Ensenada: “Tenemos que organizarnos junto a las familias para enfrentar la pandemia”

A pesar del temor por nuestra salud y la de nuestras familias, los docentes nos organizamos contemplando las necesidades de los barrios de cada escuela y coordinamos junto con trabajadores auxiliares para garantizar las guardias necesarias para el reparto de viandas y bolsones de comida.

Mientras tanto, las direcciones de los sindicatos en manos de la burocracia colaboran con la ideología del “sálvese quien pueda” dejando sin respaldo a miles de trabajadores y familias. Los grandes sindicatos deberían ponerse al frente del reclamo al Estado para que se garanticen condiciones de salubridad y alimentación saludable y nutritiva para toda la población.

Compartimos a continuación algunos de los testimonios que nos dieron nuestros compañeros docentes en las escuelas que, sin esperar soluciones de arriba, definieron intervenir en la situación en forma solidaria.

EP n° 6 de Punta Lara

Claudia nos cuenta “La preocupación que tenemos es cómo garantizar a las familias de nuestra comunidad la alimentación. Los papás tienen que salir a trabajar y no saben con quién dejar a los niños. La idea es pensar en el otro y poder colaborar”.

Escuela Secundaria Nº 9

“Soy Iván, delegado de la EES9 de Ensenada. A raíz de la crisis sanitaria que implica la pandemia surgió el debate entre los compañeros sobre cómo actuar. Esa misma noche se discutió en el grupo sobre el refuerzo alimenticio de nuestros alumnos. Entonces decidimos organizarnos en guardias mínimas. Se acordó que era una cuestión de solidaridad con el conjunto (nosotros, los auxiliares, las familias y alumnos). Así, el martes 17 se acordó cumplir por una
sola vez con una guardia de dos horas, sólo dos compañeros. El objetivo es repartir los alimentos y colaborar con las tareas pedagógicas. Señalamos que nadie estaba obligado, porque lo primero es garantizar la salud y seguridad. Entendimos que es una cuestión absolutamente solidaria. Creo que este es el camino para enfrentar una crisis que pone en jaque a este sistema que sólo defiende la ganancia privada y la especulación. Los trabajadores, organizados, podemos enfrentar la pandemia.”

Melina, presidenta del centro de estudiantes de la ESn°9

Escuela Secundaria Nº 3

“Soy Mercedes, orientadora social en la ESS Nº3, que comparte edificio con la Escuela primaria Nº 16. Nosotros en ningún momento pensamos en cerrar la escuela, al contrario, decidimos organizarnos para mantener el comedor y el contacto con las familias. La mayoría son familias de bajos recursos que trabajan de manera informal.

Nos organizamos en guardias mínimas de 3 horas todos los días, somos un grupo reducido de compañeros y compañeras porque la mayoría está con licencia por ser factores de riesgo o por tener a su cargo hijos, padres o madres.

Por iniciativa del Consejo escolar se tomó la definición de entregar bolsones para reducir la circulación y así el posible contagio, aunque todavía no fueron entregados en su totalidad y tampoco sabemos si resultarán insuficientes. Por eso, pensamos la posibilidad de complementar, además, con los alimentos que recibe el comedor de la escuela.”

Matías, docente de varias escuelas de la zona, nos decía: "hay escuelas que cuentan con un solo directivo para atender un comedor. En Hernández (La Plata), tuvieron que organizarse con la solidaridad de algunos profes porque desde el sindicato nadie respondió a nada. Conozco el caso de Hernández pero me imagino que debe haber otras"

Además, nos comentaba que "el CIC de El Dique estaba repartiendo alimentos, pero me enteré de casualidad porque no hubo nada de difusión. Lo que queda claro es que las decisiones organizativas que están tomando tienen nada de organizativas. Depende de las decisiones de cada organismo, pero desde Nación no sé baja ninguna política común de solidaridad para los sectores vulnerables. Es un “quedáte en casa y arregláte como puedas".

Los medios de comunicación anuncian que probablemente sea declarada la cuarentena por el plazo de 10 días, pero no hay respuesta sobre cómo va a funcionar la entrega de los bolsones ni si tendrán continuidad. El cierre de las escuelas genera una incertidumbre sobre los problemas de garantizar una alimentación nutritiva y el acceso a las licencias de padres con trabajos precarios. Los docentes tenemos que organizarnos de forma voluntaria y resguardando los casos de riesgo, pero tejiendo redes de solidaridad desde abajo, para enfrentar junto a las familias del pueblo pobre y trabajador esta pandemia, reclamando un plan integral al estado para defender nuestro derecho a la salud, al trabajo y la vivienda.