Desde el Laboratorio de Hemoderivados de la UNC trabajan en la elaboración de un concentrado de anticuerpos para el tratamiento de pacientes con COVID-19, a partir del plasma sanguíneo de pacientes ya recuperados.

Santiago Benítez Dr. en Biología - Conicet - @santiagombv1
Miércoles 8 de abril de 2020 01:42
En una iniciativa única en Latinoamérica, el Laboratorio de Hemoderivados de la Universidad Nacional de Córdoba ofreció al Ministerio de Salud de la Nación el desarrollo y producción de un concentrado de anticuerpos para el tratamiento de pacientes críticos con diagnóstico positivo para COVID-19. Estos anticuerpos se extraen del plasma (un componente de la sangre) de pacientes que ya se recuperaron de esta enfermedad, mediante procesos industriales y tecnológicos. Los anticuerpos “atacan directamente al coronavirus y ayudan a las defensas del paciente acelerando y mejorando su recuperación”, siendo “una alternativa con alta efectividad terapéutica y biológicamente segura”, según indicó a La Izquierda Diario el Dr. Sergio Oviedo, Director de Sustentabilidad y Comunicación del Laboratorio de Hemoderivados.
Es importante distinguir entre este “medicamento biológico inyectable” y una vacuna: “Una vacuna lo que hace es introducir en el cuerpo humano una toxina, un antígeno proveniente de un virus o una bacteria. El cuerpo humano responde a esta entrada activando su mecanismo de defensa y produce unas proteínas llamadas gammaglobulinas que son anticuerpos que atacan a cada tipo de microorganismo de manera específica y lo inactiva.” Todavía no se ha desarrollado una vacuna para el COVID-19.
Te puede interesar: Reclamos en varias provincias por falta de test para Covid-19
Sin embargo, aquellas personas que se curaron del COVID-19 “tienen muchos anticuerpos en un componente de su sangre que se llama plasma y en este caso se lo conoce como ‘plasma convaleciente’. El plasma es la materia prima para obtener las gammaglobulina enriquecida con anticuerpos anti coronavirus.” Con esta distinción Oviedo señala que no quieren generar expectativas más allá de lo posible, el tratamiento que proponen no es una vacuna, sino un medicamento biológico inyectable que mejora las condiciones del paciente.
El plasma es la porción líquida de la sangre, lo que queda luego de remover los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y todo el resto de las células de la sangre. Contiene muchos componentes como proteínas, grasas, vitaminas, hormonas y sales. Cuando una persona tiene una infección, su organismo reacciona creando anticuerpos para defenderse. Estos anticuerpos quedan almacenados durante mucho tiempo, incluso años, una vez que la persona se recupera. De hecho, los test serológicos utilizados para detectar el coronavirus y otras enfermedades se basan, en realidad, en la detección de estos anticuerpos producidos por el organismo para combatir al virus.
Te puede interesar: Cómo funciona el test para COVID-19: ¿puede mejorarse?
El tratamiento por gammaglobulina enriquecida también se diferencia de la simple transfusión de plasma convaleciente. Para los que tengamos cierta edad, nos acordaremos de las campañas de “done plasma” para el tratamiento de la Fiebre Hemorrágica Argentina, que se utilizó hasta que se logró desarrollar una vacuna específica. Esta es una metodología antigua y riesgosa, pero se está aplicando actualmente en algunas partes del mundo en pacientes graves con COVID-19. Sin embargo, la apuesta del laboratorio de Córdoba es avanzar en procesar el plasma convaleciente para obtener un medicamento inyectable específico.
Hasta que este medicamento esté disponible para el tratamiento de pacientes con COVID-19 se deben cumplir una serie de pasos. Algunos de ellos ya se han dado, como asegurar la factibilidad técnica y operativa de producir el medicamento en el Laboratorio de Hemoderivados. Un paso logísticamente complicado es obtener la materia prima, el plasma de pacientes convalecientes de COVID-19, una gestión para lo cual dependen del Ministerio de Salud de la Nación. Finalmente, son también necesarios los trámites regulatorios para lo cual se cuenta con la asistencia del ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica).
El Laboratorio de Hemoderivados es un laboratorio farmacéutico público perteneciente a la Universidad Nacional de Córdoba. Es el único productor nacional de hemoderivados y uno de los tres productores de América Latina, siendo actualmente la única planta con su capacidad operativa a pleno. Produce medicamentos hemoderivados, fármacos inyectables de pequeño volumen, y tejidos óseos de origen humano. Oviedo nos señala que “a nivel internacional los otros elaboradores de hemoderivados (de los cuales no hay más de 10 en todo el mundo) están trabajando con esta misma iniciativa. Nuestro caso es el único en Argentina y en Latinoamérica.” También señala la importancia de todos los trabajadores de este laboratorio público: “reconocemos el esfuerzo y el sacrificio de las 300 familias que trabajamos aquí y que estamos y estaremos presentes para aliviar y mejorar la salud de todos.”

Santiago Benítez
Dr. en Biología. Investigador del Conicet. Militante del Partido de Trabajadores Socialistas (PTS).