En el marco del conflicto por la paritaria docente, el Gobierno de Macri volvió a prorrogar por decreto eximir del pago de contribuciones patronales para colegios privados.

Federico Puy Docente | Secretario de Prensa Ademys
Miércoles 19 de abril de 2017 10:50
A través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) publicado en el Boletín Oficial, la medida extiende hasta el 31 de diciembre de 2017 el beneficio impositivo que apunta a contener el aumento de cuotas.
Entre los considerandos, se argumenta que la aplicación de las contribuciones patronales "provocará un incremento en el valor de los aranceles que abonan las familias por los servicios educativos brindados en instituciones cuyo personal no está totalmente alcanzado por el aporte estatal, impacto que es mayor en aquellas regiones menos favorecidas del país".
"Tal situación puede ocasionar no sólo un detrimento en la calidad educativa, sino que al mismo tiempo puede impactar en el nivel de empleo en este sector, lo que agravaría la situación económica y social actual producida por la crisis financiera mundial y de la que el Gobierno Nacional procura evitar sus mayores riesgos", agrega el DNU.
El subsidio a las escuelas privadas, una herencia con mucho uso
La suspensión del pago de aportes patronales a los centros educativos de gestión privada fue aplicada durante la mayoría de los años de gobiernos kirchneristas, y desde 2011, de manera ininterrumpida.
Como ya analizamos en la revista Ideas de Izquierda, en el artículo “La “mala” educación” en términos estadísticos, aproximadamente más de 300.000 alumnos se fueron de las primarias estatales en la década K. Los datos oficiales confirman “una tendencia que se mantiene firme desde 2003: la escuela primaria estatal perdió 333.274 alumnos en estos diez años, lo que supone una caída del 8,9 %.
En ese mismo período, las privadas ganaron 218.086 estudiantes: aumentaron su matrícula en un 22,5 % (…) En total, el nivel medio incorporó 428.618 alumnos entre 2003 y 2012, aunque el crecimiento fue mayor en las privadas (16,7 %) que en las públicas (11,2 %)”.
También allí denunciábamos que “mientras la construcción de escuelas en todo el país está librada a las cajas provinciales, a través del subsidio a las escuelas confesionales, los K han preservado el papel retrógrado de la Iglesia como agente educador y a la religión como parte del currículum pedagógico. Según el relevamiento oficial de 2010, la Nación, las provincias y la ciudad de Buenos Aires aportaron a 3.500 establecimientos educacionales católicos, la suma de 4.200 millones de pesos. Actualizando esos montos las transferencias para la educación católica rondarían en 2013 entre 5.100 y 6.300 millones de pesos.”

Federico Puy
Docente | Secretario de Prensa Ademys