Una diseñadora de moda como directora de bioseguridad, un subdirector con licenciatura trunca, mientras tanto el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) tiene un plan de austeridad que incluye la reducción de 50 por ciento de su estructura orgánica.
Axomalli Villanueva @1quiahuitl
Miércoles 13 de febrero de 2019
Esta semana el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) ha estado en el centro de la opinión por los diversos escándalos en cuanto a sus directivos y el presupuesto a la investigación.
La directora de esta dependencia, Elena Álvarez Buylla, en entrevista con El Universal, declaró que hace falta un nuevo modelo de investigación, que hay que apoyar la política de austeridad republicana y "hacer más con menos"; además dejar de enviar a tantos estudiantes a estudiar en el extranjero.
Ante las críticas que estas declaraciones causaron, el subdirector del Conacyt, David Alexir Ledesma, aclaró que solo es la línea política de Álvarez Buylla y que no se detendrá la convocatoria de becas para el extranjero este año.
El mismo subdirector, David Alexir Ledesma, es centro de las críticas debido a que aparentemente su nivel de preparación académica no lo hace adecuado para este cargo; pues, además de no contar con un título académico se le ha vinculado con funcionarios federales cercanos al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Entre estos destacan el coordinador del Sistema Público de Radio y Televisión, Jenaro Villamil, y la diputada federal, Dolores Padierna. Esto ha generado el descontento tanto de estudiantes de posgrado, como de académicos, quienes denuncian las trabas para conseguir una plaza.
Por otra parte, el día de ayer se dio a conocer otro escándalo relacionado con una directiva, Edith Arrieta Meza, licenciada en diseño de modas por la Universidad Jannette Klein, quién es ahora la subdirectora de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (CIBIOGEM) del Conacyt.
La polémica una vez más tiene que ver con que no cuenta con formación específica para ese puesto, de acuerdo con su declaración pública (disponible en DeclaraNet) su única experiencia laboral es como jefa de la Unidad Departamental B de la entonces delegación de Tlalpan durante la gestión de Claudia Sheinbaum.
Además se desempeñó como secretaria general del Comité Ejecutivo de Morena, en la delegación Milpa Alta. En la misma declaración aparece que tiene una constancia por haber cursado la carrera de Diseño de Modas, y no se reporta el ingreso mensual que percibe por su puesto en el Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnología.
Recortes y precariedad, la otra cara de la moneda
Detrás del escándalo con los nombramientos del Conacyt, se encuentran mayores recortes en el presupuesto de la dependencia. En días anteriores se hizo público que la austeridad en el Consejo deja sin la llamada "olimpiada a jóvenes genio"; se trata del financiamiento a programas educativos (ciencia y tecnología) a través del cual, desde hace 15 años, se ha llevado a jóvenes mexicanos a concursos internacionales.
A principios de mes, se hizo público el presupuesto destinado al Conacyt y llama la atención que el plan de austeridad incluye la reducción de 50 por ciento de su estructura orgánica.
Según el diario El Financiero, el Consejo tendrá 50 por ciento menos áreas para operar, por lo que habrá recorte de personal, y empezará con la desaparición de la agencia Conacyt.
Con la reducción de la estructura orgánica se espera una reducción similar sobre los trabajadores de confianza, y el personal que integra el Consejo “no la tiene fácil” para hallar trabajo. De acuerdo con la Unidad de Transparencia del Conacyt, el organismo cuenta con 226 plazas de base y mil 488 plazas de confianza, de las cuales aún no se sabe cuántos van a perder su empleo.
En México, la mayoría de los jóvenes que aspiran a dedicarse al trabajo científico deben enfrentarse a un largo y penoso recorrido. Primero necesitan acceder a un posgrado considerado de calidad por parte del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), y así obtener una beca para subsistir durante sus estudios, puntualizando que el propio Conacyt exige dedicación exclusiva a las personas que entran los posgrados que apoya económicamente.
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Mientras salen a la luz cada vez más escándalos de conflictos de interés en las direcciones de la dependencia, lo cierto es que la política de "austeridad republicana" del nuevo gobierno está afectando solo a los trabajadores de la ciencia y a los estudiantes de posgrado, mientras que los empresarios -que han tenido gran injerencia en la investigación científica en el país- tienen aseguradas sus ganancias.