Publicamos esta declaración de la agrupación juvenil Contracorriente y la agrupación de mujeres Pan y Rosas que han iniciado una campaña por la devolución de las tasas, el fin de los convenios universitarios con empresas armamentísticas y la solidaridad con las luchas obreras.
Jueves 3 de noviembre de 2022
Los precios aumentan igual que lo hacen los beneficios de las empresas energéticas y los presupuestos militares. A la vez, nuestros salarios pierden valor, la precariedad crece y los alquileres continúan por las nubes. Ante una nueva crisis, la universidad vuelve a dejar de lado a la juventud trabajadora y los sectores populares. Es hora de devolver el golpe y pelear por un programa de emergencia desde nuestras universidades.
1. Por la devolución de las tasas universitarias
La situación de precariedad que vivimos la juventud empeora con la inflación. Pensemos que en 2020 el salario medio de un joven hasta 34 años se situaba alrededor de los 970€ mensuales netos según el Consejo de la Juventud de España. Además, la temporalidad es del 60,5% y los trabajos a tiempo parcial involuntarios son del 37,5% entre los 16 y los 24 años, por lo que dicen las fuentes del Ministerio de Trabajo y Economía Social. El resultado son sueldos de mierda que valen cada vez menos y una absoluta inestabilidad laboral.
Sumémosle el precio de las matrículas que continúan siendo superiores a 1.000€ con diferencias entre grados y el recargo por repetir asignaturas. Un esfuerzo enorme para gran parte del alumnado y, especialmente, una barrera para aquellos y aquellas que venimos de familias de clase trabajadora.
No solo esto, sino que el precio del alquiler medio en la ciudad de Barcelona se sitúa este año en 997€. Nuestra realidad es la imposibilidad de emanciparnos y la dificultad para pagarnos los estudios teniéndolo que compaginar con curros precarios.
Porque la crisis económica no se descargue también sobre las estudiantes, planteamos la devolución de las tasas universitarias de este año.
2. Por el fin de los convenios universitarios con empresas armamentísticas
Pero somos conscientes que detrás del aumento de los precios se esconde la protección de las ganancias de las empresas. En este sentido, el Gabinete Económico de CCOO publicaba un informe que señalaba como los beneficios empresariales fueron los responsables del 83,4% de la inflación durante el primer trimestre de 2022.
Muchas de estas empresas que nos hacen pagar la crisis se encuentran en la universidad. Como Repsol, que ha obtenido 2.539 millones de beneficio neto en el primer semestre. Mientras continúa destruyendo el planeta, la UB le proporciona una cátedra de transición energética. El Santander, la entidad financiera por excelencia con presencia en todas las universidades: ya se ha embolsado más de 7.316 millones de euros en lo que va de año.
Y es que las empresas energéticas y la banca están estrechamente vinculadas con las políticas imperialistas de la Estado Español. Ambas se benefician del rearme para proteger su expolio en todo el mundo. No podemos olvidar la participación de la banca en la industria armamentista. Según el informe de la Banca Armada elaborado por el Centro Delàs, destacan BBVA, Santander, ING, Deutsche Bank, Banco Sabadell, Bankia y CaixaBank.
Otro ejemplo de empresa clave en el rearme es Indra. Se trata de una compañía dedicada en gran medida al armamento y tiene presencia en el Foro Social y Empresarial de la UPF. Entre sus principales accionistas destaca la empresa pública Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Así, no se de extrañar que el Ministerio de Defensa sea su principal cliente en el terreno militar.
Contra el discurso de unidad nacional para defender el imperialismo español, la juventud tenemos que enfrentar este rearme destinado a continuar oprimiendo el resto de pueblos del mundo. A la vez que rechazamos profundamente la invasión reaccionaria de Putin, nos plantamos ante los Presupuestos generales del Estado que aumentan el gasto militar. Porque el fortalecimiento del imperialismo español es para defender los intereses del IBEX y blindar la frontera tan duramente como haga falta. El asesinato de decenas de inmigrantes a Melilla, la defensa de la actuación por parte de Marlaska y el silencio de Unidas Podemos son la prueba.
Por eso, nos plantamos en la universidad y le exigimos que rompa relaciones con todas las empresas armamentísticas como Indra, así como aquellas que invierten en el negocio de las armas entre las cuales incluimos toda la banca.
3. ¡Solidaridad con las luchas obreras!
El gobierno del PSOE y Unidas Podemos, ayudados por la burocracia sindical, garantizan el empobrecimiento de la clase trabajadora y los sectores populares manteniendo la subida de los salarios por debajo de la inflación.
Ellos están con la patronal, pero las estudiantes estamos con los y las trabajadoras. Damos voz en sus luchas y hagámoslas nuestras, llevémoslas en la universidad y apoyémoslas en los piquetes. Levantamos comités de solidaridad en cada centro de estudio conjuntamente con otras organizaciones estudiantiles y juveniles de clase.
Contra el aumento del coste de la vida que nos hace perder poder adquisitivo, defendemos la actualización automática de los salarios de acuerdo con el IPC. Para combatir el paro y la precariedad, reivindicamos la reducción de la jornada laboral sin reducción de sueldo. Porque no tiene sentido que, mientras unos no encontramos trabajo, otros tienen que matarse en jornadas eternas. Repartimos las horas para trabajar todos y todas y trabajar menos.
Por un movimiento estudiantil autoorganizado en alianza con el movimiento obrero
Desde Contracorriente y Pan y Rosas consideramos que los tres puntos planteados son de urgencia ante la situación que vivimos. Por eso, basura un llamamiento a las organizaciones juveniles como el SEPC, Arran, el Sindicato de Estudiantes, AEP, el Frente de Estudiantes, Abrir Brecha, Horizont Socialista o End Fossil para luchar conjuntamente por estas demandas y otras que puedan surgir del debate.
Impulsar en nuestros centros de estudio instancias de organización radicalmente democráticas independientes de los partidos capitalistas es fundamental para desarrollar un movimiento estudiantil en alianza con la clase trabajadora.
Luchamos por una universidad totalmente gratuita y libre de empresas para poner el conocimiento al servicio de dar respuesta a las necesidades sociales. Ni rectorados ni decanatos ni empresas: universidad gobernada por estudiantes junto con el personal docente y no docente.
¡Construimos una juventud anticapitalista, socialista y revolucionaria!
Creemos que la fusión del conocimiento, la capacidad creadora de quienes mueven el mundo y la planificación económica tiene un potencial enorme. Apostamos por la organización racional, comunitaria y no sexista del trabajo doméstico como parte de acabar con la opresión de género y de las disidencias sexuales. Por eso, defendemos la lucha por una sociedad socialista donde abolimos la propiedad privada de los medios de producción y de cambio con la conquista del gobierno de las y las trabajadores organizado democráticamente desde bajo.
