Fue la manifestación más importante en los últimos años. Mostró la disposición de los trabajadores para enfrentar los ajustes nacional y provincial.
Jueves 25 de febrero de 2016 17:06
La manifestación a la que convocó ATE nacional, comenzó en Paraná, con una concentración a partir de las 9 Hs en la sede de dicha organización
Desde donde se partió hacia y hasta el Municipio. La columna -de alrededor de tres cuadras- atestiguó con distintos carteles, la presencia de trabajadores de los departamentos entrerrianos del interior.
Frente al Municipio se hizo una parada para reclamar por unos 90 contratados despedidos. Se continuó la marcha y se unieron luego los docentes -AGMER-, Corriente Combativa y Clasista y un grupo de compañeros del PTS en el FIT.
Todo el recorrido fue acompañado de cánticos básicamente, en contra de los despidos, el ajuste y el protocolo de piquetes. Ya en la Casa de Gobierno, se ocupó todo el frente compactamente y la plaza de forma salpicada.
Con trompetas, bombas de estruendo y bombos, los trabajadores docentes dieron inicio al acto. Para continuar un representante de trabajadores municipales, luego el Secretario General provincial de CTA. La conformación heterogénea de la columnas hizo que durante todo el tiempo, y a medida que avanzaba el acto con mayor efervescencia, se escucharan cánticos de apoyo-defensa, y también de oposición al kirchnerismo y al macrismo. Ello generó gresca durante el acto y peleas al final del mismo, de lo que resultaron 4 heridos.
Ello no impide valorar que la movilización fue una de las más importantes de los últimos tiempos, que los trabajadores, a pesar de sus diferencias, se sentían unidos para enfrentar el ajuste de Macri-Bordet-Varisco, que se repudió a las políticas kirchnerista y macrista, y se denunciaron fuertemente los despidos, el tarifazo y protocolo antipiquete.
Indudablemente estuvo clara la expresión de los trabajadores en cuanto a que no dejarán pasar las violaciones de sus derechos sino que se aprestan a resistir.
Queda pendiente fortalecer y hacer consciente este entusiasmo y construir la necesidad de la continuidad de un plan de lucha que acabe con las medidas anti obreras de Macri. En este marco es fundamental jerarquizar y convocar el Encuentro Nacional del sindicalismo combativo y antiburocrático del 5 de marzo en Buenos Aires. En este camino, es menester construir la recordación de los 40 años del golpe, en una instancia de lucha en contra del protocolo antipiquete, ley antiterrorista, Proyecto X, Emergencia en Seguridad, Ley de derribo y represión cotidiana que sufren los trabajadores, juventud y mujeres. Represión que no es solo golpizas, sino también indiferencia ante el hambre, desprotección y olvido al que quedan librada la población frente a una política que, si no la frenamos, seguirá, a pesar de la crisis, garantizándole las ganancias al capital a costa de la humillación, enfermedad y enajenación de los trabajadores.
