Desde la nota anterior al hacer números sobre la posible calificación del Tricolor a la siguiente fase en la copa América, mencionábamos que habría que ver si Ecuador no nos ponía en la escalerilla del avión… y lo hizo. Ante un “equipo” que salió a la cancha como si se diera por derrotado de antemano.
Raúl Dosta @raul_dosta
Martes 23 de junio de 2015
Fueron muchas las llegadas desperdiciadas por los ecuatorianos que dominaron todo el encuentro, el Piojo solo atinó a mantener apilados tres rematadores que no lograron nada: Vuoso tuvo dos oportunidades y las tiró por un lado de los postes. Por ahí detectamos la presencia de Raúl Jiménez cuando tiró un penalti sin fallarlo. Los cuarenta minutos de buen futbol ante Chile, fueron todo lo que pudieron ofrecer en tres partidos.
La eliminación fue justa a pesar de los lamentos y pretextos del Piojo Herrera que en este torneo ha “enseñado el cobre” sembrando dudas sobre su capacidad como técnico pero, lamentablemente, muestra también el férreo respaldo de los dirigentes futbolísticos y las televisoras .Por eso, Herrera ofende a los periodistas que le critican y presume con soberbia que seguirá en el timón hasta el mundial del 2018.
Sus acusaciones a los árbitros, aun cuando evidentemente nos favorecieron con dos goles anulados ante Chile y un penalti no marcado frente a Ecuador, así como responsabilizar a sus jugadores que “cometen errores” que no estaban en el planteamiento del juego por él propuesto, hacen hueco sus “autocríticas” reconociendo el fracaso en esta Copa.
Para algunos analistas esta selección, por estar armada al vapor, con poca preparación, con jugadores incrustados inmerecidamente con el fin de reflotarlos y hacerlos económicamente vendibles ( Vuoso y Jiménez, entre otros) estaba destinada al fracaso y a lo menos esperaban una actuación decorosa. Mientras, el mediático Piojo, se paseaba por todo tipo de eventos y programas televisivos promocionando su figura y declarando irresponsablemente que estarían en la final y podrían ganarla.
No es que fuera un hablador, más bien un ente mercadotécnico que se dio cuenta que manteniendo en el engaño anticipado a los aficionados y consumidores de los productos que ha vendido, promocionando (Banamex, Melox, Partido Verde, Movistar, etc.) podría obtener grandes logros: personales en metálico, olvidándose de la preparación del equipo tricolor.
Al final, los jugadores regresan avergonzados y con las manos vacías, mientras Herrera, la Femexfut y las televisoras vienen hinchados de dinero. Por segunda ocasión consecutiva el mismo papelón en Copa América, más allá de que la Concacaf obligue a restringir el uso de las principales figuras de la selección. Situación que la FMF no pudo resolver en estos cuatro años como para preparar un equipo que diera una actuación decorosa.
Ahora se centran las miradas en la Copa de Oro de la Concacaf. Los jugadores ya llevan semanas entrenando y esperando que llegue el gran táctico que los lleve a las finales de este torneo. Esperamos mucho de esta camada de jugadores, con más juego de conjunto y profundo compenetración entre sí, capaces de superar las adversidades y algunos dislates propios de los berrinches y poses de su sobrevalorado entrenador.
