La compleja situación que vive Venezuela ha llevado al gobierno de Nicolás Maduro a proponer una Asamblea Constituyente. La derecha por su parte ha salido directamente a críticar al oficialismo. Sin embargo, ¿son las únicas alternativas que le quedan al pueblo trabajador?
E.E. Vergara Valparaíso, Chile
Jueves 4 de mayo de 2017
Sin duda estas últimas semanas han estado marcadas por importantes acontecimientos que sacuden a la nación venezolana. Luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) del gobierno de Nicolás Maduro disolviera la Asamblea Nacional (AN) por un par de días, se han intensificado los enfrentamientos entre oficialistas y los opositores derechistas. Se hace evidente frente a los más de 29 muertos y decenas de heridos en las calles, en sucesivas marchas convocadas por la Mesa de Unidad Democrática (MUD).
A nivel internacional, dado el marcado giro a derecha que se viene gestando en Latinoamérica expresado en los gobiernos del multimillonario Mauricio Macri o el golpista brasilero Michel Temer, también el gobierno Venezolano se ha visto contra la pared, planteando incluso a través de su representante internacional abandonar la Organización de Estado Americanos (OEA).
La Asamblea Constituyente bajo los límites del gobierno
Una fórmula que ha presentado el presidente Nicolás Maduro, para salir de este enorme aprieto es levantar una Asamblea Constituyente (AC), como una alternativa al plan de elecciones anticipadas que viene buscando la derecha
"Convoco a una Asamblea Nacional Constituyente ciudadana y de profunda participación popular para que nuestro pueblo como depositario del poder constituyente originario con su voz pueda decidir el destino de la patria" señaló Maduro en actividad pública de Plaza Caracas.
Por su parte las intenciones del mandatario venezolano, provocaron la reacción inmediata de la oposición, que ha salido a rechazar directamente la propuesta del gobierno.
“Lo que terminó presentando Maduro es mucho peor que la denuncia que hicimos. El presidente ha disuelto la democracia y la República. La Constituyente es una estafa para engañar al pueblo con un mecanismo que no busca otra cosa que agravar la crisis en Venezuela" señaló el presidente de la Asamblea Nacional e integrante de la MUD, Julio Borges.
Sin embargo más allá de que aún no se conozca en su totalidad, la AC presentada por el oficialismo, no es cualquier mecanismo, ya que se encuentra delimitado por los márgenes del gobierno bajo sus propias condiciones. Es así como la plataforma propuesta por Maduro se coloca en manos de aparatos cooptados y administrados en función de la política del Estado, como los Consejos Comunales, organismos que cobraron vida en el apogeo del chavismo, pero sin representar un tipo de organismo independiente del pueblo.
Las fórmulas bonapartistas del gobierno para prorrogar su autoridad
La Asamblea Constituyente planteada por Maduro no cumple ningún fin progresivo más que rearmar su poder frente a la ofensiva derechista que se ha constituido como mayoría en la Asamblea Nacional, y que hoy también busca hacerse de las calles. Es el giro bonapartista que viene teniendo el gobierno, enfrentándose a la derecha, pero al mismo tiempo bajo un clima de represión y militarización, sin mencionar la restricción a las libertades de prensa y organización sindical. Todo esto enmarcado en un plan de fortalecimiento del gobierno y sus instituciones, como las Fuerzas Armadas.
Por una verdadera Asamblea Constituyente y un Plan Obrero de Lucha
Es por tanto fundamental levantar una verdadera Asamblea Constituyente libre y soberana, que influya de manera real en la resolución sobre las cuestiones económicas, democráticas y sociales que hoy afectan al pueblo trabajador, como una forma una tercera alternativa a los procesos restrictivos del gobierno con el alero de las Fuerzas Armadas, y a la Asamblea Nacional como nicho oportunista de la derecha y sus representantes.
Pero al mismo tiempo como plantea la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS) “Junto al llamado a una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, es necesario poner en pie una pelea por un plan obrero de emergencia ante la crisis imperante que el gobierno descarga sobre los trabajadores y el pueblo, que en nuestra opinión debe ser en una perspectiva anticapitalista, antiimperialista y por un gobierno propio de los trabajadores”.