-educativa-de-Rodriguez-Larreta). El proyecto reduce y degrada la carga teórico-práctica de 3 a 2 años y medio y virtualiza materias, poniendo en peligro cargos docentes y precarizando laboralmente a las y los futuros profesionales.
Iván es enfermero y docente de la escuela y repasa esta lucha que vienen llevando adelante. “El miércoles 28 se va a realizar el segundo abrazo a la Escuela de Enfermería. Hay que recordar que es la única escuela estatal de la Ciudad de Buenos Aires y es una escuela centenaria con un gran prestigio que ha marcado tendencia. La currícula posibilita a cualquier egresado y egresada de ese nivel terciario ir a cualquier universidad del país para hacer un ciclo de 2 años para completar la licenciatura. La reforma que quieren imponer le quitaría ese nivel técnico y sería imposible de articular con una universidad con un título degradado con tantas horas menos. Habría que preguntarle a la sociedad qué piensa de formar enfermeros y enfermeras que sepan menos de farmacología, de cálculos de dosis, de investigación, de enfermedades y procesos fisiológicos para poder determinar los signos de alarma”.
A los cambios en la formación, Iván alerta sobre el ataque a la docencia de la escuela que implica el recorte de horas, donde una gran cantidad de docentes interinos perderían su continuidad laboral.
La lucha que vienen dando desde la escuela forma parte para él de la pelea general que se viene dando desde los sectores de Enfermería y han unido fuerzas, porque la bronca ya lleva años acumulada. “El fenómeno de la marea blanca tiene mucho por hacer pero también grandes desafíos, porque el movimiento de enfermeros y enfermeras al igual que el movimiento obrero (y tal vez más) está muy fragmentado. Tenemos dificultades para hacer asambleas por los distintos turnos y regímenes de horarios; por los distintos sindicatos, los distintos niveles de atención, distintas jornadas laborales. Hay muchísimo doble empleo, más estudio, más familia, más viaje. Es un conflicto de clase pero también de género, donde las mujeres son una amplia mayoría”.
Es que la marea verde dio un enorme impulso a las mujeres trabajadoras que tomaron fuerza y se organizan cada vez más en sus lugares de trabajo. Como enfermero y docente, Iván reconoce que este es un conflicto político, educativo y sanitario. Un conflicto que se vio potenciado por esa enorme marea blanca; pese a los obstáculos que las distintas Asociaciones profesionales y sindicatos fueron interponiendo, el 21N fue una gran medida de fuerza. “Estamos de cara a un proceso donde los dirigentes no están a la altura pero las bases avanzan porque se está haciendo costumbre en los hospitales las reuniones en los servicios y las asambleas en distintos horarios. Las redes sociales ayudaron a divulgar todo lo que pasó a partir de la sanción de la reforma y llegar a todo el país. Nuestra lucha no es solamente justa sino necesaria. Tenemos que estar a la altura de organizarnos mejor para que este conflicto se gane. Vamos a llevar adelante nuevas acciones para construir un plan de lucha a nivel nacional, para no solo defender la enfermería sino también la interdisciplina, para luchar por el acceso a la educación y a la salud”.
La coordinación con los sectores en lucha es fundamental para enfrentar el ajuste del macrismo y los gobernadores. Unir fuerzas y rodear de solidaridad a la Escuela Grierson con trabajadores y trabajadoras del Hospital Durand, del Anfiteatro del Parque Centenario, con estudiantes y docentes de la zona, con pacientes y usuarios del sistema de salud público. Necesitamos organizarnos para ganar, de forma independiente a los gobiernos y partidos que nos dicen que esperemos para votar mejor en el 2019, para recuperar los sindicatos de manos de la burocracia que da tregua y divide a la clase trabajadora. Fortalezcamos con estas peleas la Interhospitalaria que viene organizándose para imponerle a las conducciones un plan de lucha unificado y votado desde las bases. Mientras el gobierno recibe con honores a los principales responsables de las guerras, el hambre y la miseria, y militariza la ciudad, los y las trabajadoras tenemos que organizarnos para derrotar el ajuste del gobierno y el FMI.