Los empresarios y el gobierno son responsables de la salud de lxs trabajadores, la juventud y las familias. Una nueva infección en el sector de aeronáuticos que se podría haber evitado. ¡Test masivos ya!
Viernes 8 de mayo de 2020 17:53
En el día de hoy, dos trabajadores de la empresa GPS, tercerizada de Aerolíneas Argentinas, dieron positivo de COVID-19 y hay 100 trabajadorxs de Aeroparque que en éste momento están en aislamiento por posible contagio. Uno vive en la villa 31 con su familia: su mujer (que también dió positivo) y 6 niños.
La comisión de Seguridad e Higiene de Trabajadores Aeronáuticos, que jugó un rol clave en la reincorporación de Aye y Carlos -trabajadorxs despedidos injustamente por pedir condiciones mínimas de seguridad para atender los vuelos de repatriación-, viene realizando asambleas virtuales. En ellas participan cientos de trabajadorxs que exigen a la empresa GPS, Aerolíneas Argentinas y al Gobierno Nacional los elementos básicos de higiene y sobre todo la necesidad urgente de los test masivos para todos los trabajadores aeronáuticos y esenciales del país. Además, de la desinfección de los lugares comunes (los baños, por ejemplo, son un gran foco de contagio y están en muy mala condición) se exige una mayor cantidad de insumos de protección y una base operativa que impida el hacinamiento de los trabajadorxs.
Hacinamientos como los que ocurren en la Villa 31 - donde vive uno de los trabajadores aeronáuticos con coronavirus - y donde las condiciones de vivienda son deplorables. Cuando lavarse las manos frecuentemente es algo esencial para no contagiarse y no propagar el virus, hace más de 10 días que allí se encuentran sin agua y hasta ahora no se ha reestablecido completamente. Hay 280 casos positivos y 410 casos en los barrios más vulnerables de CABA. Donde es responsable Larreta, pero además el Gobierno Nacional.
En este contexto, que se llegó a los 2,5 millones de trabajadorxs afectadxs por despidos, suspensiones, rebajas y congelamientos salariales, que bién supo denunciar el Observatorio de Despidos durante la Pandemia, la empresa GPS no se queda atrás: viene amenazando con rebajas salariales a todos sus empleados (estamos hablando de 1400 familias) y se niega a reincorporar a Edgar Gámez, un despido xenófobo que repudiamos fervientemente. Mientras los medios nos llaman héroes por estar en la primeria línea de contagio y hacer posible los vuelos de repatriación, ésta es la respuesta que nos da GPS, justo a Aerolíneas Argentinas (que hace poco se unió a Austral). Hasta ahora no vimos ni una medida a favor de los trabajadores. ¿Y el Sindicato? Adivinaron, no figura en ningún lado.
Como estudiantes y como trabajadorxs que somos, expresamos que las autoridades de nuestra universidad, como el rector Alberto Barbieri, la decana Mera y sobre todo el centro de estudiantes de la Facultad de Sociales de la UBA, hoy dirigido por la UES, brillan por su ausencia y son cómplices con su silencio. Lxs estudiantes sufrimos la flexibilización laboral, los despidos o ataques a nuestros salarios y somos expuestos juntxs a nuestras familias al Covid-19. Aquí, el CECSo, debe ser una herramienta para lxs jóvenes que no se pueden organizar por la persecución patronal y sindical que existe. Además exigimos la disposición completa del espacio y todos los recursos de las facultades de la UBA para la comunidad, donde podemos colaborar junto a lxs docentes aportando nuestros conocimientos.
Esta desidia patronal y gubernamental solo prioriza su lucro, a costa de que no levantemos cabeza y nos sigamos contagiando a nosotrxs y a nuestras familias. Madres, hermanxs, hijxs. Es momento de decir ¡basta de especular con nuestras vidas! Es momento de unir a lxs trabajadorxs y al movimiento estudiantil, y así, golpear con un sólo puño.