Desde La red de Trabajadorxs Precarixs y la Agrupación Contracorriente nos organizamos para denunciar el aumento brutal de las condiciones de precariedad y explotación y el discurso demagógico de las grandes empresas durante esta campaña navideña.
Lunes 7 de diciembre de 2020
Llega la Navidad, una de las épocas en las que las empresas hacen su agosto a costa de explotación y precariedad.
En Navidad el consumo se dispara: el Estado español es el país de Europa donde más se gasta en este periodo, y el cuarto en el mundo. Para incentivar todo ello ayuda la campaña navideña, alumbrado y decoración en la ciudad, publicidad, Black Friday...
Sin embargo actualmente vivimos un contexto de crisis sanitaria, económica y social sin precedentes, es por eso que este año desde el Gobierno central y los Gobiernos autonómicos hasta la patronal, pasando por las burocracias sindicales, cierran filas con la idea de que ’salvar la Navidad’.
Pero hablemos claro, la idea de salvar la Navidad es la de salvar las ganancias de los empresarios a toda costa. Al mismo tiempo que los distintos gobiernos hablan de ’salvar la Navidad’ no encontramos mención alguna a medidas de fondo que ayude a frenar la crisis sanitaria y económica que vivimos. Nada sobre reforzar la sanidad, mejorar los contratos de los sanitarios, ni mejorar el transporte público, tampoco hay medidas para prohibir despidos, ni abusos laborales. Ninguna medida para terminar con la precariedad en los puestos de trabajo, tampoco en nuestras vidas... Nada de una renta de emergencia, ni prohibir los desahucios...
La navidad que pretenden salvar es la del enriquecimiento de las empresas. Un enriquecimiento que no se debe al aumento de las ventas sino que se apoya en una brutal explotación y precariedad. Para los trabajadores, muy especialmente los de sectores como el comercio, hostelería, delivery y mensajería, la Navidad se traduce en contratos hiper precarios, horas extra no remuneradas, horarios infernales y ritmos extenuantes.
Más del 80% de los contratos de la campaña navideña son temporales. Más del 40% son de menos de 30 días, y casi la totalidad de estos puestos de trabajo se crean en los sectores más precarios: mensajería, hostelería y comercio. Además dada la extrema temporalidad, estos contratos llevan consigo un aumento importante del riesgo de accidente laboral.
A toda esta situación este año hay que considerar que estamos en medio de una pandemia y una profunda crisis económica que no parece poder resolverse a muy corto plazo. En estos momentos el paro juvenil supera el 40%, hay 3,72 millones de parados contabilizados y más de un tercio (el 33,5%) son parados de larga duración, es decir, llevan más de un año desempleados.
A ello hay que sumar que casi 600.000 personas siguen en ERTE. Sin embargo en estas fechas vemos como imponen horas extra que no serán remuneradas y en la mayoría de los caos tampoco devueltas en días libres, mientras miles de trabajadores siguen en ERTE.
Esta dramática situación no se resuelve con contratos de menos de 30 días. Además la dinámica actual es de una destrucción de empleo acelerada. La previsión es que más de 300.000 trabajadores se quedarán en paro entre el 1 de noviembre y el 31 de diciembre. Y en enero termina la prórroga de los ERTE, por lo que después de la campaña navideña se viene una oleada de despidos.
Otra cuestión es la crisis sanitaria. Las medidas restrictivas tomadas por los distintos gobiernos autonómicos y el central son el único intento de freno a la pandemia. Ninguno de los gobiernos han tomado medidas de fondo como reforzar los transportes públicos, contratar más personal sanitario, reforzar la sanidad y los servicios públicos, hacer test masivos... medidas que hubiesen ayudado a mejorar la situación sanitaria en la que hoy nos encontramos.
Si no se toman esas medidas de fondo tras la navidad volverá a ocurrir lo mismo que tras el verano, pero en esta ocasión nos acercamos a este periodo con una situación de mayor alarma sanitaria que la que había a inicios del verano. La incidencia acumulada en el conjunto del Estado el día 30 de junio era de 4,21, hoy es de 452,57.
Somos muchxs los que estamos cansados de que la precariedad sea parte de nuestras vidas. Los que pensamos que antes que salvar la navidad de las empresas hay que salvar la sanidad.
¡Defiende la sanidad y los servicios públicos!
¡Esta navidad rebélate contra la precariedad y organízate contra los despidos!
Porque nuestra salud vale más que sus beneficios