Un 8 de noviembre de 1971 el cuarteto británico publicó su álbum más influyente. Con temas que se convirtieron en verdaderos himnos, te contamos por qué es considerado el mejor disco de su historia.
Meke Paradela @mekepa
Jueves 10 de noviembre de 2022
Una portada sin título ni nombre. Solo la imagen de un hombre, un trabajador rural con la espalda vencida por el peso de un atado de ramas. Desde el marco de la pintura al óleo en la que está retratado, mira al espectador. Bastante resistida por Atlantic Records, como si se tratara del lanzamiento de una banda ignota para el mundo, es la tapa de un disco que no se sabe de quién es.
Siguiendo la secuencia numerada de las publicaciones anteriores, a partir del 8 de noviembre de 1971 el famoso disco sin nombre pasaría a denominarse, sin mayores eufemismos, como Led Zeppelin IV, y significó la verdadera y ya definitivamente entrada triunfal al cielo musical de la historia a través de una escalera que llevó a la banda al éxito absoluto.
Por el camino del éxito
“Robert y yo ideamos el diseño del IV. Robert había comprado la lámina que aparece en la portada en una chatarrería en Reading. Entonces se nos ocurrió la idea de que la imagen representase lo antiguo en un edificio derruido, con lo nuevo surgiendo por detrás”, declaró Jimmy Page. El disco anterior de Led Zeppelin había sido objeto de críticas y por ese motivo decidieron lanzar algo que no tuviese nada que los identificara. Es que los muchachos sabían lo que hacían y se remitían a la revolución que provocó su primer disco, una mezcla de blues, folk y rock que fue mejor aprovechada por las dos publicaciones que luego editaron. En solamente tres años, la banda integrada por Robert Plant, Jimmy Page, John Bonham y John Paul Jones se las compuso para representar los vientos de cambio británicos y de hacerse un lugar en la historia, algo que ocuparon con creces con el estreno de su disco cumbre.
El álbum se inicia con la voz de Plant en una de las mejores interpretaciones de toda su carrera, que casi como se tratara de una promesa y de un adelanto de lo que se escucharía desde ese momento hasta el final del disco, canta “Eh, eh, mamá, con esa manera de moverte, / vas a sudar, vas a disfrutar”. El tema en cuestión es Black Dog, con un título que hace referencia literal a un perro negro que merodeaba por fuera de Headley Grange, la mansión de campo inglesa en donde los músicos grabaron el disco. La carga sexualmente explícita emanada de la letra (“Oh, nena, cuando caminas de ese modo / mira cómo te gotea la miel / no puedo alejarme”) la convirtieron además en uno de sus grandes éxitos. A continuación, el fuerte golpeteo de la batería se escucha como la carta de presentación de una de las composiciones zeppelin por excelencia, la gran Rock and Roll. La leyenda cuenta que Bonham se puso a tocar "Keep a Knockin" de Little Richard cuando se le sumó Page improvisando con su guitarra con un ritmo fusión de hard rock con blues. De esta amalgama surgió un tema que es un homenaje a los clásicos temas del género.
La mitología de Tolkien con El señor de los anillos es el telón de fondo de una balada folk celta inspirada en la batalla del siglo XV entre ingleses y escoceses compuesta por Plant y Page con una mandolina. Se trata de The Battle of Evermore, en donde además de la voz de Plant se la puede escuchar a la cantante inglesa Sandy Denny, la única vocalista invitada en toda la carrera de la banda. El cuarto track es considerado el punto cumbre de la historia de Led Zeppelin. El enorme éxito que tuvo y el rechazo de la banda por lanzarlo como un sencillo posiblemente hayan contribuido a que el disco sea uno de los más vendidos de todos los tiempos. El solo inicial compuesto por Page es considerado como uno de los mejores de la historia por revistas especializadas. Sobre su composición, Plant contó que “estaba sentado con Page en frente del fuego en Headley Grange. Page había compuesto algunas notas y entonces las tocó para mí. Tenía lápiz y papel y, por alguna razón, me sentía de muy mal humor. Entonces, de repente, mi mano comenzó a escribir las palabras. Sólo me senté ahí y observé las letras, y cuando las oí casi salté de mi asiento". Y sí, nos referimos al gran éxito absoluto y universal de Stairway to Heaven. Su partitura es la más vendida en la historia del rock, con más de 1.2 millones de ejemplares. El vinilo original incluía la letra completa en la funda, algo inusual en Led Zeppelin.
El quinto lugar del disco lo ocupa Misty Mountain Hop, que por su letra deja entrever que se refiere a una situación con la policía tras haber fumado marihuana en el parque. Le sigue Four Sticks, cuyo título habla de los palillos que usó Bonham para tocar el tema de manera tal que sonara con la intensidad que buscaba. La melancolía folk es la que da paso a Going to California, un tema sobre la cantante Joni Mitchell, admirada tanto por Page como por Plant. Finalmente, el disco cierra con When the Levee Breaks, una letra que se refiere a la migración de personas como consecuencias de la inundación del río Mississippi de 1927.
“Pensamos que el rock and roll tenía que ser retomado. No era una cosa intelectual, porque no teníamos tiempo para eso. Solo queríamos dejar que todo saliera a raudales. Era algo muy animal, algo terriblemente poderoso lo que estábamos haciendo“, señaló Robert Plant años después. El disco también incluía cuatro símbolos a modo de firma. El primero de ellos correspondía a Page, que nunca quiso explicar su procedencia. Le sigue el de Jones, que simboliza el cuerpo, la mente y el alma, los círculos que refieren la trinidad de Bonham y por último la pluma de Plant.
El reconocimiento de la crítica fue unánime. Con más de 20 millones de copias vendidas en todo el mundo, con un tema como Stairway To Heaven que ya tiene más de 600 millones de reproducciones en Spotify, Led Zeppelin IV se convirtió en un clásico que hoy, cincuenta años después de su lanzamiento, sigue sonando tan impecable o quizás mejor que nunca.
Meke Paradela
Nació en Capital Federal en 1985.