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Enrique Dussel: reflexiones a contracorriente

Sergio Abraham Méndez Moissen

Enrique Dussel: reflexiones a contracorriente

Sergio Abraham Méndez Moissen

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El pasado 5 de noviembre de 2023 falleció el filósofo mexicano–argentino Enrique Dussel, considerado uno de los filósofos más importantes en México. Fue catedrático de la UNAM y fungió como rector de la UACM donde también impartió clases. Publicó decena de libros: Historia Mundial y Crítica y Las metáforas teológicas de Marx son las más importantes a nuestro parecer. Decenas de textos a propósito de su obra se han publicado, los cuales transitan entre los elogios y la admiración.

En el periódico La Jornada fue entrevistado, meses antes de su fallecimiento, a propósito de su obra. Ahí, el filósofo planteó algunos de sus tópicos centrales con los que polemizamos en esta nota, desde el respeto, pero con los ojos del desacuerdo. A diferencia de diversos textos publicados en México y otras latitudes, éste busca analizar la obra de un prolífico autor que se reivindicaba marxista desde la crítica y el debate teórico; es decir, es un texto a contracorriente.

Dussel fue lector en alemán de la obra de Karl Marx, dice en la mencionada entrevista que su obra dialogó con Bolívar Echeverría y Adolfo Sánchez Vázquez, considerando que ambos autores no llegaron a la profundidad de su obra por el desconocimiento del alemán.

Allí también, el filósofo, que nació en Argentina pero se naturalizó mexicano, explicó, contundentemente, su crítica al "proyecto socialista". Sostuvo:

“Hoy día no es posible que un proyecto político sea socialista, porque Karl Marx (1818-1883) no vio el problema de la ecología o el de las culturas originarias (...) el socialismo fue muy eurocéntrico, leninista, soviético, ortodoxo, y no entendía a América Latina".

En síntesis, la ideología de Karl Marx para Dussel no entendió la ecología y las culturas originarias.

Aún más, Dussel afirmó que "cuando alguien dice ‘lucha de clases’, está bien, pero los obreros no están en la punta de esa lucha de clases. Hoy están otras personas, otros sectores. La categoría fundamental no es la clase, es el pueblo, y ahí sí me agarro con cualquiera, porque dicen que pueblo es muy indefinido y parece populismo. No". Al respecto, no sólo Marx careció de perspectiva ecologista e indigenista, sino que además la categoría proletariado y lucha de clases es "anticuada".

¿Es realmente tal y como dice uno de los fundadores de la filosofía de la liberación? En este breve texto analizaremos tres cuestiones para polemizar: en primer lugar, la cuestión colonial; después, la cuestión ecológica y la cuestión del proletariado y, finalmente, discutiremos sobre el apoyo que expresó el filósofo al gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Sabemos que es difícil discutir sobre la obra de un filósofo tan prolífico a raíz de algunas declaraciones a la prensa; sin embargo, consideramos que la entrevista expresa de forma clara y contundente la visión de mundo, la visión de los tiempos y del estado de la teoría que defendió Dussel en vida a lo largo de su obra.

¿Marx, eurocéntrico?

Karl Marx escribió en El Capital una reflexión trascendente sobre el descubrimiento y la conquista de América: el capítulo XXIV es central para la historia de América Latina. Marx es enfático y explica que el "descubrimiento" es un acto de barbarie.

Un 12 de octubre de 1492, Cristóbal Colón "descubrió" América. El viajero genovés intentaba encontrar nuevas rutas comerciales desde la península ibérica para llegar a Asia. El "descubrimiento" permitió a Europa salir de la crisis de la Edad Media y el despojo del viejo mundo a los pueblos indios de América generó el parto del sistema mundial capitalista.

Dice Marx en ese capítulo XXIV del tomo I de El Capital:

Los descubrimientos de los yacimientos de oro y plata en América, la cruzada de exterminio, la esclavización de las poblaciones indígenas, forzadas a trabajar en el interior de las minas, el comienzo de la conquista y del saqueo de Las Indias, la conversión del continente africano en cazadero de esclavos negros, son todos hechos que señalan los albores de la era de producción capitalista (...) Las riquezas apresadas fuera de Europa por el pillaje, la esclavización y la masacre refluían hacia la metrópolis donde se transformaban en capital.

Este párrafo tiene las siguientes ideas fuerzas concentradas: no existe centro del capital sin periferia, el capitalismo es un sistema mundial, la nueva acumulación originaria fue imposible sin el despojo de América y existe una interconexión de formas ─esclavismo y trabajo asalariado─ imbricadas para dar nacimiento al sistema mundial.

Marx anticipa la idea del "desarrollo del subdesarrollo" y el capítulo XXIV será central para el surgimiento de la teoría de la dependencia (Ruy Mauro Marini), la teoría del sistema mundo (Wallerstein), del pensamiento antillano marxista de la escuela capital esclavitud (Eric Williams) y del propio pensamiento decolonial (A. Quijano).

El capítulo XXIV es central, decisivo, para comprender la historia de América Latina y pone énfasis en el carácter destructivo y reaccionario de Europa en el "Nuevo Mundo". Es falso afirmar que Marx fue eurocéntrico: El Capital fue una obra central para que José Carlos Mariátegui escribiera las primeras tesis sobre la cuestión indígena en América Latina y sus 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana es el texto marxista más importante de América Latina. Esta injusta crítica se ha extendido dentro del llamado pensamiento decolonial que se ha extendido en algunas universidades, el cual cuestiona al marxismo por no comprender las especificidades del llamado sur global y de América Latina en particular, considerándolo eurocentrista. En todo caso, el "marxismo" fomentado por el estalinismo soviético es el que puede ser catalogado como vulgar, mecanicista y, por ello, incapaz de entender las particularidades de América Latina y su desarrollo desigual y combinado. Tanto Marx como algunos de sus continuadores en el siglo XX (como es el caso de León Trotsky) mostraron una preocupación evidente por entender (y cuestionar) la opresión sobre nuestra región.

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¿Karl Marx: extractivista?

Nada más falso que la afirmación que Marx no abordó la cuestión ecológica. Karl Marx escribió en 1842, dos años antes de sus Tesis sobre Feuerbach, textos sobre las transformaciones constitucionales del gobierno absolutista de Renania. Publicó en la Gaceta Renana una crítica jurídica fundamentada de aquellas transformaciones, un texto que aparentemente es jurídico, pero que aborda dos grandes temas.

El primer tema versa sobre la privatización del mundo, resulta actual en medio de la reciente y fuerte ofensiva neoliberal. El segundo trata sobre lo común, que en ese tiempo fue expresado en la propiedad de la tierra, pero válido para la defensa de los bienes comunes de la naturaleza o la sociedad.

En 1842, el gobierno de Renania aprobó una ley que penaliza el hurto de madera, para empezar, pero también define qué es un robo, de tal manera que los campesinos desposeídos, en total pauperismo, se ven obligados a realizar diversas actividades para sobrevivir: por ejemplo, juntar las ramas caídas de los árboles para comprar lo básico.

Los diputados de Renania estipularon sobre el robo, que se trata: 1) cuando alguien tale madera de un árbol verde, 2) cuando otro robe o hurte madera tallada para la construcción, y 3) cuando se recoja madera o ramas caídas por el árbol en un bosque.

Karl Marx cuestiona la naturaleza de la propiedad, pues afirma que se trataba de una medida para privatizar bienes comunes de la naturaleza (difícilmente apropiables) para despojar a los campesinos paupérrimos.

¿De quién es la madera caída naturalmente del árbol? ¿Puede ser propiedad privada la rama que cae del árbol? ¿Puede ser propiedad privada la naturaleza?

Efectivamente, Karl Marx sostiene que el tercer punto legislado para penalizar y castigar a los campesinos desposeídos de tierra no es un hurto ni robo ni un delito, sino que el derecho a penalizarlo es el delito verdadero.

El derecho que se atribuye el gobierno de Renania es el verdadero hurto, el verdadero robo, ya que es el colmo que una ley diga que es suyo un bien común, de la naturaleza o de la humanidad.

La genuina desposesión está ahí, en la injusticia de la ley de apropiación de un bien que no pertenece más que a la humanidad; primero la naturaleza, pero también lo común. Entonces Karl Marx defiende el derecho de los pobres a desacatar leyes injustas en defensa del bien común; esto es, que defiende la ilegalidad justa.

Marx llama a la naturaleza y a ciertas formas de producción de la tierra colectiva como formas de propiedad "híbridas y colectivas", fundamentalmente atacadas por el derecho capitalista para despojarnos del mundo. Con las leyes quieren despojarnos del mundo, de las experiencias, de lo que no les pertenece. ¿En dónde ve Enrique Dussel a un Karl Marx sin perspectiva ecologista? Cabe resaltar que en los tiempos actuales autores como John Bellamy Foster y Kohei Saito han escrito libros tremendamente exitosos sobre la ecología desde el punto de vista de Karl Marx.

Los obreros y el proletariado

Según Dussel, el proletariado no está en la punta de lanza de los actuales movimientos, se trata más bien del pueblo. Para Dussel, el proletariado solamente es aquel hombre de casco y overol; es decir, el obrero del Siglo XX, pero el capitalismo del Siglo XXI lo que generó fue una masiva proletarización de la sociedad.

La actualidad del marxismo se expresa en datos contundentes, según Oxfam "sólo ocho empresarios, todos varones, poseen una riqueza que equivale al ingreso de 3 mil 600 millones de personas, la mitad más pobre de la humanidad"; en México, uno de los países más desiguales, "el 1 % de los más ricos —alrededor de 120 millones de personas— acapara 43 % de todas las riquezas de la 14ª economía del globo a cambio de sus 53.3 millones de pobres".

Cuando hablan de "proletariado", quieren convencernos de que es un término "caduco", que ya está "pasado de moda". En las universidades nos dicen que "existen estratos: clase media, baja y alta" y que el "proletariado" es una palabra anticuada, hay miles de papers y libros que se escriben desde hace años para justificar esta falacia. Para el neoliberalismo "existe" una igualdad de condiciones: igual de oportunidades y de competencias.

Los politólogos hablarán de "ciudadanía", "sociedad de la información" y de que el marxismo es una teoría superada y envejecida, apolillada y hasta anacrónica. Nada más errado.

En 2017 según la misma fundación antes citada, "el 1 % de las personas más ricas del mundo acaparó 82 % de la riqueza generada durante el año pasado". ¿Quién fue el genio que explicó el funcionamiento tan absurdamente irracional de este sistema, que al mismo tiempo que genera riqueza genera la más cruel de las pobrezas? ¿Qué teoría explica lo irracional de que sólo ocho personas puedan ser los que concentren el ingreso de más de 3 mil millones de personas?

Cuando uno escucha la palabra "proletariado" muchos pensarán en ese obrero de casco amarillo, overol, botas de casquillo y herramienta pesada, pero en realidad hablamos de todos aquellos que no tienen más que su fuerza de trabajo para sobrevivir; nos referimos "a la clase de trabajadores asalariados modernos, que, privados de medios de producción propios, se ven obligados a vender su fuerza de trabajo para poder existir", según Karl Marx escribe en el Manifiesto Comunista.

El proletariado es el oficinista que trabaja en las grandes corporaciones, el jornalero agrícola de las zonas del norte, el maquilador de la frontera, el desempleado que busca trabajo todos los días, el vendedor de discos en el metro, el diseñador gráfico que trabaja en un centro de la imagen, el periodista, el maestro de escuela pública, el mesero, el cocinero de la fonda, el trabajador de intendencia del metro, el vendedor de periódico, el minero, el petrolero. Todos ellos tienen en común algo: no tienen nada más que su fuerza de trabajo para sobrevivir y garantizar la reproducción de su especie.

En ese contexto, hay que discutir y considerar la articulación entre las distintas fracciones de asalariados para llevar adelante la acción política revolucionaria contra el capital desde el proletariado industrial, de las comunicaciones y el transporte (que hoy tienen una importancia estratégica) hasta el conjunto de los sectores que conforman la clase obrera en su sentido más amplio.

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Entonces, el término proletariado viene del latín proles, "descendencia"; esto es, que son aquellos que no tienen medios de producción, lo único que tienen es su fuerza de trabajo para sobrevivir: es antagónico al capitalista.

¿Cómo no va a ser vigente el proyecto marxista que habla de la lucha de clases y el proletariado como clase social? Más aún cuando vemos nuevas expresiones de su potencialidad en las calles de Francia, Estados Unidos o América Latina.

El marxismo lopezobradorista

La entrevista de Enrique Dussel termina con la siguiente afirmación "Mi política de la liberación es del pueblo, y ahí hay una gran coincidencia con la manera en la que el presidente Andrés Manuel López Obrador presenta las posibilidades de la política".

Dussel entonces sostiene que el pensamiento de Karl Marx es obsoleto, pero afirma que el gobierno de AMLO y la Cuarta Transformación es un proyecto "que cambia el mundo". Es preocupante que la academia "marxista" sea completamente acrítica del gobierno de México.

Es más, la academia "marxista" mexicana, lejos de ir a la raíz, embellece la 4T sin ninguna crítica, sin poner límites de clase, sin plantear las contradicciones de la realidad. Lejos de que la teoría permita comprender, críticamente, la sociedad de nuestro tiempo, están embelleciendo y sosteniendo de forma ideológica a un gobierno que defiende, bajo un discurso supuestamente progresista, los intereses de los capitalistas.

Existen, por lo menos, tres aspectos críticos de la Cuarta Transformación y que no debemos dejar de mencionar ni deberían omitir quienes se consideren intelectuales críticos. En primer lugar, está la cuestión migrante y la sumisión a los Estados Unidos; es de todos sabido, que la Guardia Nacional es una extensión de la Border Patrol de Joe Biden.

En segundo lugar, está la cuestión medioambiental y la continuidad de los megaproyectos; hay que señalar, claramente, que en este gobierno se han asesinado a decenas de ambientalistas en todo el país, pero más gravemente, que continúa la política extractivista.

En tercer lugar, está la continuidad de la militarización del país con una nueva Guardia Nacional, que juega un papel tristemente chovinista como muro de contención de la población migrante. En todos estos aspectos, el actual gobierno continúa y hasta profundiza la labor de las administraciones neoliberales anteriores.

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¿Será que el papel del marxismo es dejar de criticar y comenzar a adular? Creemos que no, es necesario una intelectualidad marxista que cuestione las bases de este sistema capitalista y a quienes lo preservan, sin más compromiso que con las clases explotadas y oprimidas.

Fuentes:

"Hoy día no es posible un proyecto político socialista": Dussel

Bensaid Daniel, Los desposeídos. Karl Marx, los ladrones de madera y los derechos de los pobres. Prometeo. 2013.

Marx Karl, El Capital Múltiples ediciones.


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Sergio Abraham Méndez Moissen

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