Año tras año los trabajadores de la educación vemos como los empleadores, sean de las municipales o particulares juegan con nuestra estabilidad laboral, solo en Santiago este fin de año van más de 400 despidos.
Lunes 21 de enero de 2019
Pero en Antofagasta este año en la educación municipal hay una excepción a esta, misma altura del año 2018 habían casi cien profesores desvinculados de sus lugares de trabajo.
Daniela Avilés, profesora que lucho 7 meses por su reincorporación nos cuenta de esta lucha y organización que se dió en contra de los despidos.
¿Qué cambio en Antofagasta? ¿Porque este año no han impuestos nuevos despidos?
Para responder esa pregunta es necesario retomar lo que fue el 2018 y la lucha contra los despidos. En profesores decenas de profesores fueron despedidos, varias delegadas sindicales entre ellas me encontraba yo, delegada sindical del Sippe (sindicato de profesores y profesionales de la educación) de la Escuela Patricio Cariola. No solo despidieron profesores en todo el país, el gobierno de Piñera dio una cierta confianza a los empresarios, ya que este es “su gobierno” y los despidos sumaron y siguieron durante el 2018. Muchos despidos terminaron sin resistencia, como ocurrió en Iansa, Maersk, Pastas Suazo, entre otros despidos masivos, pero aquí decidimos resistir.
¿Cómo se organizó esta resistencia?
Impulsamos asambleas conjuntas con el comunal del colegio de profesores, el Sippe y otros sindicatos, con los trabajadores del ferrocarril (FCAB), también con los trabajadores de la fábrica de explosivos Orica, estuvimos con los apoderados y estudiantes, con los trabajadores públicos de la ANEF y junto con el movimiento de mujeres.
¿Qué rol jugó el Nacional del Colegio de Profesores y la CUT?
Un apoyo totalmente pasivo, en Santiago despidieron a 70 profesores en Providencia y Mario Aguilar (Frente Amplio) no tuvo intensiones de detener una situación que afecta a nivel nacional todos los fines de año, como resultado de esto hoy se repite la misma historia. Nuevos despidos y la débil respuesta de nuestros dirigentes que lejos de llamar a movilizarse contra los despidos vuelven a usar sus mismas respuestas “estamos trabajando en ello”. Los dirigentes del Nacional no han desplegado las fuerzas necesarias para frenar los despidos, aun que gracias a la exigencia de distintos dirigentes en la asamblea del Colegio de Profesores y con la oposición del PC, se logró sacar una concentración y una conferencia de prensa, esto no puede quedar en un simple hito, es necesario impulsar un plan ascendente de movilización real, no como el del pasado 2018 que termino en hitos puntuales divididos.
¿Fue solo la lucha contra los despidos en profesores o hubo otras luchas más?
Nos organizamos con distintos sindicatos y gremios y salíamos juntos a luchar contra los descuentos arbitrarios de los profesores, contra la contaminación, marchamos con las asistentes de aula, con los ferroviarios y sus familias, con los trabajadores a honorarios, con el movimiento por el derecho al aborto legal y fuimos forjando unidad de los trabajadores para poder resistir y luchar por nuestros derechos, también algunos estuvimos en las marchas contra el asesinato de Catrillanca.
¿Qué lecciones deja estas experiencias para los trabajadores de la educación?
Que debemos impulsar de forma permanente lazos de unidad de las y los trabajadores con apoderados, estudiantes con el movimiento de mujeres, que debemos terminar con estas divisiones artificiales que nos imponen, finalmente todas y todos somos trabajadores, que inclusive dentro de la educación tratan de dividir asistentes de aula de profesores, de gente del aseo, etc. cuando todos somos necesarios y tenemos que organizarnos para que no nos pasen a llevar nuestros derechos.
No podemos quedarnos solo en la lucha contra los despidos, debemos avanzar al paso a planta de todos los trabajadores y terminar con contratos a honorarios y de plazo fijo. También es necesario democratizar las escuelas, es decir que los directores sean electos por la comunidad educativa. Esto nos sirve para terminar con el autoritarismo y los abusos. Tener un consejo escolar resolutivo que discuta enfrentar temáticas como el agobio laboral, también en otras demandas como el 50/50, disminución de alumnos por sala, derechos maternales, educación sexual, etc.
Para dar esta lucha es que construimos la agrupación de trabajadores de la educación Nuestra clase, de la cual soy parte, junto a Patricia Romo (presidenta del comunal del CdP), creo que en estas luchas fuimos un factor que junto a cientos de profesores logramos defender este mínimo derecho de la estabilidad laboral y que es necesario conquistarlo a nivel nacional para avanzar a enfrentar esta educación de mercado que nos agobia y condena a cientos de jóvenes a ser trabajadores precarios para lo cual vemos necesario seguir impulsando esta alternativa, que ante los despidos logramos mostrar una política distinta.

Nuestra Clase
Somos la agrupación de trabajadores de la educación Nuestra Clase, de Chile. Quienes conformamos esta agrupación somos compañeras y compañeros independientes y militantes del PTR