En medio de la crisis histórica de la salud en el país y la provincia, Perotti no duda en llevar hasta el final su plan de ajuste en el sector y allanarle el camino a la próxima gestión de Pullaro. Sin embargo, los trabajadores sanitarios responden y no se quedan callados.
Sábado 7 de octubre de 2023 17:02
En el comienzo de la semana, encontramos la mayor huelga de trabajadores de la salud en la historia de los EEUU con más de 75 mil empelados que cesaron su actividad en distintos puntos del país desde la costa oeste a la este. No tan lejos, nada indica que Argentina sea un escenario tan diferente ni tan ajeno.
Es evidente que la situación sanitaria se agravó en todo el globo desde que comenzó y finalizó la pandemia por Covid. Con aumentos en la tasa de suicidios, la depresión y ansiedad no deja de crecer en todo el mundo. El estrés se constituye como parte de cada dia y nos acostumbramos llevar nuestra vida cotidiana y laboral con la cabeza quemada. La resistencia a las nuevas cepas infecciosas y el apogeo de las enfermedades crónicas, plantean un nuevo desafío para el estado y la salud.
Sin embargo, mientras los grandes laboratorios y las prepagas cotizan ganancias siderales, el estado moderno parece definirse por rifar nuestro derecho a la salud a la especulación de las grandes empresas. Esta situación también sugiere un urgente llamado a las ideas socialistas y la intervención masiva de los trabajadores para enfrentar la crisis y dar una salida por izquierda.
La fuerza de los fuertes
Desde comienzos de septiembre, se viene agudizando el conflicto entre las prepagas y los médicos. Ante la demora de hasta 90 días en pagos y los bajos honorarios que imponen las prepagas a los médicos que llegan a $1500 por hora, los profesionales decidieron cobrar un copago por sus servicios. Esto generó conflicto no sólo entre médicos y prepagas, sino también un gran malestar entre pacientes y usuarios quienes además de sostener su prepaga, se ven obligados a pagar un “extra” en muchos casos. Este lamentable hecho enfrenta pacientes contra médicos cuando son las prepagas las responsables y que especulan con la salud de los pacientes.
Pero no sólo son las prepagas quienes especulan con la salud de los pacientes como si fuesen una mera mercancía, también el estado y los gobiernos juegan a los dados con la salud y profundizan su ajuste en el sector.
Sin pedir permiso, las y los “Pediatras en lucha” vienen denunciando las pésimas condiciones laborales y edilicias. La falta de insumos y equipamiento es constante, y la precarización de parte del personal de los principales efectores y centros de salud de dicha especialidad cada vez se siente más. Así mismo, hicieron eco de la denuncia frente al gobierno provincial por dejar sin alojamiento a niños y adolescentes que llevan más de un año viviendo en diferentes hospitales de niños. Por su parte, Niñez se suma a la denuncia del gobierno siendo que la provincia evita tomar las medidas de protección excepcional.
A su vez, octubre encontró a numerosos trabajadores del Hospital Eva Perón en las calle siendo que varios de ellos fueron despedidos. Entre los afectados se encuentran una abogada de salud mental, una médica y dos psicólogas. Como si en los tiempos que corren se puede prescindir de la salud psíquica. Además, echaron personal de quirófano y de otras áreas.
Mientras los portales internacionales anuncian que la tasa de depresión y ansiedad aumentó un 25% luego de la pandemia, el gobierno ignora a los pacientes de salud mental y explota a sus trabajadores.
Por esto, los acompañantes terapéuticos de la dirección provincial de salud mental vienen exigiendo el pase a planta permanente y el aumento de salario ya que vienen cobrando $500 por hora desde hace más de un año. Sin embargo, el gobierno se acordó tarde y desde hace un mes ofreció un mísero aumento a $900. El disgusto de los acompañantes no se hizo esperar y asestaron un paro de 48 horas el pasado jueves y viernes de esta semana, dejando en claro posibles medidas de fuerza para las próximas semanas.
Además, el sindicato de profesionales de la salud (SiPrUS) ante la falta de convocatoria por parte del gobierno para la negociación por paritaria llevó adelante un paro sin actividades en la región el pasado jueves pero ante las nulas respuestas convocan a un nuevo paro de 24 horas para el lunes de la semana que viene.
No tan distintos
Sabemos que desde que comenzó su gestión, Perotti se declaró como enemigo público de la salud. Echando a miles de monotributistas que enfrentaron la pandemia de covid, bajando el salario de los residentes y desconociendo a los enfermeros y radiólogos como profesionales, le allana el camino a la próxima gestión para profundizar el ajuste.
Con Pullaro a la cabeza, como próximo gobernador ya electo, proveniente de Cambiemos, coalición que hizo desaparecer el Ministerio de Salud durante la presidencia de Macri y quien trajo al FMI para golpear al conjunto de los trabajadores, no podemos esperar menos en Santa Fe para los próximos años.
Cuando el peronismo se pregunta por qué avanza la derecha, nunca aceptarán su responsabilidad ya que son ellos mismos cómplices y hasta facilitadores del avance de la derecha. Fue Massa quien colaboró con el armado de lista de La Libertad Avanza de Milei. Hasta el mismo Perotti aseguró que de ir a un supuesto ballotage entre el “gatito mimoso” de las grandes corporaciones y Patricia Bullrich, votaría al libertario.
Desde que comenzó su mandato con 2019, el Frente de Todos se empeñó por derechizar la situación y que surgieran los monstruos. Atacando a los discapacitados, desalojando a los vecinos sin tierra de Guernica, estigmatizando a las personas que perciben un plan que no alcanza para nada, ajustando al conjunto de los trabajadores con la incesante inflamación y con la reforma laboral de hecho durante la pandemia, afianzó el pacto con el FMI dejando un pequeño margen entre la derecha y la pared.
Es imprescindible acompañar y ser parte de cada medida de lucha en defensa de la salud pública. Es necesaria la unión de todas las luchas en salud y hacia afuera, y que los sindicatos se pongan a la cabeza. No debemos permitir que nos dividan por sector ni rama, ni por profesión u especialidad, ni por cada efector, pero tampoco por nivel de gestión provincial o municipal. Todos los trabajadores pertenecemos a la misma clase. Tenemos que golpear con un solo puño porque nuestras vidas valen más que sus ganancias, y no seremos cómplices ni sometidos del peronismo ni del avance de la derecha.