Genocidio e impunidad. “Es tiempo de encontrarte, Clara”

El evento se realizó en la puerta de la casa donde Clara Anahí fue secuestrada el 24 de noviembre de 1976, en el marco del ataque de la patota de la Policía Bonaerense dirigida por el genocida (condenado a cadena perpetua en varias causas) Miguel Osvaldo Etchecolatz. Allí secuestraron a la beba con solo tres meses de vida y aún no se sabe cuál fue su destino.

Bajo el lema “es tiempo de encontrarnos, es tiempo de encontrarte Clara”, en una fría pero soleada tarde y con un gran acompañamiento, comenzaron a sonar los acordes de los músicos pertenecientes al Cuarteto de Cuerdas de la Universidad Nacional de La Plata.

El acto se desarrolló con el habitual corte de la calle 30 entre 55 y 56 de la capital bonaerense. Con el correr de las horas la cuadra se fue colmando de cara al escenario que daba al frente de la casa.

La concurrencia fue mayor que la ya habitualmente nutrida de cada año. Decenas de jóvenes, familiares, sobrevivientes, personalidades y referentes de derechos humanos, militantes estudiantiles, gremiales y sociales se hicieron presentes para ser parte de este homenaje por la continuidad en la búsqueda de Clara Anahí y visibilizar el hecho de que hoy, a 42 años de su nacimiento, aún no se sabe nada de ella.

Transcurría la tarde entre poesía y canciones a cargo del trío A la Guarda. Y antes de la tradicional suelta de (esta vez 42) globos, realizó una intervención el equipo de guías de la Casa Mariani Teruggi, quienes fueron los únicos oradores de la jornada.

“Hoy nos encontramos porque no hay otra forma de transitar estos 42 años en ausencia de Clara Anahí. A todos nos falta Clara y más de 300 nietos”, comenzaron diciendo. Y continuaron: “Atravesamos un contexto nacional y latinoamericano que pretende frenarnos. Resultan constantes las provocaciones y decisiones políticas que intentan debilitarnos, pero respondemos encontrándonos en la calle”.

El equipo de guías finalizó diciendo “hace falta encontrarte, Clara. Te vamos a seguir buscando. Esperamos que cuando te encontremos y nos fundamos en ese abrazo tan deseado, puedas sentir todo el amor y la lucha que desde hace 42 años te espera para dar un paso más hacia la verdad, la memoria y la justicia. Por Clara, por Diana Teruggi, Daniel Mariani, Alberto Oscar Bossio, Daniel Mendiburu Elicabe, Juan Carlos Peiris, Roberto César Porfidio, por Julio López, por Nilda Eloy, por Rafael Nahuel, por Santiago,por Diana Sacayan, por Kevin, por Johana Ramallo, por cada hueco. Venceremos”.

Cada una de las adhesiones y mensajes que llegaban se hacían eco de las enormes fuerzas con las que Chicha, a sus 94 años, viene peleando sin descanso para conocer la verdad y recuperar a su nieta. Cada palabra expresaba un gran apoyo a esta lucha que lleva décadas junto a las otras Abuelas. Se vuelve una cuestión de primer orden para las nuevas generaciones, como bien supo decirlo Chicha en algún momento, “que la juventud tome la posta para encontrar a los nietos que faltan”.

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Estas Madres y Abuelas, como Elsa Pavón, Mirta Baravalle, Licha de la Cuadra y la propia Chicha, durante los últimos 40 años han puesto el cuerpo para recuperar la identidad de tantas nietas y nietos apropiados. Ellas fueron protagonistas directas de la recuperación de la identidad de 59 personas, de las 128 encontradas hasta el momento, en una lucha inclaudicable frente al Estado. El mismo Estado que supo arrebatar esas vidas durante la dictadura genocida.

Parte de esas nietas y esos nietos también estuvieron en la emotiva jornada: junto a Elsa Pavón, presidenta de la Asociación Clara Anahí, se encontraba su nieta Paula Logares recuperada en el año 1985, quien había sido desaparecida en Montevideo junto a sus padres cuando apenas tenía 23 meses, en el marco del Plan Cóndor en mayo de 1978. A su lado, María Victoria Moyano nacida en el Pozo de Banfield durante el cautiverio de su mamá María Asunción Artigas víctima también del Plan Cóndor, quien fue secuestrada en diciembre de 1977 junto a su compañero de vida y militancia Alfredo Moyano.

Entre las adhesiones, saludos y muestras de enorme cariño y fuerzas a Chicha (quien no pudo estar presente por estar atravesando un delicado estado de salud), leídas por Cristina Solano que condujo el homenaje, llegaron las de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Nora Cortiñas y Mirta Baravalle, de la APDH La Plata, de Familiares de Detenidos Desaparecidos de La Plata, Familiares de Detenidos Desaparecidos de Rosario, Familiares de la Masacre de La Plata, Centro de Profesionales por los Derechos Humanos, Colectivo Justicia YA! La Plata, Teatro por la Identidad La Plata, HIJOS La Plata, FULP-Frente Universitario La Plata; Comisión por la Memoria y Justicia de Chacabuco, Elsa Oshiro, quien aún continúa en la búsqueda de su hermano Jorge, Ana María Careaga, exdetenida, y Nilda de Cagnola.

También se hicieron presentes Donde dice: También se hicieron presentes Norberto Liwski, presidente de CODESEDH , Marta Ungaro y familiares de desaparecidos de La Noche de los Lápices; María Laura Bretal, exdetenida-desaparecida, Carlos Zaidman de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos y Maine García, hija de desaparecidos y miembro del CeProDH. Bretal, Zaidman y García integran el colectivo Justicia Ya! La Plata.

Es inconcebible que muchas de estas Abuelas y Madres continúen sin saber el destino de sus nietas y nietos, hijas e hijos. Por décadas no han bajado los brazos por nada y hacen que día a día se vaya fortaleciendo esa lucha contra la represión y la impunidad de ayer y de hoy.

Por todo esto es necesario redoblar la exigencia de la apertura de todos los archivos de la dictadura (militares, policiales, de inteligencia, penitenciarios y eclesiásticos) así como la creación de un banco de datos a nivel nacional de archivos y registros del período 1975-1983. Sumando a ello la puesta en pie de una comisión independiente donde a las víctimas y familiares se les permita investigar, con acceso pleno a la información y seguimiento de las causas, con mayor presupuesto para todas las áreas de investigación, para que de una buena vez después de décadas, pueda conocerse la verdad, el destino de cada uno de los que faltan y se condene a los responsables civiles y militares de la dictadura genocida.

Por todos ellos, seguimos.