Fassnacht y las autoridades politécnicas a través de sus declaraciones trataron de apaciguar la primavera guinda, pero los estudiantes politécnicos han decidido empezar a tomar sus escuelas y no ceder en la lucha por la educación pública y gratuita.
Miércoles 20 de abril de 2016
El proceso de repudio y movilización se extiende en el Politécnico, debido a la publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF) del anuncio la adscripción del Instituto Politécnico Nacional (IPN) a la Subsecretaría de Educación Superior (SES).
Los estudiantes han realizados asambleas masivas en sus centros de estudios, para discutir democráticamente el rumbo de la lucha, los objetivos políticos y las perspectivas de lucha que se hacen necesarias cuando el gobierno viene asestando el peor golpe a la educación pública.
Diversas escuelas politécnicas han votado en asambleas irse a paro de labores. Entre ellas destacan los Centros de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT), conocidos como vocacionales, que se inscriben en el sistema de bachillerato media superior del IPN.
Las escuelas que acordaron la modalidad de paro indefinido son el Centro de Estudios Tecnológicos (CET), las vocacionales 1, 2, 4, 5, 8, 12 y 15. En la modalidad de 24, 48, 72, 96, 100, 124 se suman las vocacionales 3, 7,10, 11, 13, 14. Las escuelas de nivel superior en paro son el Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud (CICS-UST) y la Escuela Superior de Comercio y Administración Unidad Santo Tomás (ESCA-UST) que a las 12 del día decidirá si se va a paro.
Las escuelas que están tomadas han realizado diversas acciones como bloqueos de calles, brigadas de información, entre sus demandas exigen a las autoridades claridad sobre la adscripción a las SES y la rechazan completamente ya que subordina al IPN a los planes del gobierno federal para la educación. Las atribuciones al SES maquillan las parte de privatización y el cambio de modelo educativo, así como el presupuesto.
¿Qué necesita el politécnico para triunfar?
La marea guinda politécnica desde 2014 viene protagonizando un nuevo fenómeno de movilización de los estudiantes por demandas propias y en defensa de la educación pública y gratuita y plantando el cuerpo al gobierno y los grandes empresarios que buscan que la educación se subordine a los intereses del capital y la producción.
En 2014 el gobierno federal, en la mesa de diálogo representado por Serrano Migallón personaje detestable y que estaba en contra de la Huelga de la UNAM, firmó varios acuerdos con los estudiantes del Politécnico, que hasta el día de hoy no se han cumplido, entre ellos destacan:
• Desincorporación del nivel medio superior del IPN del Sistema Nacional de Bachillerato y la Reforma Integral de la Educación Media Superior.
• Reconocer el carácter resolutivo y refundacional del Congreso Nacional Politécnico.
• La eliminación de la figura de la Policía Bancaria e Industrial.
De estos acuerdos no hay avance y la figura de Fassnacht representa la subordinación del IPN a las políticas del gobierno federal y los intereses de las grandes empresas para generar una educación que prepare a mano de obra calificada.
Es por eso que la juventud politécnica se moviliza masivamente y toma sus escuelas sabe que no debe confiar en el gobierno. Se suma al fenómeno internacional de la juventud que se moviliza, “una juventud sobreeducada, muy calificada, pero subempleada. En un sentido maltratada. Como si asistiera a una negación de aquello que le habían prometido”. Al mismo tiempo está dispuesta a defender su derecho a la educación pública, gratuita en las calles y con el método del paro.
Llama la atención que hace 17 años el Consejo General de Huelga de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) iniciara la huelga para defender el derecho a la educación y ahora es el IPN el que la encabece y salga a luchar por la misma demanda.
Desde la Juventud del Movimiento de Trabajadores Socialistas consideramos que es necesario refundar nuestro Instituto y ponerlo al servicio del pueblo pobre y trabajador. Es por eso que decimos que hay que luchar por un gobierno tripartito, con mayoría estudiantil, que decida el curso del IPN. Que desaparezca la reaccionaria figura de Director General, que no tiene ninguna justificación académica, y bregando por una educación que dé respuesta a las necesidades más sentidas de la población y que no esté al servicio de crear mano de obra barata para las grandes trasnacionales.
La lucha del IPN se vuelve uno de los primeros centros de resistencia estudiantil en el país que defiende el derecho a la educación. Pero para que triunfe es necesario la unión con diversas universidades del país, pero que salga a movilizarse y a parar las escuelas con el magisterio combativo de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) este 16 de mayo.
Se vuelve una necesidad de primer orden desarrollar un pliego único de reivindicaciones donde se integren las demandas del Politécnico, el magisterio, las universidades, las normales, de todos los sectores que están en contra de la reforma educativa.
La unidad del movimiento estudiantil con el magisterio y las normales es el camino para triunfar.