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Red Internacional
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AGRONEGOCIOS INHUMANOS. Escasez de agua en La Laguna en tiempos de Covid-19

Son miles de familias laguneras vulnerables al acecho del Covid-19, pues no realizarán una correcta higiene de manos debido a la escasez y mala calidad de agua en las colonias y ejidos de la región. Mientras tanto, la industria lechera acapara el 80 por ciento de los pozos de agua disponibles.

Jueves 9 de abril de 2020

Tan sólo el mes pasado, se difundía un video donde habitantes de las colonias del oriente de la ciudad de Torreón denunciaban desesperadamente la falta de agua en sus casas y cómo esta salía con arena, las pocas veces que llegaba.

El 3 de abril, pobladores del ejido Santo Niño, del municipio Francisco I. Madero, bloquearon con llantas quemadas la carretera Torreón-San Pedro para exigir agua, porque simplemente no tienen.

Al puro estilo de Mad Max, las autoridades de Torreón están dosificando el suministro de agua a las colonias pobres, mientras más del 80 por ciento del agua disponible en la región lagunera es utilizada por la industria ganadera para regar los cultivos que proveen el forraje que necesitan las vacas para alimentarse.

Según cifras de Conagua, en 2018 el 81.9% del volumen de agua disponible en la región se usó para fines agrícolas, es decir, 883.9 millones de metros cúbicos de los 1,088.5 millones disponibles.

A diferencia de otros sembradíos, el de alfalfa demanda grandes cantidades de agua para crecer. De las 175 mil 662 hectáreas de riego en la región, las sembradas de forraje son 135 mil 446. La dependencia al monocultivo de alfalfa que impone la burguesía ganadera regional es aún más alarmante si se toma en cuenta que el ecosistema de la región es semidesértico, con escasas lluvias durante el año.

La industria lechera, principalmente Grupo Lala, ha originado una excesiva presión sobre los mantos acuíferos de la Cuenca Nazas-Aguanaval a tal punto que en la región se extrae más agua de lo que naturalmente se recarga con la filtración de lluvia.

El abatimiento de los acuíferos es tal que se extrae agua a más de 200 metros de profundidad del Acuífero Principal, un nivel que se esperaba alcanzar hasta el año 2100 pero que la avaricia de los dueños de Grupo Lala ha adelantado 80 años.

Por otra parte, se estima que en el 2018 se explotaron ilegalmente 441 millones de metros cúbicos de agua tan sólo del Acuífero Principal Región Laguna.

A pesar de esto, los gobiernos locales y federales no han actuado en contra de este criminal despojo. Muy al contrario, imponen cortes y racionamiento del suministro del agua a las colonias, siendo las más pobres las más afectadas.

Los gobiernos son cómplices de la superexplotación de los acuíferos de La Laguna, pues han permitido que Grupo Lala continúe esta práctica que está fuera de la Ley. Si se continúa con la sobreexplotación del agua del subsuelo y de los ríos, muy pronto la vida en La Laguna se acabará tal y como la conocemos ahora.

En el Movimiento de Trabajadores Socialistas –organización que difunde sus ideas a través de La Izquierda Diario—, creemos que se hace cuestión de vida o muerte imponer el control obrero de la producción a la industria lechera para reducir drásticamente el número del hato ganadero y de la superficie cultivable de forrajes.

Levantamos en nuestro programa la reconversión del uso del suelo, luchando por romper con la dependencia al monocultivo de alfalfa diversificando los sembradíos para plantar árboles y vegetación coherente con el clima y el suelo de la región, destinados para el consumo humano y no para el consumo de vacas en beneficio de unas cuantas familias ricas.

También se hace imprescindible reducir radicalmente el volumen de extracción del agua, para permitir que nuevamente los mantos se recarguen y recuperen en pocos años el nivel de agua que naturalmente tenían. Por ello es fundamental que se instale un comité de planificación de los usos de los recursos naturales, basado en las organizaciones obreras y campesinas, para controlar el abuso de los agronegocios.