Luego de la muerte de los trabajadores de la educación Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, más de ochocientas escuelas de la provincia de Buenos Aires suspendieron sus clases por no contar con las medidas básicas de infraestructura necesarias para recibir a docentes, auxiliares, y a los estudiantes.
Martes 21 de agosto de 2018 08:19
El 2 de agosto pasado millones de trabajadores y sus familias veían por los medios la noticia de que una explosión en una escuela de Moreno se cobraba la vida de dos trabajadores de la educación: Sandra Calamano y Rubén Rodríguez.
Este crimen social puso en evidencia la situación de las escuelas en el territorio bonaerense gobernado por la cambiemita Vidal. La gobernadora, luego de muchos días de silencio, declaró que todos los edificios escolares, que son 12 mil, tienen problemas y anticipó que la provincia “sólo va a trabajar en tres tipos de obra, que son las de mayor riesgo: gas, electricidad y riesgo de derrumbe. Todo lo demás, construcción de nuevas escuelas, aulas nuevas, que estaba en el plan de la provincia, se lo vamos a pedir a los intendentes”. La gobernadora no perdió oportunidad para intentar desligarse de la responsabilidad de sostener la educación pública.
Por su parte, los gremios docentes presentaron los datos que corroboran la emergencia de las escuelas bonaerenses. De un total de 2000 establecimientos, en el 75 por ciento no se controlan sistemáticamente las instalaciones de gas, en un 67,1 por ciento los artefactos no se encuentran en buen estado de conservación y funcionamiento y en un 61,3 por ciento las instalaciones de gas están en malas condiciones. En un 75,1% no se realizan análisis físico-químicos del agua en las escuelas, como así también que en una de cada dos escuelas "no se realiza limpieza en los tanques de agua".
Por otro lado, en cuanto a las instalaciones eléctricas, "en un 79,2% no se realizan comprobaciones preventivas de las instalaciones en forma periódica por autoridades competentes" y "en un 57,5% no se realiza la reparación y/o sustitución de artefactos eléctricos defectuosos". "En un 72% de las paredes no se encuentran en perfecto estado de conservación", arrojó en otro de los datos, y a su vez, "un 76,3%" de los techos no se encuentran en un estado ideal para el funcionamiento de las escuelas.
Este problema no empezó hoy
“Crisis de infraestructura en las escuelas públicas bonaerenses. Después del paro, el problema son las aulas rotas y la falta de bancos. Bancos rotos, grietas en los techos, problemas en las estufas, salones descuidados, patios inundados. Las pancartas que los docentes bonaerenses levantaron durante los diecisiete días de paro reclamaban por salarios dignos, pero también por la situación edilicia en la que se encuentran muchas escuelas. Esta semana hubo lugares en la Provincia donde las clases no pudieron arrancar por problemas de mobiliario, falta de bancos, y malas condiciones en baños y tuberías”, decía Clarín en 2014.
Ya bajo la gestión de Vidal, más allá de sus anuncios de que su gestión estaba desarrollando “la mayor inversión en los últimos 30 años”, el déficit de infraestructura provincial para reparar las escuelas bonaerenses en noviembre de 2016 ascendía a 30.000 millones de pesos.
El estado calamitoso de miles de establecimientos educativos de la provincia no es una novedad ni para los docentes, ni para los estudiantes, ni para las familias.
Vidal y Sánchez Zinny son responsables de este crimen social que ocurrió en Moreno, pero que luego tuvo otras expresiones como los docentes que se electrocutaron en Melchor Romero y en Villa Luzuriaga, las pérdidas de gas en Villa Fiorito y Vicente López y tantos otros accidentes en las escuelas bonaerenses que por pura casualidad no se cobraron la vida ni de docentes, ni auxiliares, ni de estudiantes.
El informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), que se dio a conocer tras el crimen social de Moreno plantea que la provincia de Buenos Aires asignó este año un presupuesto de $ 143.000 millones a la Educación, pero solamente el 1% de ese monto corresponde a obras de infraestructura escolar, con la consecuencia de “escuelas sin materiales y en pésimas condiciones edilicias”.
Ni una muerte más en las escuelas. Plata para educación ya
En medio de la crisis de los cuadernogate que muestra la corrupción en la obra pública, la infraestructura escolar no es ajena a los negociados corruptos de esta camarilla de políticos de todos los partidos patronales que viene gobernando al servicio de los grandes empresarios nacionales y extranjeros y del FMI.
Ellos son los responsables de la crisis de infraestructura que recorre a las escuelas de la provincia de Buenos Aires.
Para acabar con estos negociados hay que abrir los libros de contabilidad de todas las empresas vinculadas a la obra pública para que sean investigadas por representantes elegidos por los trabajadores; el control obrero de la obra pública; la expropiación de las empresas implicadas en casos de corrupción. Así también es necesario exigir que se abran los libros de la dirección provincial de infraestructura y de los consejos escolares y que los comités de seguridad e infraestructura escolar que empezaron a surgir en distintos distritos, como La Matanza, Tigre, La Plata, etc., puedan controlar la ejecución de las obras.
Desde la agrupación Marrón se viene planteando “plata para educación, no para el FMI. No al pago de la deuda externa”. Esta propuesta que fue votada en las seccionales dirigidas por el Frente Multicolor hoy muestra su total vitalidad, ya que los fondos que el gobierno no destina a la educación los utiliza para seguir pagando la fraudulenta deuda externa. Por eso se exige el aumento inmediato del presupuesto educativo al 10% del PBI y que esos fondos se utilicen para solucionar los graves problemas de infraestructura escolar, como así también para salarios de los trabajadores de la educación y becas para los estudiantes.
En todos los distritos de la provincia de Buenos Aires, hay un antes y un después del 2 de agosto.
Las y los docentes junto a los estudiantes y las familias, con las mujeres al frente, impusieron la suspensión de clases en las escuelas, pero los dirigentes de los gremios docentes, en particular, los dirigentes kirchneristas de SUTEBA mantienen la tregua con Vidal y han sido un factor central para impedir que la bronca que se manifiesta en todos los distritos se transforme en una marea que derrote la política de ajuste y saqueo de Vidal, la responsable del crimen social de Moreno.
Por eso exigimos que rompa con la tregua y convoque a asambleas de distrito y a un plenario provincial para discutir y votar un plan de lucha por todas nuestras demandas. En esta perspectiva, las seccionales dirigidas por el Frente Multicolor tienen que ponerse al frente de impulsar esta perspectiva en toda la provincia, empezando por los distritos donde dirigen como La Matanza, Tigre, Ensenada entre otras.
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Ariel Iglesias
Nació en Buenos Aires en 1969. Es docente (jubilado). Militante del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS). Escribió en Ideas de Izquierda "La Educación en el país de los soviets"; "Chubut: Crónica de un triunfo popular contra la Megaminería". Escribe y edita La Izquierda Diario+ en Chubut.