En el marco de la pelea de la Comunidad Nahuelpan contra la contaminación que genera el basurero en su territorio, se conoció en estos días el testimonio de los residuos patológicos que deben manipular los trabajadores de la planta. Un hecho que demuestra el absoluto desprecio por las vidas obreras de las autoridades.
Lunes 27 de junio de 2022 20:38
Los y las trabajadoras de la planta denunciaron que el viernes pasado, una bolsa blanca llena de jeringas con sangre apareció en la cinta transportadora de la planta de reciclado. Aunque la orden de los encargados de la planta fue continuar con la tarea de clasificación, los trabajadores decidieron parar la cinta y retirar ya que había mas bolsas con residuos patológicos. Ante ello, se hicieron presentes funcionarios municipales junto a personal policial y se realizó la denuncia correspondiente, ya que el material no se encontraba en bolsas rojas como corresponde a residuos patológicos.
Los trabajadores no poseen el material de seguridad necesario para manipular este tipo de residuos con lo que ponen en peligro su salud. Los residuos patológicos deben tener un tratamiento especial que, como pudimos comprobar durante una visita que hicimos desde La Izquierda Diario a la planta en abril pasado, no se puede realizar en la cinta de clasificación que operan. No es la primera vez que pasa esto y varios operarios se han pinchado con agujas al manipular los residuos, nos decía un trabajador de la planta.
Este hecho se suma a la denuncia por contaminación con metales pesados e hidrocarburos que realizó la comunidad en base a la pericia realizada en septiembre pasado por parte de la Policía Federal, y que generó un corte de tres días al ingreso a la planta a raíz de lo cuial se abrió una mesa de negociación con los municipios de Esquel y Trevelin y la Intendencia de Parques Nacionales a fin de cerrar la planta.
Es criminal que la salud y la vida de los y las trabajadoras estén expuestas a este peligro. Sin embargo, en las mesas de negociación abiertas por el municipio con la Comunidad por el posible cierre y traslado de la planta, no han sido convocados a participar. Es urgente rodear de solidaridad y unir la lucha de la Comunidad con el reclamo de los y las trabajadoras, porque el problema de la basura excede con mucho a los principales afectados y constituye un problema socioambiental para toda la sociedad.