×
×
Red Internacional
lid bot

Escocia acude a las urnas para decidir su independencia de Inglaterra

El 18 de septiembre 4,3 millones de escoceses decidirán si seguirán siendo parte del Reino Unido cuando voten por “sí” o por “no” a la pregunta: ¿Debería Escocia ser un país independiente?

Viernes 5 de septiembre de 2014

En mayo de 2011, el Partido Nacionalista Escocés (SNP), liderado por Alex Salmond, ganó por amplia mayoría las elecciones parlamentarias escocesas. De esta forma, el SNP obtiene por primera vez mayoría absoluta en el parlamento escocés. Desde que se volvió a establecer el Parlamento Escocés en 1999, el SNP siempre había gobernado en coalición, de ahí que esta decisiva victoria posicionó estratégicamente al líder independentista para exigirle al gobierno del Reino Unido la realización del referéndum.

El primer paso para la aspiración independentista se concretó en octubre de 2012, cuando el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, y su par escocés, Alex Salmond, firmaron el Acuerdo de Edimburgo, mediante el cual se le concede poderes legales al parlamento escocés para que convoque el referéndum sobre la independencia de Escocia.

Al aproximarse la fecha del referéndum el debate se ha intensificado, tanto entre las clases dominantes como en sectores de trabajadores y la izquierda, dentro y fuera de Escocia.

La campaña independentista, conocida como “Sí a Escocia” cuenta entre sus principales fuerzas al Partido Nacionalista Escocés (SNP) y el Partido Verde escocés. Por su parte la campaña por el “no”, bajo el nombre “Juntos Mejor”, es impulsada por los partidos Laborista, Conservador y Liberal, logrando reunir a los partidos en el gobierno y en la oposición. El voto al “no” cuenta también con el apoyo del sector ‘unionista’ de Irlanda.

Cuando faltan apenas dos semanas, los sondeos de opinión revelan que el voto a favor del “sí” cobra cada vez más fuerza. Una encuesta de opinión de la consultora YouGov/Times arroja que el voto por el “sí” ha alcanzado el 47%, un aumento del 4%, mientras que el voto por el “no” ha decrecido de 57 a 53%. Ambos datos en comparación con encuestas realizadas a mediados de agosto.

Algunas fuentes especulan que se decidió hacer el censo en septiembre, luego de la celebración en Glasgow de los Juegos Olímpicos de la Mancomunidad en julio de 2014, ya que este evento le permitiría a Escocia sacar réditos políticos luego de lucirse como país anfitrión.

Los sectores independentistas confían en que el voto de los jóvenes inclinará la balanza a su favor, puesto que es el sector de la población donde el sentimiento independentista es más fuerte. Al censo están convocados todos los residentes en Escocia mayores de 16 años. Se estima que la participación de voto será de un 80%, unos 3,36 millones de personas, sobre un total de 5,3 millones de habitantes.

Según el Mail on line, las últimas encuestas de opinión indican que el 30% de los votantes históricos del partido laborista estarían preparados para cambiar su lealtad política y votar a favor de la independencia. Edward Miliband, líder del laborismo, recorrerá Escocia para dirigirse a sus fieles en un intento por salvar la unión.

La consultora Goldman Sachs ha revelado que varios bancos han advertido que, de ganar el “sí”, Gran Bretaña podría sufrir una crisis de la moneda al estilo de la Eurozona, según informa la misma fuente. Y añade que además tendría grandes consecuencias para Escocia y para el resto del Reino Unido.

Varios analistas sugieren que detrás del voto al “sí” se expresa el rechazo de los escoceses a ser gobernados por ministros conservadores con bancas en Westminster. Con encuestas que arrojan un resultado del referéndum tan parejo, la población se halla en vilo. Sin embargo, gane quien gane, la discusión sobre la independencia de Escocia se ha instalado y no terminará el 18 de septiembre.

¿Por qué ahora?

Escocia fue un país independiente hasta la firma del Acta de la Unión de 1707, por medio de la cual los parlamentos de Escocia y de Inglaterra se abolieron para dar lugar a un parlamento unificado, con sede en Westminster, Londres. El reclamo independentista empezó a cobrar cierto protagonismo en la década de 1970 y se reforzó cuando Margaret Thatcher introdujo en Escocia el impuesto del ‘Poll Tax’ con la idea de poder extenderlo luego al resto del Reino Unido. Así la Dama de Hierro estampó el odio a su partido.

Durante el gobierno de Tony Blair la discusión alrededor de la ‘unidad’ del Reino Unido adquiere un nuevo impulso y tiene lugar el ‘Proceso de Devolución de Poderes’. Como parte de este proceso se convocaron referéndums por la devolución en Escocia, Gales y el norte de Irlanda. En los tres países ganó la posición independentista y se establecieron el Parlamento Escocés, la Asamblea Nacional de Gales y el Parlamento de Irlanda. Estas cámaras tienen poderes muy limitados y manejan asuntos locales mientras siguen manteniendo su subordinación al poder central.

Con este contexto de fondo, un gobierno nacionalista escocés en mayoría absoluta, bajo la tutela del gobierno central conservador-demócrata liberal que viene realizando drásticos recortes a los servicios sociales, no hizo más que alimentar el sentimiento popular a favor de la independencia. Salmond se ha montado en este sentimiento independista y promete un gobierno socialdemócrata al estilo keynesiano fuera del Reino Unido.

La izquierda británica históricamente no ha reivindicado como parte de su programa la lucha de la independencia política para Escocia. Sin embargo, las distintas corrientes se han dividido alrededor del referéndum. En su mayoría apoyan el “sí”, aunque hay posiciones discrepantes alrededor de cuál debe ser el posicionamiento de los marxistas ante los movimientos nacionalistas burgueses.

¿Qué pasa si gana el “sí”?

Si gana el “sí”, Alex Salmond quiere negociar la salida de la unión para marzo de 2016. En dicho lapso, quedan por decidirse cuestiones cruciales, como qué moneda se usará en Escocia. Actualmente circulan en el país la libra esterlina y la libra escocesa, ambas del mismo valor, y regidas por el Banco Central de Inglaterra.

Uno de los puntos espinosos de la negociación gira alrededor de qué divisa regirá en Escocia de ganar el ‘sí. De hecho, Salmond propone una ‘unión de divisas’ y que el Banco Central de Inglaterra oficie de Banco Central de Escocia, lo que significaría que Inglaterra fijaría las tasas de interés de Escocia, así como su capacidad de préstamo y gastos.

Por otra parte, el plan del SNP es mantener a la Reina Isabel II (en inglés, Elizabeth II) como jefa de estado y permanecer dentro de la Mancomunidad de Naciones. Sin embargo, Escocia tendría sus propias fuerzas armadas, hasta ahora integradas al ejército británico. Además, el SNP votó en octubre de 2013 que de ganar la independencia se uniría a la OTAN y pedirá la remoción de todas las armas nucleares del Reino Unido de suelo escocés.

Los argumentos:

Argumentos a favor de mantener el estatus quo

El Reino Unido es la unión económica y política más importante en la actualidad
El Reino Unido representa seguridad, así como valores comunes

Argumentos en contra de mantener el estatus quo

No reconoce las necesidades, valores y aspiraciones únicas de Escocia
Escocia siempre ocupa un segundo lugar con respecto a Inglaterra.
El Reino Unido está gobernado por partidos que no representan a Escocia

Argumentos a favor de la independencia

Escocia tiene que controlar su recaudación fiscal y sus gastos
Escocia tiene que elaborar sus propias políticas según sus necesidades y recaudar los impuestos

Argumentos contra la independencia

La independencia impositiva tendrá consecuencias en el Reino Unido
Se deberá hacer una reforma del parlamento
Se debilita la unidad interna

Claves:

SNP: Partido Nacionalista Escocés (en inglés, Scottish National Party). Partido de origen social-demócrata comprometido con la independencia escocesa. Sus orígenes se remontan a la década de 1920 y 1930, aunque surge como SNP en 1934.
La Mancomunidad de Naciones: (en inglés, Commonwealth of Nations): organización compuesta por 53 países independientes y semi-independientes, incluidos los que formaron parte de las colonias del Imperio Británco. La reina Isabel II del Reino Unido es la cabeza de la organización.
Reino Unido: el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, por su nombre completo, está comprendido por cuatro países: Escocia, Gales, Inglaterra e Irlanda del Norte.
Gran Bretaña: creada a partir de la unión de las coronas de Escocia e Inglaterra, bajo el Acta de Unión de 1707. Ambas monarquías dejaron de coexistir y surgió la Corona de Gran Bretaña. Se abolieron los parlamentos de Escocia y de Inglaterra, los cuales fueron unificados en el parlamento de Gran Bretaña, con asiento en Westminster, Londres.
Poll-Tax: impuesto ‘por cabeza’ o ‘per cápita’. Es el nombre del impuesto que introdujo Margaret Thatcher a cada ‘ciudadano’, de ahí su nombre, independientemente de sus ingresos o de su condición de inquilino o propietario. Es decir que a un terrateniente o un dueño de fábrica le correspondía pagar lo mismo que a un trabajador o desocupado. Esta reaccionaria medida desató una campaña de masas con movilizaciones y enfrentamientos con la policía en todo el país que logró que el gobierno retrocediera en la medida. Eventualmente condujo a la caída del Thatcher.