Después de dos años de lucha, las trabajadoras de la limpieza del ministerio de finanzas de Grecia lograron ser reincorporadas. Mirto Lazaridou entrevistó en Atenas, especial para La Izquierda Diario, a Evangelía Alexaki, una de las protagonistas de esta lucha con repercusión internacional.
Martes 8 de septiembre de 2015
¿Hace cuánto trabajas en el sector de limpieza del Ministerio de Finanzas?
Junto a las valientes 595 trabajadoras de limpieza del Ministerio de Finanzas llevaron adelante una larga lucha que duro casi dos años. ¿Puedes contarnos cómo surgió la lucha y por qué motivos? ¿Cuales eran sus reivindicaciones?
A nuestras demandas, el ministerio nos respondió enviando contra nosotras a las fuerzas especiales policiales (MAT). Debido a las fotos de la represión policial contra nosotras que se publicaron, Stournaras fue forzado a vernos, en la calle, después de siete meses de lucha para decirnos lo siguiente: «Tienen razón, pero nos hemos tenido que volver desagradables, para salvar el país”.
Sin embargo, nos mantuvimos imperturbables.
Después de 10 meses de lucha diaria y además expresando de manera activa nuestra solidaridad con todos los trabajadores y trabajadoras del país que estaban enfrentando problemas similares gracias a las políticas de los memorandos, decidimos armar una carpa fuera del ministerio, para mostrar tanto al gobierno como a la gente que estábamos decididas a seguir la lucha. ¡No íbamos a retroceder!
Entre tanto, el tribunal de primera estancia se pronunció a favor nuestro, confirmando que el despido había sido ilegal y que nosotras debíamos volver enseguida a nuestros puestos de trabajo. Sin embargo, el gobierno fascista de Samarás-Venizelos ignoró la decisión del Tribunal, destrozando el último bastión de la democracia. Así que por esto, aparte de luchar por recuperar nuestro trabajo, como nosotras veíamos desde la calle el fascismo que sufría el país, nuestra lucha se transformó de lucha sindicalista a una lucha clasista. Reivindicamos un estado social que respete las instituciones y los méritos humanos como la Justicia, la Igualdad, el Igualitarismo.
Durante toda esta larga lucha, fue muy importante la organización que consiguieron, y el fuerte apoyo social. ¿Los sindicatos y las organizaciones de trabajadores las apoyaban? ¿Recibieron solidaridad de otros sectores?
En relación a la segunda parte de la pregunta, hay que decir que en la Unión Central Sindicalista adonde pertenecemos, POE-DOY (Federación griega de trabajadores estatales en los servicios de finanzas), nos apoyaron solamente los partidos de izquierda. El apoyo desde el sindicato de los empleados estatales (ADEDY) fue ostensible. ¡No obstante, recibimos un apoyo indispensable desde los movimientos sociales de base y desde las bases! Desde las organizaciones de solidaridad que se crearon en la sociedad por culpa de estas políticas inhumanas de los memorandos. Miles de personas nos apoyaron en nivel tanto ético como material y quisieron conocernos. Además, fue impresionante el apoyo de los sindicatos laborales europeos, de los movimientos y de parte de la Prensa, tanto griega como internacional.
La lucha que llevaron adelante fue un símbolo en Grecia pero también en el resto de Europa y en muchas partes del mundo. Ustedes llamaron a una jornada de solidaridad internacional, ¿Cómo surgió esa idea?
La represión estatal, la ultra violencia que sufrimos, no fueron capaces de hacer cesar nuestra lucha. Las imágenes de un grupo de mujeres de mediana edad, golpeadas y tratadas con tanta brutalidad por la policía antidisturbios (MAT) han girado por el mundo. Nuestra lucha ya no era solo nuestra. Así, en Septiembre de 2014, durante el juicio de nuestro caso en el tribunal Supremo de Grecia, pedimos el apoyo internacional de los trabajadores, para conseguir nuestros objetivos. Agradecemos con mucho respeto la solidaridad de los ciudadanos y ciudadanas del mundo tal como la solidaria señora Sonya Mitraliá que trabajó como pocos para coordinar las acciones paralelas de solidaridad en toda Europa. Al mismo tiempo, a favor de nuestra lucha, vino la Izquierda de los miembros griegos del Parlamento Europeo, entre ellos la luchadora Konstantina Kouneba y Sofia Sacorafa, con la iniciativa de las cuales fuimos invitadas por el Parlamento Europeo en Estrasburgo.
¿Cómo termino la lucha? ¿Lograron volver a trabajar y ser reincorporadas en sus puestos de trabajo?
¿Qué lecciones sacaron de este conflicto, y como sigue la situación ahora?
Por último, y como los ojos de muchos trabajadores del mundo entero están puestos hoy en Grecia, te quería preguntar cómo se vivió en tu lugar de trabajo la campaña por el "No" en el referéndum. ¿Cuál es tu opinión sobre el tercer memorándum y que consecuencias tendrá para los trabajadores y el pueblo?
El 62,3% a favor de «ΟΧΙ» (ΝΟ), no se trató simplemente de una campaña. Fue un «ΟΧΙ» resonante a los memorandos. El referéndum se consideraba como la manera más directa de la expresión demócrata del pueblo, y es por eso que Alexis Tsipras no tenía el derecho de convertir este «ΟΧΙ» (ΝΟ) a un NAI (Si) arbitrario. Me parece que Alexis Tsipras desde el momento en que aceptó el tercer memorando, con este acto se transformó desde un primer ministro a un gobernador de un protectorado que Alemania ejerce.
Vender 50 mil millones del tesoro y tierras estatales y públicas respectivamente significa que perdemos el control de nuestro país y condenamos a las futuras generaciones a la esclavitud y miseria. Αl fin y al cabo, ya es incuestionable que este modo de hacer política no es de Izquierda.