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Red Internacional
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PRESIONES PARA CENSURA, CIERRE Y DESPIDOS. En medio de las sanciones de Trump, la multinacional DIRECTV cesa operaciones en Venezuela

Las presiones del gobierno estadounidense para sacar de la parilla de DIRECTV canales relacionados con el gobierno nacional, llevaron a que la multinacional estadounidense AT&T deje sin su señal de televisión por cable a los venezolanos. Los trabajadores se enteraron del cierre y sus despidos por whatsapp y correo electrónico. La empresa reconoce que la medida es debido a las sanciones del imperialismo yanqui en el país.

Miércoles 20 de mayo de 2020

Las presiones del gobierno estadounidense para sacar de la parilla de DIRECTV canales relacionados con el gobierno nacional, llevaron a que la multinacional estadounidense AT&T deje sin su señal de televisión por cable a los venezolanos. Los trabajadores se enteraron del cierre y sus despidos por whatsapp y correo electrónico. La empresa reconoce que la medida es debido a las sanciones del imperialismo yanqui en el país.

Este martes decenas de miles de hogares venezolanos se quedaron repentinamente sin señal de televisión poR cable, en un país donde los servicios sufren frecuentemente de cortes.

La televisión por cable es uno de los servicios más extendidos en la época de bonanza petrolera, alcanzando también a las familias trabajadoras y de sectores populares, servicio pago que aún muchas familias mantienen a pesar de los embates de la crisis hiperinflacionaria de los últimos años. Claro está, debido entre otras cosas a que tal servicio se mantiene bajo cierta regulación estatal de sus precios.

AT&T Inc., una de las multinacionales de comunicaciones más grande del mundo y responsable de DIRECTV en la región, anunciaba a primeras horas de ayer, que el cierre de operaciones se debía a la imposibilidad de “cumplir con los requisitos legales de ambos países”. La transnacional multimillonaria que habría adquirido a DIRECTV por US$48.500millones en 2015, tenía una cuota de mercado en el país de más del 40%, una de las cuotas de mercado más grande en el sector a nivel mundial.

El cierre de las transmisiones de DIRECTV es una consecuencia más de las sanciones imperialistas contra el gobierno de Maduro. AT&T “alega imposibilidad de cumplir requisitos legales”, la realidad es que la administración Trump ya venía presionando a la empresa para que cesara la trasmisión de dos canales venezolanos, uno directamente administrado por el Estado, es el caso de PDVSATV y la otra propiedad de un empresario nacional ligado al gobierno, como lo es Globovisión.

Es probable que la empresa norteamericana diera largas al asunto debido a la importante cuota de mercado que tiene en el país. A pesar de que no podía dolarizar y aumentar sus precios al nivel que quisiera, lo que dejaba de ganar es relativamente poco, comparado con el poco gasto que implicaba mantener el servicio y con el hecho no abandonar una cuota de mercado del 44%. Al ser un servicio satelital continental, mantener sus servicio en el país o incorporar nuevos usuarios no requiere nuevos ni mayores gastos operativos, ni en infraestructura o tecnología, por lo que no implicaban mayores gastos en relación a lo que deja de ganar estos últimos años. Por otro lado, mantener una cuota de mercado cercana al 50%, en un país petrolero que, puede tener a futuro un gobierno “liberal” o un giro mayor del gobierno actual en ese sentido, que permita una “liberación” de precios en el sector, permitiendo recuperar con creces lo que ha dejado de percibir en el último período, es otra buena razón.

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Esto explicaría por qué la multinacional aún operaba en el país con total normalidad hasta hace pocas horas. Pues, como se lee en su comunicado, las razones que aduce la empresa para el cese repentino no son directamente económicas. Las razones de peso son la presión del gobierno de Trump y la oposición de derecha local, liderada por Guaidó, para que sacara del aire esos dos canales, que bajo el argumento de estar “sancionados” por EE.UU., buscan establecer un tipo de censura.

Cuando se ven los argumentos en las declaraciones públicas de “funcionarios” de Guaidó y otros referentes de esa derecha, quedan claras esas razones. Desde enero de este año, venían amenazando con la salida de la parrilla de DIRECTV de estos canales. El problema que tienen es que, en el caso concreto de Globovisión, el primer y único canal en el país dedicado enteramente a noticias, fue durante más de una década un puntal de la oposición de derecha contra el gobierno de Chávez, siendo pieza clave en las estrategias opositoras y llegando incluso, según propias confesiones del entonces jefe de canal, a sustituir a los partidos políticos de la derecha.

Era un canal que hacía las veces de partido político, lanzando líneas y estableciendo sus propias censuras incluso hacia sectores de la propia oposición que no concordaban con la línea política del canal: un ejemplo ilustrativo fue en 2005, cuando luego de los intentos de fuerza de 2002-2003, el grueso de la derecha se mantenía por fuera el “juego democrático” y se negaba a reconocer la legitimidad del gobierno de Chávez, por lo cual decidieron boicotear las elecciones de la Asamblea Nacional, en Globovisión hubo censura para aquellos partidos y dirigentes de la derecha que no concordaban con la línea abstencionista. Al amparo del gobierno nacional, empresarios ligados al mismo, y con recursos bajo sospecha de ser producto de negocios turbios, lograron hacerse con el control del canal privado, que cambió su línea editorial y ahora se presenta con más “pluralidad” y no es ya instrumento de la derecha, son más bien aparece como condescendiente con el gobierno. Guaidó y los suyos lo consideran entonces un canal “del régimen”, por lo cual respaldan la censura que, tras las sanciones, el gobierno de Trump le exigía a AT&T.

Los grandes perjudicados siguen siendo los cientos de familias venezolanas que, pese a la crisis, aun mantenían el servicio activo de televisión satelital, debido a su relativamente bajo costo, comparado con otros países.

El cese de operaciones de DIRECTV en el país también dejaría a centenares de trabajadores de la empresa sin sustento, además del trabajo indirecto que se sostenían de las actividades de la empresa, técnicos, vendedores de repuestos y pequeños comerciantes hoy se quedarían directamente sin trabajo.

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El servicio de televisión paga se extiende por grandes zonas populares de Caracas y otras importantes ciudades del país debido a su fácil acceso y poca infraestructura para su funcionamiento. En medio de la cuarentena que ya se extiende por más de dos meses y los embates de una brutal crisis económica, la televisión paga brindaba un respiro luego de las extenuantes horas de trabajo y traslado (terrible crisis del transporte mediante) a muchas familias trabajadoras del país.

Una vez más hay que denunciar con todas nuestras fuerzas las criminales sanciones imperialistas al país, que terminan profundizando más las penurias del pueblo trabajador. Ningún gobierno imperial ni ninguna empresa trasnacional tiene derechos a aplicar medidas para presionar la política de un país soberano. Por supuesto, el gobierno de Maduro es un gobierno profundamente antipopular y antiobrero, represivo, pero no es en modo alguno el gobierno de los Estados Unidos, apoyador hasta más no poder de cuanto régimen reaccionario y asesino hubo en el pasado y en la actualidad, si le sirve a sus intereses, quien tenga el derecho de intervenir para poner y quitar gobiernos a su placer.