Mientras que en Guerrero y Oaxaca hay cientos de presos políticos y al menos dos muertos en Tlapa, Guerrero, producto de la represión a las jornadas de boicot que encabezo el magisterio democrático y combativo; en Cuernavaca el candidato del Partido Social Demócrata (PSD) , Cuauhtémoc Blanco, es virtual ganador de la alcaldía con el 70% de las actas escrutadas y sacando una ventaja al menos el 4% a su contendiente más cercano, la priísta Maricela Velázquez Sánchez.
Martes 9 de junio de 2015
Foto: Cortesía de ESPN
Desde la noche del domingo los candidatos del Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) aceptaron su derrota y felicitaron al ex futbolista, mientras que el candidato al conocer su victoria dijo: “Ahora sí me los chingué”.
Es evidente que el pasado del candidato a alcalde por el PSD es una fuerte carta que juega con los sentimientos de las masas populares, fans de fútbol y sobre todos los hinchas del F.C. América, el segundo equipo con más aficionados en todo el país, sólo después de las Chivas del Guadalajara. Esto, conjugado con la crisis de legitimidad de los grandes partidos, le da la victoria al futbolista y a su partido de orígenes reaccionarios y que en el DF postulaban a ex líderes porriles de UNAM, como Alfredo Margarito Benitez, mejor conocido como el “Hi-Man” del CCH Vallejo.
Sin embargo, como ya hemos visto incontables veces, el deporte y la política no van separados, ocupando las aspiraciones de los miles de trabajadores que ven un entretenimiento en el fútbol. Otro ejemplo es el del director técnico de la selección nacional mexicana, “El Piojo” Herrera, quien junto con Marco Fabián, hizo del partido México- Brasil, un lugar de promoción por el aliado histórico del PRI, el PVEM, que representan junto con el PAN y el PRD, los sectores más reaccionarios del país.
En este mundo y bajo este sistema de ambición monetaria en donde hasta los sentimientos los quieren convertir en mercancía, en el sentido que Marx la entendía, ni el deporte, ni nuestro entretenimiento están libres de los intentos culturales del capitalismo por apropiarse hasta de nuestro último segundo antes de dormir y del primer segundo al despertar.
En ese sentido, no podemos ni disfrutar del campeonato de nuestro equipo favorito sin que políticos burgueses, grandes empresarios y decenas de parasitarios funcionarios públicos salgan a invadir el ánimo de fiesta popular, intentado colar sus intereses por encima del bienestar de la clase trabajadora.
Queda claro que este tipo candidaturas no son más que un intento de los partidos patronales por conseguir votos al costo que sea y así recomponer la legitimidad del régimen, para sacarlo de la crisis política en la que se encuentra. Así sean militares, tanquetas, armas largas y represión, o candidaturas picarescas, el plan es aplicar los planes de ajuste en las espalda de los y las trabajadoras.
Cuernavaca puntero en violación de Derechos Humanos
En Morelos la violación a los Derechos Humanos se ha generalizado. Como señala Juan Méndez, relator especial de Naciones Unidas, “durante los años recientes la presencia del Ejército en las calles ha significado el crecimiento de las violaciones a los derechos humanos de ciudadanos que no han cometido delito alguno. La tortura se ha generalizado por parte de las corporaciones policiacas y el Ejército en la detención de presuntos integrantes de bandas delictivas para obtener información sobre actividades que presuntamente cometieron y se ha generalizado el uso de la tortura por parte de perpetradores desconocidos que utilizan toda clase de métodos, cual más brutales, para causar severos daños físicos y dolor a personas que posteriormente privan de la vida y arrojan sus cuerpos en lugares públicos o los entierran en fosas clandestinas.”
Cuauhtémoc Blanco nunca se ha pronunciado por tales violaciones severas: en el fondo su gubernatura garantiza la continuidad de este proyecto con un personaje carismático al frente.
Por la conquista de nuestras demandadas: independencia política y de clase
En la jornada electoral pasada, la burguesía se valió de diversos recursos para hacer parecer que el proceso electoral transcurriría en paz y sin protestas, sin embargo, fueron miles y miles lo que no fueron a votar y otros miles los que conscientemente anularon sus votos con consignas como ”Nos Falta 43” o “Alto a los feminicidios”. Sumando las importantes movilizaciones del magisterio chiapaneco, oaxaqueño y guerrerense, que pusieron en duda la estabilidad política del régimen.
Pero estas acciones, aunque fueron muestra de protesta, inconformidad y heroísmo, no bastan para recuperar nuestro tiempo de ocio, ni para acabar con el sistema podrido que nos roba hasta el deporte, si no están ligadas a la construcción de una fuerte organización de las mujeres, del pueblo pobre y trabajador, que busque construir un gobierno de los trabajadores de la mano de su fuerza y movilización independiente de las opciones de la burguesía, sean claramente de derecha o tenga tintes nacionalista centroizquierdistas.
Por eso, si queremos acabar con las miserias de este sistema, destruir sus elecciones y conquistar nuestros más básicos derechos, se hace necesario la construcción de un partido de combate, que se atreva a confrontar y subvertir el orden existente.