Luego de concurrir al Encuentro en el Posadas el sábado pasado, una jornada que tuvo como único himno el grito de "Unidad de los trabajadores, al que no le gusta, se jode, se jode".
Lunes 19 de febrero de 2018
Calor abrasador de 40 grados. En las inmediaciones del Hospital Posadas, lo primero organizado que vimos fue un despliegue de Gendarmería. Con mis compañerxs cruzamos miradas de sorpresa y nerviosismo al ver que no estaban solo afuera, no menos de 4 camionetas y sus ocupantes armados para la guerra estaban dentro del predio del hospital. Dejamos atrás ese desalentador paisaje y nos dirigimos hacia donde estaba el escenario. Cruzamos por delante del gigante edificio, calculando cuanto más inmenso era que el hospital más grande que conocíamos. Cinco pisos, cientos y miles de pacientes sin obra social de todo el país, cientos y miles de trabajadorxs de todas las áreas, el 80% precarizado, 122 nuevos despidos, 122 familias que la tienen más difícil ante el ajuste.
Antes de ver la primera bandera ya se escuchaban las consignas de lxs compañerxs en forma de canto. Pasamos un alambrado entre mástiles de caña y banderas a modo de muralla, y nos dejamos envolver por otro clima, que nada tenía que ver con el calor, un clima de lucha.
A medida que lxs compañerxs tomaban la palabra, una mezcla de sentimientos se iba agolpando. Sentí bronca por los despedidos del Posadas y del INTI. Sentí como se me hervía la sangre cuando el compañero originario relataba como dan su vida por un ideal. Sentí como se me nublaban los ojos cuando Norita Cortiñas nos saludaba y brindaba su apoyo. Y no pude más que sentirme orgulloso por ver trabajadorxs de lugares tan alejados como los mineros de Río Turbio de Santa Cruz o los trabajadorxs del Ingenio la Esperanza de San Pedro en Jujuy en donde además del compañero despedido habló una compañera que nos contó el papel imprescindible que allí juegan las mujeres en la lucha contra los despidos, haciendo una causa popular de cada una de las luchas y sosteniendo la moral de los trabajadores en lucha; Orgullo sentí también al escuchar la solidaridad de los obreros sin patrón de Zanón y la advertencia de no bajar la bandera de la independencia política de los trabajadores porque el gobierno nacional cuenta con la complicidad de gobernadores que se dicen opositores pero aplican los mismos planes de ajuste; estuvieron también lxs trabajadorxs del Diario Hoy de La Plata; Cresta Roja, la UEP, Sutebas combativos, y saludos y adhesiones de tantos lados que obviamente me olvide de alguno.
Pero sin duda lo que más me impactó fue el ámbito democrático en el que se llevó el encuentro. La asamblea como herramienta obrera para la toma de decisiones para la acción es el método que hay que defender, como diría en una intervención un compañero. Muchos de los delegados que participaron del Encuentro llevaron mandatos de asamblea de sus lugares de trabajo.
El acto concluyó con la votación de resoluciones: una marcha de unidad de los trabajadores en lucha de cara al paro del 21 de febrero, que sea independiente de la burocracia sindical y de los partidos burgueses; una carpa que visibilice los conflictos y la posición en contra del ajuste del gobierno de CEOs macrista; y la continuidad de este primer encuentro de Trabajadores Despedidos en lucha.
Una consigna recorrió el encuentro, como el único himno que nos vinculaba: UNIDAD DE LXS TRABAJADORXS, Y AL QUE NO LE GUSTA, SE JODE!