El ministerio de Economía difundió un comunicado que describe las negociaciones con los acreedores, e incluye la oferta que hizo BlackRock. Se recalienta la pulseada. Hay que poner en discusión el desconocimiento soberano de la deuda.

Mónica Arancibia @monidi12
Miércoles 6 de mayo de 2020 00:08
A pesar de la crisis que atraviesa Argentina, con despidos, suspensiones y recortes de salario el Gobierno continúa la negociación con los especuladores para alcanzar un acuerdo de reestructuración de la deuda bajo legislación extranjera.
Este martes el Ministerio de Economía publicó a través de un comunicado las rondas de reuniones que hubo con los acreedores, una oferta que realizó el fondo BlackRock, y nuevas proyecciones macroeconómicas. Una especie de declaración para mostrar que el Gobierno hizo todo lo posible para honrar la deuda.
Este viernes se cumple la fecha límite para que los acreedores den una respuesta sobre la oferta oficial. Sin embargo, el país tiene hasta el 22 de mayo para negociar, fecha cuando vence el plazo para el pago de intereses de tres bonos.
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Los acreedores presionan para obtener más beneficios y el Gobierno les propuso a los tres comités de acreedores que presentaran una contraoferta para alcanzar un acuerdo.
Economía en picada y trato preferencial a los acreedores
El comunicado afirma que “las Autoridades han implementado una estrategia integral de gestión de la deuda desde sus primeras semanas en el cargo que incluyó: a) mantener un diálogo transparente, de buena fe y constructivo con los acreedores a través de un proceso ordenado, y b) mantenerse al día con los pagos de intereses, incluso mediante el uso de reservas internacionales, durante el tiempo que el país pudiera afrontar estos pagos de manera responsable”. Las declaraciones confirman la voluntad de llegar a un acuerdo. En lo que va del año el Gobierno desembolsó para pagar la deuda una suma mayor a los U$S 5.000 millones.
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Hay que recordar que a fin de año el Gobierno logró aprobar la ley de "solidaridad", donde las mayorías (sin tocar los intereses de los bancos, entre otros ganadores de la era Macri) debían aportar para que se pague la deuda.
Por su parte, en el documento publicado por el Ministerio se recalcularon las proyecciones económicas. La economía tendrá un derrumbe del PBI de 6,5 % este año, y para el siguiente año se calcula una baja de 3 %; y un déficit fiscal de 3,1 %. La anterior estimación oficial (sin evaluar el impacto del coronavirus) preveía una caída del 1 % del PBI.
También se publicó un borrador que el Gobierno presentó a los acreedores antes de la propuesta vigente que incluía bonos más cortos y sin quita de capital; y un detalle minucioso con las videoconferencias realizadas con los acreedores. Un trato muy diferente a los millones de precarizados que fueron rechazados para acceder al subsidio de $ 10.000 y que tienen que esperar un mes para hacer el reclamo.
La oferta de BlackRock
El Gobierno también publicó la contrapropuesta que hizo el fondo BlackRock.
El fondo propuso pagar la tasa de interés de los nuevos bonos de la siguiente manera: en el primer año de pago, el 75 % se pagaría con un bono y el 25 % en efectivo; en el segundo y tercer año, 50 % y 50 %; y el cuarto, el 25 % en un bono y el 75 % en efectivo.
BlackRock sostuvo que “el acuerdo de los tenedores de los Bonos Existentes con cualquier oferta de canje se basará en que Argentina llegue a un acuerdo mutuamente aceptable con el FMI para ingresar en un nuevo acuerdo de Facilidades Extendidas”. Es decir, exigían que el país acuerde con el Fondo un pacto que incluye reforma laboral y previsional en sus condiciones y se extiende a diez años. Poco sorprende los pedidos de un fondo que tuvo participación en la gráfica R.R. Donnelley que cerró y dejó a cientos de familias en la calle. La fábrica se llama en la actualidad Madygraf y es gestionada por sus propios trabajadores, un pequeño gran ejemplo de resistencia cuando los directivos abandonaron la planta.
El Gobierno indicó sobre la oferta del fondo de inversión que “era básicamente incompatible con el marco macroeconómico de las Autoridades y no reconocía la necesidad de un alivio de flujo de efectivo a largo plazo para garantizar la sostenibilidad de la deuda pública de Argentina”.
Desde el fondo de inversión, según publicó el sitio Infobae, explicaron que la propuesta incluía lineamientos para discutir y que su intención es llegar a un acuerdo razonable.
La pulseada Guzmán y acreedores seguirá. ¿El Gobierno ofrecerá más beneficios a los especuladores? Esperar y ver.
Como analizó el especialista Martín Míkori en la propuesta del gobierno la quita varía entre el 50 % y 60 % e incluso en un “mal” escenario para los acreedores sigue siendo un buen negocio.
Rechazar el pago de la deuda
La izquierda planteó desde el año pasado que la deuda era fraudulenta e impagable, mientras el actual gobierno prometía que se podía negociar con los especuladores y el FMI y terminar con el ajuste del macrismo.
En medio de la crisis por la pandemia que agudizó los problemas de una economía inestable, Argentina podría una vez más entrar en default si no se llega a un acuerdo con los acreedores.
Es necesario luchar por una salida de otra clase a la crisis nacional con la movilización de la clase trabajadora para realizar un desconocimiento soberano de la deuda, como parte de un plan de conjunto con medidas como la nacionalización de la banca y el comercio exterior, impuestos a las grandes fortunas, entre otras para que la crisis la paguen los capitalistas.
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Mónica Arancibia
Nacida en Bs. As. en 1984. Es economista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas. Coedita la sección de Economía de La Izquierda Diario.