Deuda fraudulenta. En el marco del ajuste, la semana próxima el Gobierno pagará USD 230 millones al Club de París

Tras el acuerdo alcanzado por el oficialismo con el Club de París un mes atrás y anunciado por el ministro de economía Martín Guzmán, Argentina deberá pagar el miércoles 28 de julio la primera parte de los USD 430 millones que el organismo exigió a cambio de no considerar a el país en default. Esos USD 430 millones son tan sólo una parte de los USD 2.400 millones que en total Argentina debe a ese organismo de crédito.

Ese entendimiento parcial fue con el objetivo por parte del Ministerio de Economía de estirar el tema hasta marzo de 2022 para poder concretar un nuevo acuerdo con el FMI que reemplace al firmado por Macri en 2018, ya que sin esa reestructuración que espera el Gobierno, admiten que no podrían hacer frente al saldo pendiente con el Club de París.

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El pago de la semana próxima es tan solo uno de los tres vencimientos que tiene que afrontar el Gobierno. En septiembre y diciembre hay plazos para pagarle al FMI que son más onerosos que el actual de USD 230 millones. En cada ocasión Argentina deberá desembolsar casi US$ 1.884 millones, lo que implica una suma bastante alta en un lapso corto de tiempo. A eso se agregan otros USD 350 millones por los llamados intereses especiales de giro (DEG), la moneda del FMI.

De esta manera, los vencimientos de pago al Club de París y al FMI en este año, habría una demanda de divisas de casi USD 4.700 millones. Esto implica una presión sobre el Banco Central, que durante la primera parte del año logró acumular reservas gracias a los grandes ingresos de los agroexportadores con la suba de precios internacionales pero que se espera, comenzarán a ser usadas durante esta segunda mitad del 2021 para contener el tipo de cambio y evitar tensiones con el dólar en el marco de la disputa electoral.

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Todos estos pagos que el Gobierno debe realizar son recursos que van a manos de entidades financieras que lucran a través del sometimiento a los países atrasados, en lugar de ser destinados a las necesidades de las mayorías en el país. Vale tener en cuenta que desde el oficialismo con el objetivo de lograr un acuerdo con el FMI que le permita patear en por lo menos 10 años lo adeudado, se avanzó con el ajuste en jubilaciones a través de la suspensión de la movilidad jubilatoria, en salarios de empleados públicos que acumulan una pérdida del poder adquisitivo del 40 % en los últimos años, y en partidas claves en el actual contexto como salud, Junto a la eliminación del IFE para los millones que lo recibían. Todo esto fue con el fin de mostrar un menor gasto público ante los ojos del FMI.

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A pesar de que una parte de la coalición de gobierno lance discursos en contra de los organismos multilaterales de crédito, lo cierto es que hasta el momento el rumbo tomado sigue siendo el de pago sin investigación ni cuestionamiento a pesar de la agravamiento sin pausa de las condiciones de la población trabajadora. Tanto Fernández como otros funcionarios, entre ellos Fernanda Vallejos o Claudio Lozano, habían denunció las irregularidades del endeudamiento durante el macrismo, pero hoy en día siendo gobierno están dispuestos a seguir honrando la deuda.

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