El martes en Concepción de Uruguay hablaron el fiscal, la querella, el imputado y varios testigos. Eric Hass negó ser el autor de los graffittis y se justificó diciendo que tiene “amigos judíos”.
Miércoles 8 de marzo de 2017 17:28
Comenzó el segundo día del juicio por las pintadas a la sinagoga de Basavilbaso y a la sede de la AMIA en esa ciudad, hecho sucedido en 2014. En la causa está imputado Eric Gastón Hass de 26 años.
El martes 7 en el alegato de apertura el fiscal de la causa, doctor Mariano Budassoff sostuvo que demostrará que hubo dos hechos delictivos cometidos por la misma persona.
A Hass se lo acusa de haber efectuado pintadas tanto en la sinagoga Moisés Tefila L´Moisés, ubicada en San Martín y Barón Hirsch como en la sede de la AMIA de Uchitel y San Martín, hecho cometido “por odio de la religión”, según la acusación.
“Se va probar tanto la materialidad de los hechos como la autoría de Hass, aquí presente”, expresó el fiscal y describió las pruebas y testimonios con que cuenta la causa.
Asimismo la querella, a cargo del doctor Mario Arcusin, dijo que se probará que se trató de un hecho motivado por odio racial o religioso y manifestó su convicción de que se aludía a su persona cuando en las pintadas en el frente de la sinagoga escribió “Doctor A, sacachorros”.
Arcusin manifestó también que el daño se hizo sobre la sinagoga en la que transcurrieron hechos importantes de su vida. “La evaluación del daño que se produce sobre una cuestión inmanente es muy difícil de evaluar -dijo- cuando a uno le agreden su condición étnica o religiosa, pido que entiendan el dolor que me lleva a pedir la reparación de este daño”.
Más adelante señaló que la pena debe ser ejemplificadora. “Me duele muchísimo porque nací en ese pueblo y al imputado lo conozco desde siempre”, recordó.
La defensa, a cargo de los doctores Lucas Vallejo y Ariel Amarillo, señaló que demostrarán la inocencia de su cliente y que al momento del hecho delictivo el acusado estaba con otras personas y en otro lugar, por lo que pedirán su absolución.
Por otra parte cuestionaron al querellante y pidieron que no continúe en ese rol pues el bien jurídico dañado es una propiedad que no le pertenece y que no está probado que al referirse a “Doctor A…” haya sido a su persona puesto que el mismo defensor, Amarillo, tiene esa inicial en su apellido y también se dedica al derecho penal.
“Repudio totalmente el hecho”
Eric Hass declaró y rechazó haber cometido los hechos por los que se lo imputa y deslizó una frase poco feliz cuando dijo que él también tenía “un amigo judío” y que su padre jugó mucho tiempo al básquet con judíos, que su abuelo trabajó muchos años en una farmacia propiedad de una persona judía.
“Antes que nada quiero decir que repudio totalmente el hecho. Tengo conocidos y amigos que están dentro de la comunidad judía. Por lo tanto quiero aclarar que yo no fui. No soy así, no odio a nadie, no me interesa la discriminación, ni las diferencias raciales”, dijo Hass ante el tribunal.
El acusado relató que ese día estuvo con sus dos amigos que declararon en la audiencia, que salieron a comprar algo para tomar a un kiosco y relató el recorrido que no los llevó por la sinagoga ni por el edificio de la AMIA.
Más testimonios
El presidente de la Sociedad Israelita, contador Miguel Eduardo Bajaroff, también declaró como testigo. Relató lo sucedido esa mañana ante el descubrimiento de las pintadas. Luego declaró luego Jonatan Gómez, quien esa noche atendía el kiosco donde Hass y sus dos amigos dijeron que fueron a comprar bebidas.
Gómez negó que lo hubieran hecho pero sí dijo que los vio pasar por el lugar. Las dos personas que esa noche habrían compartido una velada con Hass son Nicolás Zapata, quien en su relato coincidió con Hass, pero dijo que él se fue a su casa y el acusado quedó con otro conocido. Y Carlos Hirschfeld, que también coincidió con los dichos de Hass.
Según trascendió en la audiencia, por preguntas del propio doctor Arcusin, estos jóvenes al día siguiente concurrieron por separado y con sus madres a su domicilio a decirle que ellos no habían realizado las pintadas.
Otro dato es que el o los perpetradores de los hechos saltaron un muro de casi dos metros para acceder al muro frontral de la sinagoga.
El turno de los especialistas
El mismo día martes se escuchó las declaración de Carlos Rodolfo Orzuza, un especialista criminalístico calígrafo de la ciudad de Paraná, quien tuvo a su cargo el estudio de las escrituras en las paredes de la sinagoga y la AMIA, que fueron comparadas con otras realizadas de la misma manera por el imputado Hass.
En su testimonio señaló que las comparaciones permiten determinar que existen coincidencias morfológicas entre las pintadas y la prueba de escritura con el mismo método realizadas por Hass.
La defensa de Hass por su parte presentó tres videos de cámaras de seguridad de la zona, donde se observa el paso de un sujeto con capucha en tres oportunidades, actitud sospechosa y que sostienen que esa sería la persona que realizó las pintadas y no Hass, dejando así abierta nuevamente la duda sobre la autoría.
Una vez resueltas estas cuestiones llegará la hora de los alegatos, donde la fiscalía y la querella esperan terminar de demostrar la responsabilidad de Eric Gastón Hass, ya que contarían con datos sobre llamadas que serían fundamentales para la parte acusadora, mientras que los defensores tratarán de demostrar la inocencia o en su defecto que su cliente sea absuelto al recibir el beneficio de la duda.