Nicolás del Caño y el FIT se destacaron en el debate presidencial. La izquierda como alternativa frente a la agenda de los candidatos patronales. La necesidad de votar al FIT y prepararse para enfrentar el ajuste que viene pos octubre.

Eduardo Castilla X: @castillaeduardo
Viernes 9 de octubre de 2015
El tema político de la semana fue el primer debate presidencial de la historia argentina. Allí quedó en evidencia para millones de personas que no hay diferencias sustanciales entre la mayoría de los candidatos. Massa, Macri y Rodríguez Saá se tiraron flores durante dos horas, mostrando más coincidencias que diferencias. Stolbizer les hizo críticas parciales pero defendió su alianza con Macri en 8 provincias y no se pronunció sobre el derecho al aborto. De progresista, ni el “relato”.
Massa, Macri y Scioli están obligados a las promesas vacías porque no pueden develar sus verdaderos planes. Mientras, sus asesores económicos se reúnen con los grandes capitalistas para asegurar el ajuste. Massa, tanto en el debate como en los días posteriores, no ocultó su intención de ajustar a la clase trabajadora, repitiendo su discurso contra los docentes a los que exige presentismo mientras él se ausenta de las votaciones del Congreso.
El único que marcó una agenda política clara, a favor del pueblo trabajador, fue Nicolás del Caño del Frente de Izquierda. Precisamente por eso fue una figura destacada de la noche, como señalaron analistas y medios de comunicación.
Este semana, el gobierno volvió a demostrar su vocación de “pagador serial” de la deuda. Eso no aleja las tensiones profundas de la economía, que evidencian los límites de las transformaciones estructurales del país en la “década ganada” y que empujan hacia un ajuste en pos de recomponer la ganancia capitalista. En los extremos del arco social, el gran empresariado hace negocios millonarios mientras una porción no menor de la clase trabajadora sigue por fuera del “modelo de inclusión social”.
El kirchnerismo y Scioli
La foto política de este miércoles fue la del frío abrazo entre Randazzo y Scioli. Quien fuera abanderado de la lucha contra el candidato “que viene de los 90”, como buen peronista, se subordinó a las órdenes de arriba. Tanto este encuentro como las permanentes cadenas nacionales de Cristina Fernández buscan garantizar el apoyo de todo el espacio político oficial, para lograr un triunfo en primera vuelta.
Miles por Ni Una Menos
Scioli, al igual que Massa y Macri, ya definió su oposición al elemental derecho al aborto, que reclaman desde hace tiempo decenas de miles de personas en todo el país. El candidato del FpV es un firme aliado de la Iglesia y del Papa Francisco. Quieren imponer así una agenda contra las mujeres.
Este fin de semana se realiza el XXX Encuentro Nacional de Mujeres en Mar del Plata. Allí Pan y Rosas, junto al PTS, plantearán la perspectiva de organizar a miles de mujeres para potenciar la lucha por Ni Una Menos.
Ni Una Menos asesinada por la violencia machista y por las consecuencias del aborto clandestino; Ni Una Menos secuestrada por las redes de trata y prostitución, que actúan en connivencia con funcionarios políticos, judiciales y fuerzas represivas; Ni Una Menos destruida física y emocionalmente por las condiciones de explotación y precarización en trabajos irregulares y sin derechos.
En esa perspectiva está planteada la pelea por la aprobación del proyecto de ley por un Plan Nacional de Emergencia contra la Violencia hacia las Mujeres, presentado en el Congreso Nacional por los diputados Nicolás del Caño y Myriam Bregman, la fórmula presidencial del FIT. Ese proyecto requiere ser acompañado por la organización de un movimiento masivo de lucha de las mujeres, independiente de toda variante política que defienda los intereses del empresariado y la Iglesia.
Nicolás del Caño y la emergencia del Frente de Izquierda
La presencia de Nicolás del Caño en el debate, sus cuestionamientos a los otros candidatos, el planteo de una perspectiva claramente orientada hacia los intereses del pueblo trabajador, las mujeres y la juventud, fueron un componente esencial de un salto en la imagen del mismo FIT. Como señaló Jorge Altamira del PO, “la difusión de los espacios de publicidad política y el debate de candidatos del domingo pasado han cambiado el escenario de la campaña electoral, porque han quebrado la política de ocultamiento mediático del Frente de Izquierda”.
Diversos analistas ubicaron a Nicolás cómo uno de los “ganadores” del debate. El interés que despertó inundó las redes sociales con miles de menciones en Twitter, Facebook y Google. Ese mismo interés se puso de manifiesto durante la visita de Del Caño a la Universidad Nacional de la Matanza, uno de los bastiones políticos y académicos del PJ. Allí los estudiantes se agolparon para hablar con él.
Para cientos de miles está quedando en evidencia la diferencia entre una casta de políticos profesionales al servicio de los empresarios y el conjunto de los candidatos del PTS y el FIT. A 15 días de las elecciones se puede decir que Nicolás del Caño tiene un piso en votos, pero el techo aún no se conoce.
El voto a la izquierda y al ajuste por venir
Una importante votación al Frente de Izquierda permitiría conquistar nuevos legisladores en el Congreso nacional y en las legislaturas provinciales, lo que fortalecería las denuncias contra los negociados que allí se garantizan al empresariado.
Una alta votación al FIT sería también un mensaje claro a la clase capitalista y sus candidatos que preparan un ajuste. Alcanzar y superar el 1.2 millones de votos logrados en 2013 significaría una enorme demostración de que franjas importantes de la clase trabajadora, la juventud y las mujeres rechazan a los políticos patronales y sus planes.
Es necesario redoblar esfuerzos en las últimas semanas de campaña para garantizar una fiscalización extendida a todo el territorio nacional y lograr un crecimiento sustancial de la votación del 9 de agosto. En las facultades y escuelas, en las fábricas y lugares de trabajo, en cada barrio o colegio, es necesario organizar ampliamente la militancia por una gran votación para el Frente de Izquierda y Nicolás del Caño.
Pero además es preciso que esa militancia se sostenga en el tiempo.
El ajuste que se prepara tiene el aval de la burocracia sindical peronista de los Moyano, Caló y Pignanelli, que ya demuestran su inacción ante los despidos y suspensiones en curso.
Para enfrentarlos y derrotarlos es preciso construir una gran fuerza política revolucionaria de la clase trabajadora, la juventud y las mujeres, que enfrente el ajuste, pero lo haga en la perspectiva de luchar por derribar el poder de la clase capitalista e imponer un gobierno de los trabajadores y el pueblo, única forma de empezar a dar solución duradera a los grandes problemas de la población pobre del país.

Eduardo Castilla
Nació en Alta Gracia, Córdoba, en 1976. Veinte años después se sumó a las filas del Partido de Trabajadores Socialistas, donde sigue acumulando millas desde ese entonces. Es periodista y desde 2015 reside en la Ciudad de Buenos Aires, donde hace las veces de editor general de La Izquierda Diario.