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Red Internacional
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CONVENCIÓN CONSTITUCIONAL. Entrevista a Joseffe Cáceres, auxiliar de aseo y candidata a constituyente por la lista Trabajadorxs Revolucionarixs

A continuación, reproducimos la entrevista a Joseffe Cáceres, trabajadora del aseo, dirigente gremial, feminista, artista y madre que postulará a la Convención Constitucional desde la lista Trabajadorxs Revolucionarios en el Distrito 12 (Puente Alto, La Pintana, La Florida, Pirque y San José de Maipo)

Martes 12 de enero de 2021

Soy Joseffe Cáceres, dirigente gremial y social y desde hoy candidata constituyente por el distrito 12, porque estoy convencida de que las y los trabajadores podemos y debemos tomar el destino en nuestras manos, lo cual también incluye un proyecto país.

Desde el 2019 que gritamos “Chile Despertó” y esta frase condensó las demandas de la rebelión.

“Chile Despertó” para hacerle frente a un sistema que está al servicio de las grandes transnacionales y millonarios, pero hay que tener en cuenta que nuestra rebelión fue parte de una oleada internacional de muchos en el mundo que decidimos enfrentar la precarización de la vida.

Chile despertó, porque nos cansamos de los negocios que hacen a costa de nuestros derechos más básicos como la salud, la educación, las pensiones, y de que a pesar de que seamos nosotros, la clase trabajadora quien mueve la sociedad trabajando de sol a sombra, y muchas veces sin siquiera tiempo para pasar con nuestros seres queridos, sean solo un puñado de empresarios quienes se enriquezcan a costa de nuestra explotación, rotándose entre puestos políticos y de gerentes en función de intereses mezquinos.

Nos cansamos de décadas de humillaciones, de la privatización de los recursos naturales, de tener un gobierno asesino, y de que quienes se dicen gobernar como “servidores públicos”, como los diputados y senadores, ministros, o incluso las policías que nos reprimen, concentren grandes riquezas y privilegios, mientras dicen que para las necesidades sociales nunca hay plata.

Nos cansamos, pero también fue hermoso ver cómo millones estamos dispuestos a levantar cabeza y no permitir más los abusos, ni que sean los mismos de siempre quienes decidan, creando leyes a su favor para seguir engrosando sus cuentas bancarias.

La rebelión mostró la potencialidad de la fuerza de la clase trabajadora en alianza con la juventud y el pueblo. Y en particular, la huelga general del 12 de noviembre mostró que organizados, podíamos terminar con el gobierno de Piñera y con toda la herencia de la dictadura.

Pero los partidos del régimen político, corrieron a firmar entre gallos y medianoche el “Acuerdo por la paz y la Nueva Constitución”, llevándonos a un proceso constituyente limitado y con trabas para decidir sobre los temas más importantes.

Somos conscientes de aquello, pero no nos restaremos para dejarles el camino libre a los mismos de siempre. Ya basta del legado de la Constitución de 1980 donde Jaime Guzmán con su gremialismo que instauró a punta de represión que la clase trabajadora no debía hacer política. Hoy venimos a contradecir ese legado dictatorial, porque sabemos que si han evitado que nos organicemos políticamente es para que solo ellos puedan decidir las reglas del sistema que determina la forma en que vivimos hoy.

Algunos hablan de que el nuevo Chile debe estar escrito por “expertos”, pero yo les digo a estas personas que tengan mucho cuidado con burócratas que se hacen pasar por expertos para justificar que seamos las y los trabajadores quienes paguemos los costos de las crisis. Como el panel de expertos que decidió subir el precio del metro, o quienes buscan justificar despidos, respaldar las AFP’s o el endeudamiento del sistema público con conglomerados empresariales cuando se trata de subsidiar derechos sociales.

Que la expertiz esté al servicio de nuestra clase, de los seres humanos y la naturaleza, y no en contra de las grandes mayorías.

Es por eso por lo que hoy integro la lista a constituyente, también junto a profesionales, como Camila Meza, compañera que es Arquitecta de la Usach y con quien estamos levantando un plan de viviendas de emergencia para el pueblo trabajador, junto a un plan de infraestructura y Ante el cierre de empresas o despidos masivamente, hay que defender los puestos de trabajo, exigiendo la apertura de los libros de contabilidad; y nacionalización de aquellas empresas, con control obrero de la producción.obras públicas. No puede ser que privados y grandes inmobiliarias mantengan terrenos eriazos osciosos y viviendas sin poder habitar en un marco en donde se incrementan los índices de familias en campamentos y de hacinamiento.

También levantamos un plan de emergencia contra la violencia de género, donde las denuncias de mujeres se han intensificado en el contexto de pandemia. Por el fin a la violencia machista, por el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos y sus vidas; por el derecho a tener una educación laica, sexual integral y no sexista; y el derecho a la igualdad salarial.

Por un sistema único de salud, sin subsidio a los privados, que han fraguado un gran negocio a costa del desfinanciamiento del sistema público.
Y por todas las demandas y ejes programáticos que ya mencionó mi compañero Dauno, que también se lanza como candidato constituyente en el D10.

Tanto el PC como el Frente Amplio (FA), pese a que los primeros votaron a favor de la “ley de suspensiones” y los segundos, la ley anti-protesta, ahora tratan de mostrarse como aliados del pueblos con la alternativa de un posible “polo de izquierdas”. Pero esto es como echarnos arena en los ojos si no se proponen enfrentar a los grandes poderes fácticos. Un programa que no toque a los grandes capitalistas en el marco de una crisis económica y social no podrá resolver íntegra y efectivamente las aspiraciones de las mayorías.

Porque sabemos que estas demandas encontrarán la resistencia de los grandes empresarios, multinacionales y los partidos del sistema que defenderán con uñas y dientes sus riquezas y privilegios. Por eso es utópico pensar que podemos conseguir nuestras aspiraciones sin enfrentar a las multinacionales y los grandes poderes dueños de este país.

Si la rebelión nos enseñó algo, es que debemos confiar en nuestras fuerzas y no en los procesos y tiempos que nos imponen quienes han gobernado las últimas décadas. ¡Llegó el momento de darlo vuelta todo! Y si han buscado imponer un proceso constituyente limitado, no tenemos porque conformarnos con migajas e ir por más en una verdadera Asamblea constituyente, libre y soberana.

Nuestras candidaturas están al servicio de fortalecer la organización de base. Necesitamos fortalecer el único camino en el cual podremos derrotarlos: el camino de la movilización permanente, hacia un plan de lucha que culmine en la huelga general para echar a Piñera y todo este régimen, y así forjar la alianza obrera y popular para conquistar todas nuestras demandas.