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Red Internacional
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CODELCO. Esposa de trabajador fallecido de CODELCO presentó querella contra la estatal: “Priorizan la productividad por sobre la salud”

A principios de este año, el trabajador Rodrigo Roco, minero mantenedor perteneciente al área de mantenimiento industrial mecánico, murió en un accidente laboral en la planta de tratamiento de Chuquicamata. Hasta ahora Liliana Castro, esposa de Roco, ha buscado justicia por la muerte de él y hace más de una semana presentó una querella criminal contra CODELCO por cuasidelito de homicidio. Los intentos de privatizar Chuquicamata, las políticas de reducción de costo de los últimos años y la responsabilidad de la empresa en la muerte de dos trabajadores, hacen del control obrero de la producción y la seguridad laboral una tarea fundamental.

Domingo 25 de abril de 2021

A la muerte de Rodrigo Roco, se suma la muerte de otro trabajador de Chuquicamata, Manuel Hidalgo, el jueves 22 de abril, caso en el cual las políticas de reducción y negligencia de la cuprífera también serían responsables a través de la terciarización del policlínico y la eliminación de la ambulancia y médico en el recinto.

Liliana Castro, criticó duramente el accionar de CODELCO, pues denuncia que la estatal culpó al trabajador: “este dolor se acrecentó con la actitud que tomó la empresa frente al accidente de Rodrigo, porque al día siguiente tuvimos acceso a la reflexión que hizo la empresa en la cual se hacía hincapié en que el trabajador actualmente no tiene una actitud de cuidado, y claramente el accidente no fue así”

Asimismo señala el abogado de Liliana, Alejandro Rozas, quien declaró que el trabajador pertenecía a otra área: “Era mantenedor y pertenecía al área de mantenimiento industrial mecánico de la Gerencia de Operaciones y él fue llevado a otra área de planta de tratamiento, que depende de otra gerencia de extracción y lixiviación. Al final era un trabajador que no tenía un anexo de trabajo firmado para desempeñarse en esa otra faena, nunca tuvo una entrevista con un prevencionista de riesgo, nunca tuvo capacitación para desempeñarse en este lugar y por lo demás, por todas las falencias que se desempeñaron ese día”

A la muerte de Rodrigo y Manuel, antecedieron la muerte de 10 trabajadores de CODELCO durante la primera ola de la pandemia, donde sólo la minera estatal tuvo 3.400 contagiados, es decir, si a las y los trabajadores no los mata el COVID-19, los mata las condiciones de trabajo y el desprecio que tienen los empresarios contra nuestras vidas y la salud de nuestras familias, poniendo por encima las ganancias y la producción. Esa misma producción de la cual se jacta CODELCO aumentó en plena pandemia 1,2% más que el año 2019, ocultando los niveles de presión que en este contexto de crisis sanitaria ha significado para trabajadoras y trabajadores contratistas y de planta.

No más muertes obreras: Comisiones de Higiene y Seguridad bajo el control de las y los trabajadores

Las muertes obreras en CODELCO y los niveles de contagio que en la primera ola cobraron 10 vidas, muestran que a pesar de ser una empresa estatal, la compañía no se diferencia de los capitales privados de la minería como Luksic y BHP que aumentaron sus ganancias a costa de la vida y salud de las familias trabajadoras.

Esto sucede porque son los amigos empresarios de los gobiernos de turno, elegidos por el Presidente de la República quienes administran las política productivas, laborales y económicas de CODELCO. Eso de que la minera es de “todos los chilenos” no es más que un slogan que en los hechos muestran lo contrario, primero contra la vida de las y los trabajadores y segundo con los US$1.047 millones que le entregaron a las represivas FFAA producto de las ventas del cobre del 2020, mientras la salud se cae a pedazos en la segunda ola de la pandemia.

Hasta ahora, las direcciones de los sindicatos de CODELCO Chuquicamata no han pasado más allá de la denuncia los hechos ocurridos, pero lo que necesitamos los trabajadores primero es retomar el ejemplo de lucha que dejó la movilización el año 2013 en la División Radomiro Tomic, la que terminó con la salida del gerente general de la división.

Pero no sólo podemos quedarnos y contentarnos con sacar al gerente de tal o cual área, que es algo mínimo, sino que debemos organizar las fuerzas de mineros contratistas y de planta, exigiendo a las direcciones de los sindicatos planes de lucha que permitan a la fuerza obrera levantar Comités de Higiene y Seguridad bajo su propio control junto a profesionales de la salud, con quienes se definan reales criterios de seguridad ante la producción, que no ponga las ganancias y los acelerados ritmos productivos sobre las vidas de miles de familias. Un Comité como este, permitiría además tomar serias medidas ante la crisis sanitaria, donde las y los trabajadores decidan de qué forma y en qué condiciones producir o no hacerlo.

La lucha por impulsar estos Comités de Higiene y Seguridad, van de la mano de luchar porque estos organismos se transformen en espacios de deliberación y organización de las y los trabajadores, en la perspectiva de impulsar la conquista a través de estos organismos paralelos a la directiva empresarial de CODELCO, la pelea por el control obrero de la producción para que seamos nosotros los que decidamos las políticas productivas y de seguridad en el trabajo, que seamos nosotros quienes fiscalicemos y vigilemos a través del control cualquier movimiento que la patronal quiera hacer y no afecte la vida de los miles de trabajadores que operan en la compañía.

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