No es de extrañar la desafección existente en la población con el proceso constituyente, ya que este nuevo desvío está mucho más alejado de los intereses populares que el anterior y es mucho más evidente que desde las alturas del régimen solo se está llevando adelante una cocina a la medida de la derecha y los grandes empresarios.
Lunes 31 de julio de 2023
La encuesta Pulso ciudadano dio a conocer sus resultados en varios aspectos que fueron consultados, respecto al consejo constitucional señala algo que de algún modo ya se notaba en al ambiente; que existe un alto desprecio por lo que los partidos del régimen están cocinando. Los resultados de la encuesta arrojan que solo un 12,1% votaría a favor en el plebiscito de salida, un 26,3% de la población manifestó que votaría en contra de la propuesta de nueva Constitución, un 11,3% lo haría nulo o blanco, un 4,1% no votaría y un 46,2% aún no ha definido su intención de voto.
No es de extrañar la desafección existente en la población con el proceso constituyente, ya que este nuevo desvío está mucho más alejado de los intereses populares que el anterior y es mucho más evidente que desde las alturas del régimen solo se está llevando adelante una cocina a la medida de la derecha y los grandes empresarios.
Si bien la convención constitucional fue un mecanismo para desactivar la movilización y frenar el ascenso del descontento popular con el modelo de los “30 años”, proceso que fue totalmente tutelado por el Estado, de igual modo era su hija no deseada, ya que daría un resultado relativamente incierto y no del todo aceptado por las elites y los partidos tradicionales en relación a las reformas que proponía, a pesar de que no tocaba los pilares políticos y económicos del sistema.
En cambio el consejo constitucional podríamos decir que a diferencia de la convención, es un hijo deseado y aprobado por el régimen político, ya que es totalmente obediente y condescendiente con quienes lo dieron a luz. El problema de la derecha sobre todo, es que justamente por eso temen que no sea aceptado por la población y que incluso corra el riesgo de sufrir, por así decir, aislamiento o rechazo social.
Justamente por eso es un arma de doble filo ya que la medicina podría terminar siendo peor que la enfermedad, este hijo del régimen creado para cerrar la crisis que estalló el 2019 con la rebelión popular, podría terminar siendo más parte del problema que de la solución, al ser incapaz de cerrar el capítulo restaurador del modelo que los partidos de gobierno y oposición de derecha están afanados en conseguir.
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El resultado de la encuesta Pulso ciudadano justamente avizora el temor que hay desde los Republicanos al PC de que este proceso constituyente no logre restablecer el orden y que por lo mismo incremente la inestabilidad política y por qué no, provoque el caldo de cultivo necesario para el retorno de la lucha de clases, al terminar de mostrarse impotente para resolver los problemas de fondo que motivaron las protestas de octubre.
Este proceso es totalmente antidemocrático, el consejo constitucional está hecho a imagen y semejanza del senado, un organismo de la república hecho para evitar transformaciones al modelo. Para nosotros es un buen sintoma el nivel de disconformidad que las encuestas demuestran, pero este descontento de todas formas podría ser capitalizado por la ultraderecha ya que el resultado puede alimentar los sentimientos antipolitica en general y un ánimo derrotista y de escepticismos con la posibilidad de transformaciones sociales radicales.
Por eso es clave no sentarse a esperar el plebiscito de diciembre, al contrario es más necesario que nunca volver a confiar en nuestras propias fuerzas. A partir del ejemplo de movimiento docente que comienza a despertar del letargo saliendo a las calles por sus demandas históricas, la CUT y la Confech deben romper la pasividad y la tregua con el gobierno de Boric y llamar a asambleas para organizar un plan de lucha ascendente por la conquista de las demandas motoras planteadas hace más de una década y por poner fin a este fraude constituyente que lo único que busca es perpetuar la herencia económica del neoliberalismo y los enclaves autoritarios de la dictadura.