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Red Internacional
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CÓRDOBA / ACCIDENTES LABORALES. En sólo una semana hubo tres accidentes en la construcción en Carlos Paz

Es el sector más golpeado respecto a índices de accidentes laborales e informalidad en la villa turística del valle de Punilla.

Viernes 13 de noviembre de 2020 13:39

Foto ilustrativa

En la tarde de ayer, jueves 12 de noviembre, un obrero de la construcción cayó al vacío desde una altura de seis metros y tuvo que ser trasladado de urgencia al Hospital Municipal Gumersindo Sayago de la ciudad de Villa Carlos Paz.

El hecho, que ocurrió en esta ciudad, sucedió en la calle Asunción, y según algunos medios locales tendría traumatismos en su cuerpo y en su cabeza.

Tres en la semana

El martes 10 de noviembre un trabajador de la Coopi Carlos Paz (Cooperativa Integral Regional de Provisión de Servicios Públicos, Vivienda y Consumo Limitada) cayó de un techo mientras trabajaba en una casa de la localidad de San Antonio de Arredondo. Según la Coopi, el trabajador trastabilló y cayó al vacío.

Al día siguiente, el miércoles 11, en la intersección de las calles San Lorenzo y José Ingenieros, otro obrero de 35 años también cayó de un techo, de cuatro metros de altura, cuando estaba cargando una losa.

Cifras que alarman

En lo que va del año ya son cinco los obreros de este sector, de los que hay registro, que terminan accidentados o en grave estado de salud a causa de las malas condiciones de trabajo y de seguridad con las cuales tienen que cumplir su jornada laboral diariamente. Esta cifra lamentablemente pudo haber sido mayor a causa de dichas condiciones de trabajo si no hubiera mediado el aislamiento social obligatorio a causa de la pandemia del COVID-19.

El año pasado fue fatídico para los trabajadores de la construcción en esta ciudad ya que se registró la alarmante cifra de más de una veintena de accidentes en este rubro, llegando al extremo de dejar la vida en el trabajo como sucedió el 8 de octubre de 2019, un obrero cayó de una estructura cuando estaba pintando un galpón situado en la calle Paraguay al 300.

En febrero de éste mismo año dos trabajadores debieron ser rescatados por los bomberos cuando el ascensor en el que trabajaban se desprendiera y cayera al vacío en la esquina de las calles Além y José Hernández, uno de ellos terminó con la cadera quebrada. Casualmente, o no tanto, en esa misma obra en 2018 quedaron atrapados dos obreros cuando cedió una losa.

A esto se suma también el accidente que tuvieron dos obreros mientras se construía el puente que lleva el nombre del padre del “cordobesismo”, esa ideología provinciana que lleva como estandarte la precarización laboral y la carestía de vida de cientos de miles de jóvenes trabajadores donde solo los empresarios y los sojeros salen ganando en la provincia: “José Manuel De la Sota”.

¿Y la conducción sindical?

Estos índices alarmantes de accidentes y muertes en la ciudad de Villa Carlos Paz son a causa de la precarización laboral que hay en los diversos sectores de la producción, comercios, servicios y construcción que aparecen como oferta laboral para los jóvenes.

Puntualmente el sector de la construcción es el que atraviesa el mayor índice de informalidad: solo basta con “googlear” sobre los datos de informalidad en este rubro en la ciudad serrana y las estadísticas que se encuentran son alarmantes. Según datos de la AFIP, recabados en Enero de 2019, más del 60% de los trabajadores de la construcción esta “en negro”, es decir que no tienen aportes previsionales, ni medidas de seguridad, ni cobertura médica.

Esto solo puede ocurrir cuando hay una ausencia del sindicato que debería representar a sus trabajadores y afiliados peleando por brindarles las mejores condiciones laborales y salariales, planteando acciones concretas frente a los accidentes que ocurren en este rubro y no dejando convalidar los negocios de los desarrollistas y las constructoras que generan ganancias a base del lucro, no solo de los alquileres en temporada alta, sino también a costa de tener a su planta de trabajadores en las peores condiciones, en connivencia con el municipio y el Ministerio de Trabajo de la Provincia.

Son estos mismos trabajadores a los que les pagan el mínimo por jornadas extenuantes, arriesgando sus propias vidas en las obras, construyendo edificios a los que jamás van a poder acceder por acción de los empresarios y los gobernantes u omisión de la dirección del sindicato que prefiere pactar con los dueños de las obras y no representar a sus trabajadores.