La trastienda del streaming de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado entre los meses de producción, la saturación digital y la “aparición” de Solari.
Juan Ignacio Provéndola @juaniprovendola
Domingo 18 de abril de 2021 14:32
Crédito foto: KVK Fotos.
Cuando la madrugada ya había entrado en su recta profunda y el streaming de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado parecía acercarse al final después de tres horas de demora, zozobra y la migración desde la plataforma Ticketek a un link abierto en YouTube, por las pantallas de Led apareció en Indio Solari. Un Solari versión hiperdigital: por un lado, habían grabado su voz, por el otro su imagen, y sobre ese playback sincronizó la banda para darle música a dos estrenos. “Las ventajas de rezar solo” suena a rock picante con un estribillo de puño cerrado y destino de himno. Pero a eso le opuso “Encuentro con un ángel amateur”, una canción en clave acústica que parece arrojar un mensaje de despedida: “Empiezo por el final, terminaré en el principio / Mis intereses quizás no fueron muy saludables / Ya no puedo cumplir hazañas que prometí… solo seguir cantando”.
A las 21, las pantallas de Ticketek encendieron las alarmas: el link que conducía al streming de Los Fundamentalistas anunciado a esa hora marcaba error, se trababa, pedía la contraseña pero la rechazaba. Los que pagaron la entrada para ver la anunciada performance de la banda del Indio entre las ruinas de Epecuén se impacientaban y las redes sociales ofrecieron su propio show con tuits de todo tipo, desde iracundos hasta irónicos: “Parece que no puede haber show del Indio sin quilombo”, “Hay cola hasta para entrar a la computadora”, “El Indio desbordó hasta Internet”. Mientras desde la plataforma pedían paciencia y aseguraban “estar trabajando para resolverlo”, muchos usuarios empezaron a insistir en la idea de que, si perduraba la demora, el Indio y su equipo liberaran el video en YouTube.
Pasada la medianoche, finalmente el contenido fue subido y transmitido en directo (no en vivo, claro) desde un link en YT para el desahogo de quienes temían la postergación del streaming (alguien hizo un chiste sobre que se iba a realizar en Madrid, recordando la similitud entre la final de la Libertadores y las dilaciones para el partido revancha). Por un momento, el tema captó la atención de muchos y corrió del eje de la agenda a las restricciones horarias, el cierre de colegios y las protestas en Casa Rosada, la Residencia Presidencial y el Obelisco producidas a la tarde.
Epecuén: La trastienda de una performance inédita
Si todo lo que rodea al universo ricotero (y, por añadidura, al imaginario solariano) está abrazado por un halo de misterio y cierta narrativa más cercana a la poética que a la llana realidad, este despliegue inédito de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado en Epecuén no le escapa al guión: parece que la idea de movilizar a toda la tropa del Indio Solari a ese pueblo en ruinas tras la inundación que padeció en 1985 se le ocurrió tanto al cantante como a sus músicos… solo que a cada cuál por separado, y sin siquiera sospechar que el otro estaba imaginando lo mismo.
¿Creer o reventar? Ninguna de las dos cosas: el arte está para disfrutarlo, interpretarlo cada cual a su manera, viajar más allá de la literalidad. Y si esta coincidencia logística fue obra del destino o del azar, es algo que nunca podremos saberlo. Lo que sí está claro es que nadie sospechaba lo que sucedería mucho después, cuando el concierto de la banda del Indio ya había sido grabado en Epecuén: el tándem de restricciones nocturnas decretadas por el gobierno nacional en la semana previa a la transmisión le dio al streaming un interés mayor, habida cuenta de la repentina prohibición de circulación callejera en el área AMBA luego de las 20 hs.
Así las cosas, miles de personas se conectaron este sábado a las 21 desde diversos dispositivos para saber de qué se trataba aquello sobre lo que había numerosas expectativas. Para que Los Fundamentalistas pudieran hacer esta performance de casi dos horas en la vieja villa turística al oeste de la provincia de Buenos Aires fue necesaria una logística y una producción monumental y elefantiásica, además de un amplio margen para la inventiva: no sólo porque no se trató de un show con público, sino que ni siquiera tenía que ver con anterior streaming de la banda. El año pasado, Los Fundamentalistas tocaron “desde los satélites” pero en el microestadio Malvinas Argentinas, beneficiándose con toda su estructura edilicia. Ahora, en cambio, hubo que armar todo de cero.
Empezando, claro, por el escenario. “Escenario” equivale a hablar de andamios, fierros, tablados, luces varias, pantallas, sonido. Y, encima de eso, el registro audiovisual con micrófonos de distintos tipos, cámaras fijas, móviles y drones. Más que una puesta de escenario, esto se trató de una puesta en escena compleja que implicó trasladar cada uno de los elementos que fueron utilizados, desde el cable más chiquito hasta los generadores eléctricos que abastecieron de energía a una parte de un pueblo que lógicamente no la tiene desde aquel fatídico 1985.
Un total de 150 personas trabajaron durante cinco días para que el domingo 28 de marzo estuviese todo montado en una bocacalle de Epecuén a espaldas del lago que devoró el pueblo y sobre Mitre, la vieja calle principal del pueblo. Aquel día, Los Fundamentalistas hicieron un ensayo general de punta a punta, tocando todas las canciones de la lista (más alguna repetición). La grabación que salió por el streaming se registró al día siguiente, el lunes 29, y por si las moscas contemplaron el martes como backup, cosa que al final no hizo falta.
Si bien el asunto a delinearse desde noviembre (analizando, por empezar la factibilidad y el presupuesto), la elección de los días/noches no fue arbitraria: buscaron especialmente cuándo estaba pronosticado el cielo despejado y la aparición de la luna llena. “Gaspar Benegas y Pablo Sbaraglia fueron quienes pensaron donde hacerlo, cómo hacerlo, y también de quienes, en parte, fue la idea de comenzar al atardecer y terminar de noche”, cuenta Matías Mera, director de la puesta en escena y miembro de Cráneo Films, quién se encargó de la producción audiovisual. Para eso utilizaron 16 cámaras, dos drones y una grúa de 16 metros que fueron swichteando mientras transcurría el concierto, aunque luego eso fue re-editado. En la mezcla intervinieron Gaspar, Pablo y también Andrés Carbonell, el operador de sonido.
La producción general, en tanto, estuvo al hombro de Rock&Reggae, quien ya se había encargado del streaming anterior del Malvinas y también de los tres shows presenciales que Los Fundamentalistas hicieron sin el Indio en 2019 y 2020, antes de la cuarentena y en la parte externa del mismo microestadio.
Se necesitaron cuatro camiones para trasladar todos los elementos. Casi dos de ellos se llenaron tan solo con las luces, ya que fue necesario iluminar una superficie de cuarenta mil metros cuadrados. El diseño de esas luces y su operación estuvo en manos de Maxi Marrone, quien trabajó con Fuerza Bruta. “Lo que hicimos fue entre un delirio y una gesta épica”, reconoce entre risas alguien de la producción que sudó bastante para que esto fuera más lo segundo que lo primero.
Un camión, en tanto, movilizó los cuatro generadores de energía, mientras que los cables ocuparon la mitad de otro. La mayoría de las cosas fueron llevadas desde Buenos Aires, aunque también hubo otras desde Bahía Blanca, más algunas de proveedores locales. Para no levantar la perdiz, hicieron correr la bola en los pueblos cercanos que estaban filmando una publicidad. Aunque se empezó a correr la bola sobre la posta y el runrún fue entonces inevitable. “Cuando fui a una ferretería, antes de que pida algo el tipo que atendía ya me tiró: ‘¿es verdad que viene el Indio? Me vio cara desconocida y saltó la ficha”, cuenta otra persona cercana a la producción.
El domingo 28 de marzo, en la prueba general, se habían logrado “colar” algunos curiosos”. Por eso, el lunes 29 lograron ajustar el cerrojo para que no entrara nadie. Claro: estaba el miedo de que, en época de redes sociales y megadigitalización de dispositivos, lo que se pretendía conservar como sorpresa hasta este sábado fuera deschavado por terceros semanas antes.
Así fue el show: Por favor, que el adiós no se alargue
Así y todo, una vez que se anunció la fecha del streaming y el lugar, muchos creyeron que iba a ser en vivo y en directo, por lo que se temió que mucha gente viajara hasta Epecuén. Entonces desde las redes de Los Fundamentalistas avisaron que el show había sido grabado y nadie ya quedaba en el lugar, cosa que el Indio luego repitió. Un toque por si las moscas van, y otro toque por si van detrás.
El sábado se acabó el misterio y pudo verse de punta a punta aquello que fue anunciado. En verdad, el sábado el misterio se alargó: recién ya en madrugada de domingo el streaming comenzó entre los dispositivos tras el colapso de Ticketek. Los Fundamentalistas atendieron parte del cancionero que el Indio Solari grabó tanto con Los Redondos como con ellos, pero además presentaron “Las ventajas de rezar solo” y “Encuentro con un ángel amateur”. La primera de ellas había tenido una versión inicial grabada tiempo atrás por la orquesta de tango Ciudad Baigón en base a una letra de Solari. La segunda, como se dijo, tiene aires a despedida, aunque el material “nuevo” no parece agotarse allí (desde la banda dijeron que el Indio tiene maqueteado material para dos discos).
El Indio, como era presumible, apareció de manera virtual (virtual al cuadrado: una pantalla en Epecuén dentro de la pantalla de tu casa) para hacer su entrada. Naturalmente muchos cobijaban la esperanza de que el cantante fuera parte de la comitiva de manera presencial y se hiciera cargo de la voz durante todo el recital. Pero distintos motivos eso es imposible. Como dijo el propio Pablo Sbaraglia en una entrevista previa: “Es preferible tenerlo así, que no tenerlo”.