El gobierno sale herido del debate por el 10%, lo que le costó lo poco que se había recuperado tras el inicio de la pandemia en termino de aprobación
Martes 28 de julio de 2020
En política es importante saber cuándo pelear y cuando es hora de replegarse inteligentemente, en el caso del debate del 10% de las AFP, el gobierno podría haber hecho lo más lógico: aceptar el retiro, para posteriormente limitar mediante indicaciones quienes podrían haber accedido a él, y la discusión se termina. Sin embargo, eligió declarar una guerra abierta y sin cuartel a la iniciativa, montando una campaña del terror, que rememora el ya icónico “chilezuela”.
Diversas figuras de la derecha más dura, entre las que destacan Pablo Longueira y Marcela Cubillos, ambos UDI, y cercanos discípulos de Jaime Gúzman, junto a los gremios empresariales auguraron desde la bancarrota de la economía hasta el fin de la república democrática.
A pesar de ello, y gracias a la presión de las manifestaciones que sacudió las calles, el proyecto se aprobó y según la última encuesta Plaza Pública CADEM, un 86% de los encuestados retirará su 10%. Sin embargo, el costo de la estrategia fallida va más allá: la aprobación del gobierno cayó un 12%, la más baja desde que inició la pandemia.
El sector más “duro” de la derecha, que se opuso a que les trabajadores retirasen parte de sus fondos de pensiones en un momento en que el hambre es una realidad patente, mandó al traste el discurso de unidad nacional que la derecha levantó a partir de la crisis sanitaria
El debate de las AFP, trajo de vuelta los aires del estallido social, trayendo al centro del debate ademas del fin de las AFP, por ligazón directa el debate constituyente, que después de este pequeño déjà vu se vuelve no solo impostergable, sino que lo aceleró. Al respecto la encuesta CADEM revela que el 71% de los encuestados votaría “apruebo” en el próximo plebiscito.