×
×
Red Internacional
lid bot

PANDEMIA Y VORACIDAD PATRONAL. En medio de la pandemia, los ricos se enriquecen más

En plena pandemia, empresas como Amazon se enriquecen a costa de la explotación de millones de trabajadores, de la degradación de sus condiciones laborales, de poner en riesgo su salud y hasta su vida y de beneficiarse de los rescates económicos.

Viernes 17 de abril de 2020

No todos pierden en medio de la pandemia, de hecho, hay quienes por el contrario les está yendo muy bien, como siempre es ese selecto grupo de personas a las que llamamos multimillonarios. Uno de ellos es Jeff Bezos fundador de Amazon, la cual es una empresa de Estados Unidos dedicada al comercio electrónico y servicios de computación. Es decir que es una compañía cuya actividad principal es vender bienes a través de Internet; desde lejos parece una actividad noble distribuir mercancías, pero, entonces, ¿cuál es el problema?

Bueno, comencemos con algunos otros datos acerca de esta transnacional. Amazon es propietaria de Alexa Internet, a9.com, Shopbop, Internet Movie Database (IMDb), Zappos.com, DPreview.com y Twitch1​ en Irlanda, Canadá, Australia, Alemania, Austria, Francia, China, Japón, Italia, España, Países Bajos, Brasil, India y México para poder ofrecer los productos en esos países. También está presente en otras naciones. Lo primero que hay que apuntar es que es un oligopolio ya que se apropia de ciertas actividades a partir de ser dueña de una coalición de compañías, junto con el hecho de que es parte del capital trasnacional, ya que como se puede ver tiene presencia en un montón de países.

Hoy por hoy, sus acciones han subido 5.3% hasta el pasado martes, elevando la riqueza de su fundador a 138,500 millones de dólares estadounidenses, es decir que mientras la pandemia destapa la crisis capitalista actual, hay sectores de la burguesía que siempre aprovechan para hacer negocios como es el caso de Amazon. Pero ¿no es derecho de cada persona poder enriquecerse de su trabajo? Efectivamente, todos deberían tener el derecho de gozar del fruto del propio trabajo, pero aquí hay un solo problema, que Bezos y sus socios no están acrecentando sus fortunas producto de su propio esfuerzo individual.

¿Cómo es que Amazon se está enriqueciendo?

Amazon y otras empresas privadas están amasando sus fortunas con esfuerzo ajeno, de entrada, porque además de extraer plusvalía de sus propios trabajadores, están siendo apoyadas por parte de gobiernos y bancos centrales, es decir por dinero público que viene del bolsillo de los contribuyentes. Esto quiere decir que el pueblo pobre y trabajador aporta de manera involuntaria ese dinero recaudado por el pago de sus impuestos.

Por ejemplo, en EE.UU. existe un plan de rescate de dos billones de dólares, que incluye a los contratistas independientes y trabajadores de plataformas en línea, trabajadores de guardia y trabajadores temporales, que serán elegibles para recibir ayuda federal como los de Uber o la misma Amazon.

Eso quiere decir que a pesar de que las utilidades crecen, la transnacional, está recibiendo subsidios librándola de determinadas responsabilidades, lo cual es problemático porque a pesar de que los salarios estén creciendo en Amazon, eso no es suficiente para que los trabajadores vivan dignamente. Se requieren prestaciones como seguro médico, de vida y vacaciones entre otras conquistas, que tendrían que ir por cuenta del patrón. Pero esto no es así, en EE.UU., Amazon se aprovecha de la crisis del Covid-19 para pasar esas responsabilidades al erario público.

Eso nos lleva a reflexionar sobre la precarización laboral, práctica que la empresa tenía desde mucho tiempo antes de que el Covid-19 apareciera, ya que los grandes propietarios no se enriquecen del esfuerzo propio, lo hacen a costa del empobrecimiento de cada trabajador. El año pasado, entre el 27 y el 29 de septiembre, a causa de estas condiciones, los trabajadores de Amazon Alemania se organizaron para enfrentar a la patronal de forma internacional, pues son presas de bajos salarios, contratos basura y la prohibición de la sindicalización, entre otros abusos, para vivir a costa de su trabajo.

Te puede interesar: Precarios del mundo uníos: trabajadores de Amazon discuten una estrategia de lucha internacional

Además, hoy con el Covid-19, la exigencia del mercado ha llevado a que se obligue a los trabajadores de la transnacional a aceptar condiciones que son peligrosas para su salud y hasta para su vida, pues de sus 74 centros de distribución en EE.UU., en 50 de ellos hubo casos de infecciones por Coronavirus. Ya que en vez de parar la producción y sanitizar las instalaciones, se les orilló a trabajar como si nada, lo cual resultó en crear un foco de contagio comunitario.

Te pude interesar: Amazon: las acciones por las nubes-la-salud-de-los-trabajadores-por-el-piso

Las fortunas de los ricachones

Esta situación no solo la perpetra Amazon, es una constante del mundo capitalista. La podemos encontrar como el patrón común de todas las grandes empresas y en este momento sobran ejemplos, como Waltmart, propiedad de Alicia, Jim y Rob Walton, cuya fortuna está valuada en 169,000 millones de dólares, con un aumento del 5% desde que inició este año. El director ejecutivo de Tesla Inc., Elon Musk, sumó a su fortuna 10,400 millones de dólares, superando a todos menos a Bezos.

También se encuentra Eric Yuan, fundador de Zoom Video Communications Inc., su riqueza ha incrementado más del doble a 7,400 millones de dólares, a causa de la creciente demanda de su servicio de teleconferencia, que es utilizado para continuar con la cadena de valor ahí donde es posible. Es decir que el capitalismo funciona persiguiendo la ganancia como sea sin importar el bienestar de sus trabajadores, ya que todas estas empresas echan mano de la precarización laboral, lo cual nos tendría que servir para desmentir el mito liberal burgués, “los ricos son ricos porque se esforzaron y si te molesta es envidia”.

Una vez que reconocemos que estas premisas son falsas, el siguiente paso es darnos una salida, que requiere dar fin a la precarización laboral que excluye a miles de trabajadores de los servicios de salud, detener todas las industrias no esenciales para la vida humana y garantizar condiciones sanitarias óptimas para evitar los contagios en donde sea necesario continuar con las actividades, como los hospitales.

Expropiación de las empresas que despidan a los trabajadores, cobro de impuestos progresivos a las grandes fortunas y más para empresas como Amazon, con el fin de financiar la aplicación de pruebas masivas contra el Covid-19 y de obtener material médico suficiente. Para garantizar esto se requiere que los trabajadores controlen las industrias, empezando por el sistema de salud, para lo cual dichas instituciones deben ser centralizadas y las que son privadas, nacionalizadas.