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Red Internacional
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Dichos y hechos. En medio de la polémica Sputnik, Fernández dijo que la salida a la pandemia "está acá nomás"

A la vez que trascendía la carta de la asesora presidencial por el retraso de la vacuna Sputnik V, Alberto Fernández hacía un discurso de campaña diciendo que "la puerta de salida" a la pandemia "está acá nomás". Entre relatos, operaciones y realidad.

Jueves 22 de julio de 2021 21:51

Este jueves, el gobierno del Frente de Todos expuso una vez más sus contradicciones entre discurso y práctica, en lo que hace a sus decisiones políticas frente a la pandemia. El mail donde la asesora presidencial, Cecilia Nicolini, reclama al CEO del Fondo Ruso de Inversión Directa, por el retraso en las entregas de la vacuna Sputnik V; contrastó con lo que dijo Alberto Fernández en un acto en la localidad bonaerense de Varela, que "la puerta de salida" a la pandemia "está acá nomás".

Aunque los datos del Monitor Público de Vacunación, revelan que en Argentina solo alrededor de 5 millones de personas tienen completo el esquema de vacunación.

Resuena el eco de una elocuencia que el gobernador Axel Kicillof tuvo hace una semana, en otro acto oficial: "Uno en campaña puede, en el entusiasmo a veces, ni siquiera de mala fe, decir una cosa u otra...", dijo. El Gobierno ya se había mostrado "entusiasmado" en superar al virus, cuando el ministro Guzmán armó el Presupuesto para el 2021, sin contemplar el llamado "presupuesto covid", con el argumento de que este año no habría pandemia porque se iba a avanzar en la vacunación. Aquel negacionismo de ocasión del ministro de Economía, que implicó fuertes recortes en el área de salud y partidas sociales y que fue avalado por el voto unánime del Frente de Todos en el Congreso, favoreció las negociaciones para el pago de la deuda con el FMI, pero no al combate contra el coronavirus.

Ahora sí en campaña, el Gobierno hace tribuna electoral de cada mínimo avance en la distribución de dosis de las vacunas. Pero la decisión política de someterse a las imposiciones de los grandes laboratorios dueños de las patentes y sus socios locales, como Hugo Sigman del laboratorio mAbxiencie y Marcelo Figueiras, de Richmond, sigue siendo el principal motivo por el cual todavía estamos muy por detrás de vacunar al conjunto de la población. No olvidemos que, frente a nuestras narices, se fugaron 100 millones de dosis de la británica AstraZeneca, de las cuales volvieron poco más de 8 millones.

Un nuevo capítulo se abre con el retraso en la entrega de la segunda dosis de la Sputnik V. Por otro lado, aún no está claro ni cuándo ni cuántas dosis recibirá Argentina por la producción local de esta vacuna en el laboratorio Richmond. Mientras a 2,7 millones de personas se les venció el plazo recomendado para recibir la segunda dosis, de cuyo esquema completo, depende fortalecer el sistema inmunológico de la población para combatir la peligrosa cepa Delta. Un beneficio del que sí goza, el propio presidente de la nación.

La táctica de "presionar" para ceder ante los laboratorios

Según el periodista Carlos Pagni, la carta donde la asesora del presidente le imputa al Fondo ruso que están "soportando persecuciones legales como funcionarios públicos debido a estas demoras, poniendo en riesgo nuestro Gobierno", habría sido filtrada por el ahijado del exministro Ginés Gonzáles García y luego por el diputado oficialista y amigo de Hugo Sigman, Pablo Yedlin. Este último, es el mismo que salió a atacar públicamente el proyecto del Frente de Izquierda Unidad, para declarar de utilidad pública el laboratorio mAbxience y avanzar en envasado de las formula británica y su inmediata distribución local. Aunque los compromisos comerciales ya pagos vienen siendo pisoteados por los grandes laboratorios, el Gobierno rechaza cualquier tipo de medida que afecte a estos intereses privados y a las patentes.

Con el secretismo que rodea a los acuerdos firmados entre el Estado y los laboratorios, los que andamos de a pie nos enteramos de estos escándalos a través filtraciones que hacen a la interna del Frente de Todos, en vísperas de los cierres de listas y por la operación constante de los grandes medios de comunicación que, en línea con la oposición de derecha, toman partido por los laboratorios norteamericanos y su disputa geopolítica con el Estado ruso -también capitalista, vale aclarar.

Juntos por el Cambio, principal lobbista de la yanqui Pfizer, desplegó toda su demagogia y volvió a imputarle al Gobierno tener un "capricho ideológico" con la patente rusa. El discurso se repitió en boca de Mario Negri, Maximiliano Ferraro y de la infame Patricia Bullrich. Pero el Frente de Todos demuestra un pragmatismo sin rastros de principios: en las líneas escritas por Nicolini, la asesora le echó en cara al Fondo Ruso, que Argentina ya estaba avanzando en acuerdos comerciales por vacunas con Estados Unidos. Según sus declaraciones de este jueves, esto habría sido una suerte de táctica de presión.

La realidad es que Alberto Fernández terminó sacando por decreto lo que sus propios diputados no se animaron a aprobar en el Congreso: darle a los laboratorios yankis la inmunidad por la que venían presionando y de esta manera, no se harán responsables por ningún efecto adverso que puedan provocar sus vacunas.

El Frente de Izquierda - Unidad es la única fuerza que viene planteando un plan de emergencia, que podría haber significado avanzar mucho más rápido y a gran escala, en los objetivos de vacunación. Porque es la única alternativa independiente, que no duda en poner por delante la vida y la salud de las mayorías por sobre las ganancias de los laboratorios y las grandes patronales que, en pandemia, no han hecho otra cosa que enriquecerse a costa del sufrimiento de millones. Su compromiso es luchar por que se liberen las patentes, por declarar de utilidad pública de los laboratorios y por la unificación del sistema de salud público y privado. Estas son algunas de las demandas que el pueblo trabajador y pobre necesita conquistar para invertir las prioridades y terminar con tantas muertes evitables.