Se presentaron los resultados de la encuesta CERC-Mori, confirmando el rechazo al Gobierno y el régimen, tanto presente como respecto a sus perspectivas. Lo novedoso es que registra un alto apoyo a las reformas, un modo de expresar distorsionadamente las demandas más sentidas por el pueblo trabajador.
Sábado 31 de octubre de 2015
Rechazo al Gobierno y al régimen
La aprobación a Bachelet, se mantuvo en un bajo 36%. Aunque mayor al que registran encuestas ligadas a la derecha, la más instalada como la Adimark, y la más reciente, semanal, Cadem, del ex funcionario de Piñera Roberto Izikson, que dan cifras de aprobación levemente por encima del 20%.
Mientras tanto, el rechazo a la Presidenta se ubica en 57%.
Este bajo apoyo es desigual. Los sectores populares manifiestan un apoyo relativo mayor. Las mujeres son las que más la apoyan con 39%, también los adultos de entre 41 y 60 años y las personas con educación básica (42%).
Esta baja aprobación se explicaría porque desilusionó. Un 53% cree que el Gobierno lo está haciendo peor de lo que esperaba (en septiembre de 2014 alcanzaba al 40%), 32% eligió la alternativa "igual de lo que esperaba" y sólo 12% que mejor de lo que esperaba.
La derecha, aunque algo mejor, está igual de mal. Quienes evalúan su desempeño como “bien” son apenas el 11%, suben en “regular” de 39% a 44%.
Las expectativas no son mejores. El 60% cree que el país va en la dirección equivocada, solo 30% manifiesta que en la correcta.
Y las cartas de recambio, no logran emerger, al contrario. Marco Enríquez-Ominami se mantiene como el político con más futuro con 20% de apoyo, seguido por Sebastián Piñera (10%) y Ricardo Lagos (9%). La entrada de Lagos, mantuvo a Boric con 6% en esta categoría, pero desplazó a Giorgio Jakson y Camila Vallejos. Para la directora de Mori Marta Lagos, estos resultados reflejan la "volatilidad" de los políticos con futuro y que "no existen liderazgos fuertes".
Agregó contundente que "estamos en una base mayoritariamente negativa de evaluación del país".
Las demandas se mantienen
Las promesas de reformas, ahora cada vez más licuadas y moderadas, casi hasta la renuncia total, fueron el modo que Bachelet y la Nueva Mayoría pretendían desmovilizar y cerrar el nuevo ciclo de la lucha de clases que se abrió el 2011 con su conjunto de demandas.
Ya sin mayores ilusiones en el Gobierno, estas demandas se mantienen vivas. En este tipo de encuestas, se manifiesta distorsionadamente, a través del apoyo a las reformas, que contrasta con el rechazo al Gobierno y la derecha.
Las reformas comienzan a sumar apoyo.
El apoyo a la Reforma Laboral alcanza el 49% (30% en junio del 2014).
La Reforma Educacional también alcanza un apoyo del 49% (38% en 2014).
No solo contrasta con el bajo apoyo al Gobierno y la derecha.
También, llama la atención la correspondencia con el apoyo a las medidas de movilización y organización de los trabajadores. 66% cree que es bueno que Chile tenga sindicatos más fuertes. Un 55% manifiesta “solidaridad” con las huelgas.
El contraste entre la evaluación negativa del Gobierno, la Nueva Mayoría y la derecha por un lado, con la positiva con relación a las demandas y las medidas de movilización y organización, expresan la inestabilidad política y social que marca la situación en Chile.