El 29 de marzo, día del joven combatiente, la Ministra del Interior, Izkia Siches, reafirmó la línea del presidente Boric, respaldando a Carabineros, una institución marcada por múltiples violaciones a los derechos humanos, y por casos de corrupción millonarios.
Miércoles 30 de marzo de 2022
A casi tres semanas de haber asumido el gobierno de Gabriel Boric, resulta innegable el curso de derechización de su accionar, ya se venía desarrollando con fuerza desde la campaña presidencial del año pasado, pero que hoy toma ribetes más profundos.
Esto ha quedado demostrado con el nombramiento del General Director de Carabineros Ricardo Yañez, principal encargado de la represión de Octubre del 2019, en contra las manifestaciones, y el gradual respaldo hacia la institución cuestionada transversalmente por hechos de corrupción, y múltiples violaciones a los derechos humanos.
Sin embargo, esta vez, la validación pública de la institución casualmente no vino de parte del presidente Boric, sino de la Ministra del Interior, Izkia Siches, coronando así las sistemáticas declaraciones de apoyo hacia Carabineros, donde la represión de Carabineros se ha hecho evidente.
“No vamos a tolerar ataque violentos, ya sea el intento de quemar un local comercial o más grave: la golpiza a nuestros funcionarios de Carabineros”, señalo Siches, agregando “En este sentido, quiero decir que Carabineros cuenta con todo nuestro respaldo, de todo nuestro ministerio, para seguir con su trabajo y proteger a los chilenos y chilenas; siempre con respeto a los Derechos Humanos”, en el marco de la reubicación del gobierno respecto al Carabinero que disparó en contra de un estudiante, ya que al parecer tanto para la institución como para el propio ministerio se habría justificado el uso del arma, luego de la circulación de un video.
Todas estas declaraciones, ni más ni menos que en el día del joven combatiente, que junto con recordar el asesinato de los hermanos Vergara Toledo, y Paulina Aguirre, conmemora y simboliza la lucha de todas y todos aquellos militantes de izquierda, y activistas que vivieron en carne propia la represión de la dictadura de Pinochet, en perspectiva de una sociedad diferente. Una amnesia un tanto sugerente de parte de un gobierno tan pendiente de los símbolos.
A su vez, distintos referentes de los partidos del gobierno, incluidos los del régimen de los 30 años como el caso del Partido Socialista (PS) y el Partido por la Democracia (PPD), se unieron al concierto de opiniones donde Carabineros, buscando equilibrar entre la justificación represiva y el “respeto” a los derechos humanos.
“Creo que lo que tenemos que hacer como experiencia en todo momento el derecho a la movilización constituyente, lo que ya indiqué, un derecho. Tenemos que darnos la idea que al fin el tema es un mensaje político”, señaló el histórico referente del PC, Lautaro Carmona de acuerdo a Radio Cooperativa.
En el caso de la presidenta del PPD, Natalia Piergentili, esta sostuvo que "la idea es que podamos ser más cautos a la hora de tener toda la información antes de salir a comunicar y esto no es para quitarle gravedad a los hechos, sino más bien para entender en qué contexto se dieron".
Un gobierno de símbolos y represión
Es claro que hay una tijera que se le ha abierto al gobierno respecto a las expectativas de amplios sectores de masas, y la imagen de gobernabilidad con la que desde un comienzo a buscado congraciar a los grandes empresarios, y las capas medias escépticas de las reformas del gobierno, un nicho que ha tratado de copar la derecha desde hace un tiempo, pero sin lograr éxito, producto de su propia crisis interna.
Los intentos de diálogo a propósito de la militarización el Wallmapu, sumado a la presión por el quinto retiro, la libertad de las y los presos políticos de la rebelión, y la administración de la represión siguen siendo temas sensibles para este gobierno, quien pareciera alejarse cada vez más de su discurso como representante del estallido social, canalizado en la actual Convención Constitucional, y se posiciona cada vez más como un continuador de los gobiernos ex concertacionistas, a los que tanto criticaron en su momentos.
Frente a un gobierno que no entrega ninguna confianza respecto al cumplimiento de las demandas democráticas y populares presentes en octubre de 2019, resulta fundamental retomar el camino de la movilización en las calles exigiendo la disolución de la policía, la liberación de las y los presos políticos de la rebelión y mapuche, y juicio y castigo a los responsables políticos y materiales de los crímenes y violaciones a los derechos humanos durante la rebelión del 2019.