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Red Internacional
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Entrevista | Docentes en lucha por #MenosLectivas: "queremos confluir con otros sectores, queremos caminar hacia una huelga general de servicios públicos"

Entrevistamos a David Domínguez y Javier Freijanes, docentes en la Comunidad de Madrid y participantes en Menos Lectivas, un espacio asambleario que convocó 3 jornadas de huelga el pasado mes de febrero junto con los sindicatos que componen la asamblea (CGT, STEM y CNT Comarcal Sur). Su objetivo era recuperar las condiciones previas a los recortes de 2011: reducir las horas lectivas, recuperar poder adquisitivo y reducir radicalmente las ratitos. Además, la huelga planteaba la necesidad de aumentar la financiación, abrir nuevos centros, reducir el trabajo burocrático y acabar con la segregación en Madrid. El 8 de mayo se unieron con una convocatoria propia a la huelga propuesta por los sindicatos mayoritarios (ANPE, CCOO, CSIF Y UGT). El 21 de mayo volverán a la huelga para continuar su lucha.

Lunes 20 de mayo de 2024

Habéis planteado una alternativa de lucha que no se veía en años. ¿Podríais explicarnos qué es y qué expresa el movimiento Menos Lectivas?

DAVID: Menos Lectivas es una asamblea, es un movimiento y es una manera nueva de hacer sindicalismo porque delegar la representación de lxs trabajadorxs en la mesa sectorial y la estrategia de la paz social no ha servido ni para recuperar los derechos perdidos en 2013, ni para frenar nuevos ataques como la progresiva cesión de suelo público, el aumento de las políticas de segregación o el goteo de nuevas tareas burocráticas con el mismo horario y salario, por poner algunos ejemplos; recorrer los caminos que no sirven para ir hacia adelante sólo nos trae cansancio, apatía y debilidad.

En este sentido, y con el deseo de recuperar derechos perdidos (empezando por el horario lectivo, pero también con el poder adquisitivo por ejemplo) y sueños robados (ampliar el horizonte de la escuela pública y soñar con una escuela más horizontal, más libre y autogestionaria) hemos ido añadiendo miembros, demandas y formas de organización y lucha para dar cabida a cada docente que quiera hacerse cargo de la reversión de los recortes y la ampliación de la pública.

JAVIER: Para mí, menos lectivas somos un movimiento horizontal, asambleario de docentes, con diferentes afiliaciones sindicales y políticas, que nos hemos juntado hartos de ver cómo los sindicatos con representación no hacen lo que tienen que hacer. Tras 12 o 13 años de inmovilismo, de que las cosas no cambien, hace un año comenzó este movimiento que está creciendo y desbordando todas nuestras perspectivas. Comenzó con la intención de recoger firmas para bajar las horas lectivas de primaria y secundaria a 23 y 18 respectivamente, y ahora tenemos 6 grandes reivindicaciones que amparan muchos o casi todos los problemas que tenemos en educación.

A pesar de que la situación laboral de los docentes y de la educación está marcada por la precariedad, los sindicatos mayoritarios decidieron no levantar una lucha. Cualquiera se hubiera visto en minoría y se habría resignado. Vosotros decidisteis convocar. ¿Cómo llegasteis a decidir hacer las 3 jornadas de huelga de febrero, cómo fue organizarla y cuál es vuestra valoración?

JAVIER: En septiembre nuestro objetivo era continuar con la recogida de firmas que se comenzó antes de verano. Los tres sindicatos que actualmente apoyan nuestro movimiento: CGT, CNT y STEM (y UGT, que estuvo al principio pero luego nos abandonó para continuar la lucha desde la mesa sectorial) nos ayudaron a llegar a muchos centros donde las noticias de nuestras asambleas aún no llegaban. Nos pusimos una fecha, finales de noviembre, y entonces entregamos 14.000 firmas. Así, Menos Lectivas, con estos tres sindicatos que nos apoyan, hicimos una performance de entrega, junto con una pequeña manifestación. ¿Qué pasó? El único comunicado que sacaron es que había una promesa oral, nada por escrito, del consejero, de bajar a las 18 horas en 2 años y nada para primaria. No podíamos dejar a las compañeras de primaria en la estacada. Decidimos, entonces, en asamblea convocar huelga, concretamente, hacer tres días de huelga el 27, 28 y 29 de febrero.

Se fueron formando grupos de trabajo (comunicación, organización, territorios…) y desde ahí fuimos concretando, pidiendo permisos, organizando y sobre todo haciendo campaña mediática para llegar a la mayor gente posible. Llevamos carteles a muchos centros. Muchos compañeros nos hemos pateado centros en nuestros días libres, pegando carteles, hablando con los compañeros…

Así, llegamos a los tres días de huelga con mucha ilusión y mucha presión por parte de los sindicatos de la mesa (sobre todo CCOO) para que cancelásemos la huelga, porque estaban en negociaciones. Nuestra respuesta fue clara: estáis negociando, es el momento de hacer presión en la calle.

Mi valoración es que fue un éxito absoluto. Llevo siendo profesor desde 2011 y desde 2014 en la pública, y jamás había asistido a una manifestación de educación tan multitudinaria. Muchísima gente vino a darnos las gracias por montar la huelga. Mucha gente nos decía (incluso criticaba) que no estuvieran los sindicatos de la mesa, y siempre les respondía lo mismo: nosotros (la asamblea) les hemos escrito de manera oficial invitándoles: CSIF nos contestó diciendo que no participarían, ANPE y CCOO ni nos contestaron y jugaron un papel en contra desmovilizando.

Fíjate si la huelga de febrero fue un éxito que los cuatro sindicatos de la mesa representaron poco después una pantomima de levantarse de la mesa porque dicen que el consejero retiró su oferta verbal. Fue entonces cuando convocaron dos días de huelga en mayo, separados y sin ningún criterio, y por supuesto sin preguntar ni contar ni con sus bases ni con el resto de agentes en el conflicto (nosotros). Y así les ha pasado.

DAVID: Veníamos de un ciclo de desencanto, protesta en más cafeterías de los centros y en los grupos de WhatsApp, pequeñas concentraciones y tibias huelgas de primavera decididas desde las cúpulas sindicales. La última de manera bochornosa, sin publicidad, sin consulta, convocada de un día para otro, a dos días de las elecciones del 28 de mayo en la Comunidad de Madrid. Creo que eso enfadó mucho, nos sentimos utilizados para la campaña de una gente cuyos objetivos personales y políticos no se parecen en nada a los nuestrxs. Además, ver cómo otras comunidades al menos revertían las 18/23 y aquí, con una mesa sectorial y una consejería que sustancialmente son las mismas desde hace más de 13 años seguíamos perdiendo derechos, sirvió para prender una mecha. Ése no era el camino. Había que volver a tomar la palabra, a juntarnos, a entendernos, a organizarnos para emprender nuevos caminos. La recogida de firmas se hizo centro a centro, en nuestro tiempo libre, a mano, viéndonos, hablando, responsabilizando a cada compañerx. Cuando un compañerx te ve salir en el recreo de tu centro de trabajo, llegar al suyo, presentarte como compañerx, pedir firmas… no solo te firma, se responsabiliza de recoger las firmas de sus compañerxs, se siente apelado, eso construye sujeto político porque no eres su representante, eres su compañerx.

Quisimos apelar a todas las fuerzas sindicales para que construyésemos una alternativa a las políticas neoliberales del Estado y la autonomía que nos están robando nuestrxs derechos laborales mientras destrozan la pública. Algunos lo entendieron y otros están tardando más en entenderlo. Respetamos a cualquier fuerza sindical que crea en otra estrategia, pero nosotrxs vamos a llevar a cabo la nuestra. Y la nuestra pasó por constituir asambleas de centro, asambleas de zonas y grupos de trabajo que decidieron y llevaron a cabo aquella huelga de tres días que fue un éxito rotundo. El primero; que no torció el brazo de la Consejería, pero que presentó un nuevo sujeto político con la firme voluntad de desencallar la situación. Un sujeto que iba a dar voz a lxs docentes y que no iba a negociar a la baja dejando fuera a lxs maestrxs de primaria, como pretendía la propuesta que decía tener la mesa con la Consejería (nunca vimos tal propuesta). Un representante de lxs trabajadorxs puede negociar por ellxs. Con un compañerx no se negocia. Nuestra clave, nuestra alternativa, es que somos compañerxs. No visitamos los centros, estamos en los centros. No hacemos encuentros con las afas, conocemos a las familias. No somos gente extraña para el alumnado, somos sus docentxs y orientadorxs.

Cuando la Consejería retiró su oferta tras vuestro éxito, los sindicatos de la mesa decidieron moverse. Vosotros no ignorasteis la convocatoria y os sumasteis. ¿Cómo fue el proceso por el que convocasteis de nuevo a estas dos jornadas de huelga? ¿Cómo fue la primera jornada del día 8? ¿Cuál es vuestro balance?

DAVID: Al hacer el balance de la huelga de Febrero surgieron inevitablemente varias alternativas. Y en el proceso deliberativo desde las asambleas de los centros se consensuó continuar; continuar con las huelgas, fecharlas a finales de mayo y seguir apelando a la unidad de acción con el resto de fuerzas sindicales, estudiantiles, de trabajadorxs no docentes de la pública y de familias. La propuesta actual vino desde arriba. Los cuatro sindicatos convocaron dos días de huelga. Volvimos a dar la palabra a las asambleas y decidieron que nos uniéramos manteniendo nuestro propio espacio. Y eso hemos hecho. Hacernos cargo de que en febrero se presentaba un nuevo sujeto político en la escena de la pública madrileña, mantenerlo, cuidarlo, reforzarlo y apostar por la unidad de acción.

El balance aún está por hacer, pero lo que ha pasado esta semana deja buenas sensaciones: sensaciones de crecimiento, de encuentro y de desborde. Yo he sentido que lxs compañerxs han respaldado nuestra manera de hacer las cosas y con la unidad de acción hemos pasado del 20 al 60% de seguimiento de la huelga y que tanto en los piquetes como en la concentración y en la manifestación Menos Lectivas ha sido el actor hegemónico. Los sindicatos de la mesa han puesto su implantación y sus afiliados y nosotros nuestro estilo y nuestras asambleas y el resultado ha sido manifiestamente positivo.

JAVIER: Los cuatro sindicatos de la mesa no contaron con nadie para convocar estos dos días de huelga. Había cansancio, pero se debatía que podía hacerse en mayo y junio. Mi lectura es que aprovecharon nuestro cansancio pensando que se llevarían todo el éxito.

Tras la convocatoria, tuvimos que cambiar nuestras decisiones tomadas en asamblea y unirnos a la convocatoria, pero con matices. Para empezar, no podíamos decir que no convocamos, porque sería una hipocresía el decir negarnos cuando les llevamos invitando a unirse y participar desde nuestro principio. Pero, sabíamos también, y el tiempo nos ha dado la razón, que no podíamos dejarnos dirigir por sus modelos de sindicalismo vertical, así que decidimos convocar nosotros para los mismos días, y así confluir, pero hacer la huelga a nuestra manera. Seguir formando asambleas en los centros, hacer piquetes….

¿Balance? Si en febrero marcamos un hito temporal ahora lo hemos rebasado con creces. Hemos triplicado o cuadruplicado el número de piquetes en los centros (más de 100), desbordamos la calle de Alcalá en la concentración de por la mañana con más de 3000 personas; la Consejería o la Delegación del gobierno mandó muy poco efectivos policiales y en un momento de debilidad tomamos las dos vías, tanto de subida como de bajada y tomamos toda la Calle Alcalá. Tuvieron que venir refuerzos para que no pudiéramos acercarnos a la puerta de la consejería. Brutal. De verdad que nunca había visto tanta gente enfrente de la consejería. Y la manifestación…. pues increíble. Para empezar, estos cuatro sindicatos habían convocado antes en Neptuno. Nosotros convocamos en Atocha, con la idea de confluir y marchar juntos a Sol. Yo iba a la cabeza de la manifestación, al principio sujetando la pancarta de la asamblea pero luego me pidieron que cogiera el altavoz. Te prometo que ver a tanta gente me tenía abrumado, no paraba de llegar gente y gente… y cuando casi estábamos llegando a Neptuno, ahí no había apenas gente… delante de nosotros estaban los antidisturbios y delante de ellos los compas que habían ido a las 18:00 a Neptuno. No sé decir cuántos éramos, pero sí te puedo decir que cuando nuestra cabecera estaba en metro Sevilla, la cola estaba en Cibeles.

Creo que ha quedado demostrado que la gente está harta, quiere cambio, quiere mejoras y ven que la fuerza motor para este cambio reside en las asambleas de centro.

Los sindicatos de la mesa no convocaron la anterior huelga. Incluso trataron de ir en contra. ¿Cuál es vuestra opinión respecto al papel que han jugado las burocracias de los sindicatos de la mesa sectorial en todo este tiempo y respecto a esta nueva convocatoria?

DAVID: Yo prefiero no valorar otras formas de lucha. Cada uno que luche desde donde crea, desde donde pueda, desde donde sepa. Lo único que pedimos, además de seguir reivindicando la unidad de acción, es que a nosotrxs nos dejen ser quienes somos. Se nos dice que no tenemos la representatividad de lxs trabajadorxs. Ni la tenemos ni la vamos a tener. Aquí nadie representa a nadie. Ni siquiera está entrevista es representante de la voz de Menos Lectivas. Nosotrxs somos trabajadorxs organizados que se han hecho personalmente cargo de su propio proceso, que no es contra ninguna fuerza sindical, ni siquiera contra Díaz Ayuso, sino contra las políticas que merman los derechos de las trabajadorxs de la pública, segregan al alumnado y desprotegen el derecho universal a una educación pública, gratuita y universal.

JAVIER: Como ya te he dicho, yo no tengo tradición sindical y me he activado en este proceso de asambleas, pero he sufrido la inacción de los sindicatos de la mesa durante los doce años que llevo de profesor. En 2016, por ejemplo, alcé una queja a través de una delegada de CCOO sobre el problema de la opacidad y falta de rigor en las convocatorias de exámenes. Llegó hasta donde la dejaron y la dejaron morir.

En 2018, tuve mi primer conato de activismo y me metí en la plataforma de estafados por las oposiciones de 2018. CCOO se ofreció a ayudarnos, y en nuestra experiencia nos dejamos ayudar y se quedó con nuestras protestas, las elevó y no cambió nada. Las oposiciones siguieron igual. Siguen igual. Apagaron la llama de nuestra plataforma y mantuvieron la paz social… ahí fue cuando perdí la fe en estos sindicatos de la mesa.
Y así más casos.

Y llegamos a este proceso: UGT, a pesar de habernos abandonado jamás se ha puesto en contra de nuestra mesa. ANPE y CSIF han hecho comentarios desafortunados sobre nuestro proceso. Pero ha sido CCOO, el bloque de gente de Isabel Galvín, el que no han parado de asistir a nuestras asambleas, decirnos que no era la manera de trabajar, que son ellos los únicos representantes electos y por tanto legítimos de los trabajadores, hacernos contra publicidad en todos los chats de telegram y whatsapp públicos de profesores… cada vez que ponía una convocatoria, un cartel o algo, alguno de los liberados de CCOO estaban al quite para poner cosas, escribir y que la información de las asambleas se perdiera en el scroll. Nos han hecho guerra mediática, ha habido medios de comunicación que no han querido poner nada de nosotros, ni comunicarse, porque (parece ser) son afines a CCOO. Hasta ahora, que tras la huelga del ocho de mayo hemos salido en la gran mayoría de periódicos. Hemos desbordado, no nos pueden mantener escondidos.

Vuestra lucha apunta a la situación catastrófica que vive la educación pública. Como decís, no sólo es una cuestión laboral, sino que afecta también a estudiantes, otros trabajadores, familias... ¿De qué manera os estáis organizando con otros sectores?

DAVID: Un principio clave que creo que mantenemos es la no representatividad. Por eso nos encontramos más cómodos con movimientos horizontales que verticales, pero estuvimos muy cómodos durante meses con UGT dentro de Menos Lectivas por poner un ejemplo. Es demasiado pronto para que las alianzas hayan eclosionado, pero hemos colaborado con varios colectivos siempre con la idea de acompañar procesos como por ejemplo las acampadas en la Complutense por Palestina o lxs compañerxs de FP sin Prácticas. Hemos invitado también a colectivos como PLEI, Contracorriente o Ukuaji por ejemplo a nuestrxs eventos, pero estamos aun explorando y contactando. Queremos seguir haciéndolo porque juntxs avanzamos en comprensión, organización, capacidad de respuesta; pero cada sujeto es agente de su propio proceso. Nosotrxs somos docentes y vamos a estar con familias, estudiantes, trabajadorxs de la enseñanza, compañerxs de los servicios públicos, asociándonos, pero sin diluirnos. No queremos ni dirigir ni ser dirigidxs por nadie, queremos seguir haciéndonos cargo de nuestra responsabilidad personal como docentes, revertir lo que se nos quitó, luchar contra la segregación y mantener la calidad educativa de la pública sin pagar el precio personal de las miles de horas extra que regalamos a la Consejería para que ésta se ahorre un dinero y lo trasvase a la privada. Al final del viaje, son los tenedores de la privada los que nos extraen la plusvalía con la mediación de nuestro patrón.

JAVIER: Está consensuado que tenemos que incluir al resto de personal no docente de nuestros centros, a los estudiantes y a las familias, pero es muy complicado. A nivel sindical, por ejemplo, los sindicatos que nos apoyan no pueden mandar a la huelga a trabajadores que no son docentes. Necesitamos una enorme organización, llegar a muchos elementos sindicales y lugares que no llegamos. Vamos poco a poco pero con las ideas muy claras.

Estamos escribiendo a las AFAs de los centros educativos, a las asociaciones de estudiantes y poniéndonos en contacto con otros sectores públicos. Hemos participado en un foro de Servicios públicos bajo ataque y confluimos con Sanitarios y estudiantes, nuestra idea es hacer otro con más sectores para caminar a una huelga general de servicios públicos.

Para terminar, además de los docentes hoy hay otros sectores que están peleando contra todos los ataques que sufre la clase trabajadora y sectores populares: el movimiento por la sanidad pública, las estudiantes universitarias en apoyo al pueblo palestino y contra el militarismo, el movimiento de vivienda... En este sentido los ataques que vive la educación no son algo aislado. ¿Cuál es vuestra visión de la situación que vivimos? ¿Creéis que sería importante pensar en una unión de las distintas luchas? ¿Cómo se podría avanzar hacia ello?

DAVID: Desde hace al menos quince años la bajada tendencial de la tasa de ganancia del capital financiero se desplazó a los servicios públicos. Por eso el ataque organizado contra lo público en Madrid, pero también en Catalunya, Andalucía, León, Valencia…y por eso la importancia de contestar ese ataque en el ámbito laboral y en las alianzas con los sectores públicos. La alianza de trabajadorxs de los servicios públicos hoy es una posibilidad de una alianza contra el capital. Hay que juntarse con sanidad, con basuras, con transportes, con residencias y contestar conjuntamente si queremos ir más allá de la bajada de las lectivas. Pero para eso tenemos que acabar de consolidar este proceso de construcción de un nuevo actor en el panorama de las luchas por la pública y por lo público en Madrid.

JAVIER: lo he comentado un poco en la pregunta anterior. El objetivo es confluir con todos los trabajadores de servicios públicos y familias afectadas por su mal funcionamiento y declarar una gran huelga general. El camino es largo, pero tenemos el horizonte claro: tenemos que organizarnos, ser solidarios unos con otros, cuidarnos mucho y concienciarnos que el enemigo son los gobiernos autonómicos y el nacional, no los trabajadores, mientras no cambien sus políticas privatizadoras y ultraliberales.